Antonio Campillo Ruiz
La
manía de contar. El ser humano no sería racional si no hubiera tenido la
necesidad de contarle al otro. Hechos, sueños, recuerdos, historias, se agolpan
en palabras cuando nos relacionamos con los demás, de manera que el hombre se
vio impelido a imitar y crear un lenguaje que diera forma a sus pensamientos, a
sus relatos, a sus sentimientos, para recrearse con el resto de sus iguales.
Así pues, contar ha conformado la mente humana de forma especial, hasta el
punto de que en último término se podría decir que somos palabras .
Un grupo de especial relevancia que emplea sofisticados medios materiales para narrar sus historias por medio de la imagen, con un lenguaje complejo pero bello, con una sintaxis traducible a la de la lengua, es el de lo cineastas. Entre contar un filme y hacerlo existe un abismo insalvable y no hay puentes que unan ambas proyectos.
Jafar Panahi imaginó una
película cuyo desencadenante era la ofensa que reciben unos padres cuando su
hija les comunica que quiere estudiar en la universidad. Sometió el plan a la
censura y el permiso de rodar le fue denegado. Jafar es iraní y fue condenado
en 2009 a
seis años de cárcel y a no salir del país durante veinte. La pena quedó en
suspenso a cambio de permanecer recluido en su casa. Tenía una cámara digital y
decidió grabarse a sí mismo durante su obligado encierro. Nada especial: su
rutina, su iguana de compañía, su desesperación...
Un amigo que lo
visitaba, Mojtaba Mirtahmasb, le ayudó haciendo el trabajo de cámara. Entonces
Jafar tuvo la idea de leer el guión de la película que le habían censurado.
Poco a poco fue transformando la narración del guión en una película contada y
para ello dividió con cinta aislante su cuarto en espacios y describió los
escenarios en donde tenía lugar la acción. A veces, incluso rodó con la cámara
de su iPhone para detallar una situación que previamente leía.
La manía de contar
o la narración hecha imágenes a través de la voz. Así se realizó “This is not a film” de Jafar Panahi y
Mojtaba Mirtahmasb, 2011, una película sin música en la que casi ni siquiera
existen los créditos. Cuando estuvo acabada, el material se sacó de contrabando
del país y se estrena el próximo día treinta de marzo en España. Jafar Panahi,
el contador que está silenciado, proscrito y encerrado, siempre seguirá
dedicándose al oficio de contar.
Enganchado, amigo Antonio, nos tienes enganchados a tu blog.
ResponderEliminarLa manía de contar a través de las imágenes o a través de tus letras... siempre es un placer venir a tu rincón a leerte, amigo Antonio.
ResponderEliminarBesos.
Estamos a la par, amigo Enrique.
ResponderEliminar"Tus cosas de Enrique I" son tan importantes que, avariciosamente, las devoro.
Nos queremos y respetamos, amigo.
Un fuerte abrazo, Enrique.
¡Querida Carla! ¡Cuanto me alegro de que te hayas acercado por este rincón!
ResponderEliminarEs muy agradable leerte pero lo es más recibir una visita tan gratificante como esta.
Seguimos leyéndonos.
Un fuerte abrazo, querida Carla.