DE LA SERVIDUMBRE MODERNA
Antonio Campillo Ruiz
Ciego conduciendo a ciegos, Brueghel
“Qué época tan terrible esta en la que
unos idiotas conducen a unos ciegos”
William Shakespeare
En 2009 Jean-François Brient realizó y Víctor León Fuentes montó “De la servitude moderne”, “De la servidumbre moderna”, un documental que contiene veinte partes o minicapítulos, cada uno precedido de un epígrafe. Está absolutamente libre de derechos de autor y se realizó con descartes y trozos de películas argumentales y documentales.
Las críticas fueron dispares y tan subjetivas como el propio documental, una visión personal de la cotidianeidad de nuestra sociedad. Los hechos, reales y constatables, pueden tener tantas interpretaciones como se quiera. Las posibles soluciones a los problemas de la Humanidad no deben pasar necesariamente por la aplicación de un modelo sociopolítico o geoeconómico peculiar y determinado. Es posible que una de esas soluciones, tan ansiada y buscada con ahínco, sea tan evidente como la aceptación de que el desarrollo científico y técnico es un medio y no un fin para lograr el bienestar deseado. Es probable, igualmente, que una de las máximas de la teoría del Pensamiento Complejo sea otra solución tan sencilla como difícil de asumir: cambiar de forma de pensar para cambiar la forma de vivir.
Aspectos tan importantes para la vida moderna como urbanismo, mercancías, nuevas necesidades, contaminación, medicina y salud, vacaciones, diversiones, medios de comunicación, derecho al voto y el concepto de sociedad totalitaria mercantil, son los contenidos de este pequeño estudio del mundo civilizado moderno.
Crear necesidades. Esta es la cuestión, aun cuando las cosas que poseamos terminen por poseernos. Los bienes anárquicamente adquiridos únicamente benefician a quienes los fabrican, los distribuyen y los comercializan. Su necesidad es relativa, aunque no se pueda prescindir ya de muchos de ellos, pues el mercantilismo salvaje se fundamentó en estimular ciertos deseos del consumidor, de forma que se sintiera satisfecho durante un corto espacio de tiempo. La dependencia a la que nos someten es tan poderosa como ilusoria y fomenta una adicción que se ha proyectado para dirigir inexorablemente hacia un determinado modelo de sociedad.
Jean-François Brient empieza su trabajo diciendo “Mi optimismo está basado en la certeza de que esta civilización está por derrumbarse. Mi pesimismo en todo lo que hace por arrastrarnos en su caída”. “Mostrar la realidad tal como es y no como la presenta el poder, constituye la subversión más genuina”. Y lo termina, entre otros pensamientos, con “…ni el reformismo estéril ni la burocracia totalitaria pueden ser una solución para nuestra inconformidad. Se trata de inventar nuevas formas de organización y de lucha”.
Sugiero que visionen el documento audiovisual en su totalidad, ya que facilitará la comprensión de los fenómenos denominados reformismo estéril y sociedad mercantil.
A LOS LECTORES: Puede ser clarificador visionar el documento audiovisual “Illusion?” de Frédéric Back, que acompaña al artículo “Pseudocientíficos”, perteneciente al día 13 de mayo de 2011, en la etiqueta de este blog “¿Qué sabemos?”
Es muy importante que se visione el documento audiovisual a plena pantalla
la Servidumbre Moderna - Jean Francois Brient from Teotl Nahualli on Vimeo.
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Madrid Time
Gostei do texto. A vida moderna e suas necessidades criadas a todo custo para alimentar o consumo necessário.
ResponderEliminarEstudei muito o tema pois desenvolvi trabalho de mestrado tendo como pano de fundo modernidade, pós-modernidade e hipermodernidade.
Um grnde bj querido amigo
Me alegro de que te haya agradado el texto, Gisa.
ResponderEliminarLa importancia del documental es tan grande que debería ser visionado por todos aquellos que, siendo unos ilustres necios, no creen en la fuerza de un verdadero cambio social.
Un fuerte abrazo, Gisa.
Magnífica reflexión en forma de artículo, Antonio.
ResponderEliminarMe quedo con todo pero, especialmente, con la frase de WS: "Qué época tan terrible esta en la que unos idiotas conducen a unos ciegos”
.. perdón y esta, claro: Crear necesidades. Esta es la cuestión, aun cuando las cosas que poseamos terminen por poseernos.
ResponderEliminarEnrique, me interesaba especialmente tu opinión porque sé que eres un
ResponderEliminarhombre preocupado por esta sociedad en la que nos encontramos. Muchas gracias por tu apreciación. WS también te las da.
Seguiremos hablando de esta vieja materia pero nacida con el mes.
Un fuerte abrazo.
Excelente reflexión la que has hecho, Antonio, revelador documental y terribles conclusiones reales a las que se llega a través de todo ello.
