Antonio
Campillo Ruiz
“La canción de autor puede ser
un vehículo para volver a unir
y sensibilizar a la gente”
Luis Pastor
Hubo una época, ni
mejor ni peor que la actual, distinta, en la que se trató de limitar el
pensamiento. Era tal la torpeza de quien lo proponía, que no distinguía entre
el ultraje de obligar al silencio y la libertad para pensar. El silencio era
tan denso que se escuchaba. Muy pocos
fueron los que se rebelaron contra la irracionalidad de lo oculto ya que
suponía la inminente represión estatal.
A pesar de ello, un clamor popular surgió desde la necesidad
de aprender, de saber, de entender, cómo podrían ser escuchados. La vivacidad
con la que se requería poder expresar lo silenciado durante tantos años no
poseía canales de comunicación que fuesen idóneos. Un grupo de poetas que
cantaban sus poemas transmitieron sus pensamientos, sus ilusiones, sus anhelos,
por todos los lugares en donde existía imaginación y se revitalizaba la esencia
de los seres libres. Se llamaron cantautores. Hoy, cuando ya pocos de ellos continúan
conservando las raíces que pertenecen a la historia de un pueblo que, como
todos, cambia día a día, recordé una crítica, una desilusión, un canto contra
los brazos caídos por los muchos desengaños, recordé un poema de Luis Pastor y una de sus
canciones.
NOTA: El poema es recitado por el propio Luis Pastor.
Magnífica recopilación, Amigo Antonio.
ResponderEliminarAntonio, tengo los ojos llenos de lágrimas, me ha emocionado volver a escuchar a Luis Pastor. Le conocí cuando éramos unos niños, de 10 ó 12 años, es de Berzocana, un pueblín extremeño y se fue a vivir al mío durante una época, y correteábamos jugando libres por las calles del pueblo, porque es primo hermano de una amiga mía.
ResponderEliminarLuego aquí en Madrid nos volvimos a encontrar, vivíamos en el mismo barrio, ¡cuántas huelgas apoyamos, cuántas carreras para huir de los grises, cuántos logros fuimos consiguiendo...! qué metas tan hermosas fuimos logramos en torno a dos de los hombres más íntegros que he conocido, Mariano Arroyo, y Julio Pinillos, curas obreros, o curas rojos como los llamaban... pero supieron aunar a muchos de los jóvenes del barrio, paletos venidos de pueblo, pero con un corazón tan grande, que lo dábamos todo por la libertad y las injusticias que veíamos.
Luis Pastor comenzó a cantar en la parroquia del barrio obrero donde vivíamos. Y una de las alegrías que suele regalar la vida, fue que en mi boda, nos cantó el ¡Himno de la Alegría! en vez de la cursi " Marcha nupcial" Era nuestro grito por la libertad prisionera...¡fue maravilloso!
Has despertado muchos recuerdos dormidos en mí, amigo Antonio, y todo lo que dice Luis en su poema recitado fue siempre el credo de su vida... un luchador por la libertad y la justicia, además de tener una maravillosa voz.
Gracias mil, porque he revivido momentos llenos de sentimientos.
Me has recordado aquella epoca de cantautores que yo vivi en Barcelona. Serrat, Pi de la Serra, Ovidi, Raimon, Llach, etc. Oh temporas!
ResponderEliminarA ver si se materializan esas cervezas/aperitivos/comidas/lo que sea. Nosotros estamos de guardia permanente junto a las gallinas. Abrazos.
Lo mejor del poema es el final, lo de Zapatero a tus zapatos.
ResponderEliminarEl poema me ha gustado pero, reconocerás conmigo que los cantaautores eran un poco coñazo. Bueno, valieron para un tiempo, tal vez para un rato.
Un abrazo.
Imperdible. No tiene precio. Quisiera ver como pego el cantautor en la conferencia en mi blog. Simplemente: Excelente.
ResponderEliminarRubén
Así me parece, Enrique. Es importante no olvidar el largo, y rápido, poema de Luis Pastor.
ResponderEliminarHan desaparecido muchos versos que han ayudado de forma responsable a la sociedad española.
Un fuerte abrazo, amigo Enrique.
Querida amiga Ángeles, me ha conmovido tu comentario.
ResponderEliminarEs una suerte haber vivido una etapa tan rica en ilusiones, trabajos altruistas, interés por la cultura y ayuda, ayuda a personas con recursos y conocimientos muy limitados, estando al lado de amigos que consiguieron que muchas de esas personas despertasen de un letargo que les tuvo atenazadas y silenciadas.
Uno de los aspectos más importantes de estos trovadores modernos fue despertar el interés y el amor por el saber y la verdad, dos aspectos de la sociedad que se encontraban secuestrados bajo la bota que trato, sin conseguirlo, pisotear la Libertad.
El poema de Luis recuerda, con una añoranza querida y triste, momentos importantes y espolea una realidad social que se está dejando llevar por una pasividad que empieza a ser insoportable.
Este es su acierto, no dejarse llevar sólo por los recuerdos sino estar pendiente del presente y futuro.
Un fuerte abrazo, querida Ángeles.
No he querido hacer alusión a ninguno en particular excepto, claro, a quien recita un poema que me parece importante para los faltos de memoria y para quienes no saben de la existencia de los trovadores modernos, los cantautores.
ResponderEliminarSu pensamiento sigue siendo vivo.
El ágape será preparado con amor y consumido con gula.
Un abrazo, Mariano.
Bien, serían un coñazo para ti.
ResponderEliminarUn abrazo, elpresley.
Me alegro de que te haya gustado el poema a pesar de lo rápido que está recitado.
ResponderEliminarEs un buen documento y su validez es tan válida para el recuerdo como para la actualidad.
Te escribo un mail y hablamos.
Un Abrazo, Rubén.