ResponderEliminarAlgunas frases del documental me han impactado como que la Tierra, que no es propiedad privada sino de todos, pertenece en su totalidad al Estado o a particulares, cosa que todos sabemos, pero cuando la escuchamos desde fuera, no deja de sobrecogerme.
La idea del "esclavo" del siglo XXI no puede ser más terriblemente real. El esquema socio-económico-político actual es el timo mejor creado de la historia.
En cuanto a tu reflexión sobre la "creación" de necesidades en el individuo (por parte de la publicidad, especialmente), necesidades innecesarias pero vendidas como imprescindibles y beneficiosas, y que solo acaban beneficiando a quien las cres y no a quien las compra (y añadiría que mucho menos al nuestro planeta y su medio ambiente, y estaba pensando en el problema atroz de la contaminación del medio ambiente por teléfonos móviles que se cambian cada año necesariamente, por prestigio social o porque su vida tecnológica está diseñada para subsistir ese tiempo, y que no son recicables, obviamente) me ha parecido de gran acierto, amigo.
¿Lo peor de todo? Que en el País de los Ciegos, el Tuerto es el rey...
Gracias por esta sensibilización por estos problemas reales y tu mirada inteligente y de ojos abiertos hacia ellos.
Un fuerte abrazo, Antonio.
Acabo de twittear este artículo, me parece necesario que circule y circule.
ResponderEliminarHola Antonio,
ResponderEliminarGracias por visitarme, me alegra que te gusten las nuevas pinturas.
Mi beso y abrazo para ti.
Te agradezco enormemente tu interés, Marisa. Tu opinión, como la de los amigos que han comentado, es muy importante por tu sagaz punto de vista.
ResponderEliminarSí, muchas de las frases de un texto que ha sido muy reflexionado y contrastado son espeluznantes. Pero lo son no por desconocerlas sino por reflexionar sobre ellas, como dices.
Todos padecemos lo que se describe en el documental. El problema es que pocas veces hemos reflexionado sobre hechos evidentes que han provocado un tremendo fracaso de un sistema mercantilista e irracional. Y lo que es peor, muchos humanos ni siquiera se percatarán de la importancia de pensar en el modelo de sociedad que poseemos.
Desde mucho antes de que Frédéric Back realizase “Illusion?” se estaba cuestionando la sociedad que ahotra, en el siglo XXI, se encuentra en un estado lamentable. Siempre he pensado que la cuestión es crear necesidades. Cuando ya las asuman los componentes de la sociedad no podrán relegarlas, siempre las tendrán que aceptar como mal menor.
En esa encantadora película de niños, realizada al pastel, el “mago” crea la necesidad de… Desde ese momento se implanta la esclavitud moderna.
Sólo la verdad es revolucionaria, como dice el texto del documental. Sensibilizar sobre ella es un deber de quienes tenemos una responsabilidad inmensa con el futuro, la enseñanza.
Un fuerte abrazo, Marisa.
Sí, Amando debe circular tan libremente como lo quiere Jean-François Brient, sin derechos, sin dinero, sólo por el interés general de quienes dudan de la ineficacia de nuestra próspera sociedad occidental.
ResponderEliminarTe agradezco tu interés, que sabes muy importante para mí.
Un fuerte abrazo.
Sí, Eva, tus nuevos trabajos son muy buenos e interesantes. Te deseo que sigas creando.
ResponderEliminarVisitarte es un placer.
Un fuerte abrazo
Muy buena entrada, Antonio, me ha parecido muy interesante.
ResponderEliminarY es que nos convertimos en esclavos del materialismo, y. al final, las cosas nos absorven y nos poseen.
El siglo XXI está basado en los avances tecnológicos, y a medida que vamos creciendo en tecnología, vamos empequeñeciendo en valores humanos, porque nos convertimos en personas dependientes y esclavas de las cosas, nos dejamos influir y llevar por las modas, los anuncios y por querer ser más que el vecino, por el consumismo, y no nos damos cuenta, que los valores más importantes son los que posee el ser humano como persona sin necesidad de tener que tener más que los demás, porque para ser felices de nada sirve con poseer más cosas, sino que la felicidad se consigue en las más sencillas.
Un beso.
Carla, estamos de acuerdo, empequeñecer en valores humanos parece ser una de las metas de la sociedad actual moderna.
ResponderEliminarLa ética es inversamente proporcional al desarrollo tecnológico.
Dirigir a una sociedad hacia su propia destrucción moral y, derivada de ella, a una mutilación consentida de derechos sociales y abandono de principios, es un fracaso de los componentes de esa sociedad y un éxito de quienes pretenden el poder por el poder en la misma.
Vivimos tiempos difíciles en los que el materialismo es objetivo y meta de una supuesta felicidad nunca alcanzada.
Un fuerte abrazo, Carla
Mi amigo…
ResponderEliminarLlego tarde, pero por desgracia, a tiempo para reflexionar contigo, con todos vosotros, sobre este imprescindible artículo que nos traes…
Bien asegura Enrique Tarragó que con la primera frase ya podría ser más que suficiente para entender que efectivamente en el S.XXI existe una auténtica esclavitud… Ilusos los que la dieron por abolida…
Es una esclavitud infame e inmisericorde… Y no tendrá piedad, el mal ya está hecho y nos encontramos todos sumidos en el mismo agujero sin fin… Esa es la cruda realidad…
Pero no estoy de acuerdo en algo… Estamos reflexionando, a marchas forzadas, diría yo… no queda otra… es precisamente ese abismo por el que nos precipitamos el que nos a obligado a hacerlo… y agradecida, yo al menos, por ello…
No empezaremos de cero, claro… es una utopía que resultaría fantástica… pero desde luego pienso que o le damos la vuelta del todo a esta sociedad esclavista o nos encontraremos y de frente con la muerte de cualquier fundamento para realmente llegar a ser las personas que, en el fondo, todos querríamos…
No somos tan necios, aunque evidentemente lo parecemos… Y estoy segura que ya se encendió la mecha para un futuro más justo, más solidario, más igualitario, más respetuoso con la madre Tierra, menos egoísta, menos consumista… Aquellos conceptos del respeto, de la calidez, del cariño al de alado, prevalecerán… No puede ser de otra manera… Hemos tardado, lo sé… quizás incluso demasiado… Pero el hombre como tal salió en su larga historia de otras y peores para los tiempos que corrían… En algún momento alguien me dijo que cualquier civilización tenía su pompa y su declive… Estamos pues en nuestro declive, incluso pienso que hemos tocado fondo… así que no queda otra que resurgir como el ave fénix… y tengo esperanza, siempre…
Beatriz, tu empuje y ganas de luchar contra la pasividad que se adueña de quienes nos sumimos en la protección del esclavismo moderno, es tan potente que no te resignas a creer que la sociedad occidental es miedosa, que necesita la “protección” cómoda y consumista.
ResponderEliminarCreo que nadie que analice el documental con una serena lectura comprensiva se sentirá cómodo ni protegido por el poder. Ese es uno de los motivos por los que ha sido perseguido, secuestrado, censurado y mil –ados más.
Es posible que en el momento actual exista mucha población mundial que piensa, que cree en si misma, que analiza y transmite sus inquietudes, pero es igualmente cierto que el adocenamiento se apodera de los más débiles por la sencilla razón de que se les domina con el pánico que provoca la amenaza de una vida todavía más difícil de la que ya poseen.
Y esta es tu lucha, a la que personalmente me sumo: ahora que se sabe pensar mejor y nos dejan hacerlo, se debe actuar, ahora que nos encontramos tocando fondo en nuestro atontamiento consentido, debemos reaccionar contra quienes nos sumen en este estado, ahora que… ¡Son tantos ahoras!
Un fuerte abrazo, Beatriz.
No es que no conociera la realidad lamentable en la que estamos inmersos, pero ver la terribles imágenes y escuchar el acertadísimo, crudo y doloroso racconto, me ha dejado francamente anonadada y profundamente triste.
ResponderEliminarEsclavos ciegos en manos de un puñado de mercenarios, idiotas, sin dudas, y a gusto esclavos, y a gusto ciegos.
Nos hemos convertido en una masa informe, frenética, no pensante, arrastrada como una marea..
El hombre puede vivir sin casi todo, pero no puede vivir sin él mismo, vacíos de ojos y de conciencia vamos caminando como zombies hacia el precipicio..
¿Revolución? ojalá ¿pero cómo? ¿cómo cambiar esto?
Comparto profundamente esta frase de Brient:
“Mi optimismo está basado en la certeza de que esta civilización está por derrumbarse. Mi pesimismo, en todo lo que hace por arrastrarnos en su caída.”
Voy a colgar el enlace a tu video en mi página, de verdad es de visión obligatoria.
Excelente entrada, Antonio,como siempre, muchísimas gracias.
Un fuerte abrazo, amigo mío, un honor para mí que me sigas en mi humilde blog....
(sigo llorando por nosotros todos, y por esos pollitos del vídeo que me partieron el alma...y por esas mujeres robots que los manipulan y que han perdido por completo la sensibilidad y la ternura..no hay excusas, para mí se vaciaron de amor)
María, querida amiga, lamento mucho haber herido tu sensibilidad tan profundamente con esta reflexión y, sobre todo, con la visión del documental.
ResponderEliminarEl problema de la revolución es su consustancialidad con, posiblemente, la violencia. Como quienes queremos este cambio, que deje de nutrir las mentes ciegas desde las mentes nulas, no somos violentos la revolución no se admite como solución. Como dice Brient, nos están arrastrando en la caida de este sistema que no acaba de consumirse y que, nuevamente dirigido por unas absurdas marionetas dementes, nos siguen estimulando a seguir sosteniéndoles.
María es triste, pero es triste desde hace mucho tiempo. En este instante han muerto cinco niños de hambre y se habrán comprado más de diez coches de lujo.
Un fuerte abrazo, María.