LAS MANOS
Antonio Campillo Ruiz
Dino Valls
En la sala de
profesores estábamos comentando las rarezas de Céspedes, el nuevo colega,
cuando alguien, desde la ventana, nos avisó que ya venía por el jardín.
Nos callamos, con
las caras atentas. Se abrió la puerta y por un instante la luz plateada de la
tarde flameó sobre los hombros de Céspedes.
Saludó con una
inclinación de cabeza y fue a firmar. Entonces vimos que levantaba dos manos
erizadas de espinas.
Trazó un garabato y,
sin mirar a nadie, salió rápidamente.
Días más tarde se
nos apareció en medio de la sala, sin darnos tiempo a interrumpir nuestra
conversación. Se acercó al escritorio y, al tomar el lapicero, mostró las manos
inflamadas por las ampollas del fuego.
Otro día -ya los
profesores nos habíamos acostumbrado a vigilárselas- se las vimos mordidas,
desgarradas. Firmó como pudo y se fue.
Céspedes era como el viento: si le hablábamos,
se nos iba con la voz.
Pasó una semana.
Supimos que no había dado clases. Nadie sabía dónde estaba. En su casa no había
dormido.
En las primeras
horas de la mañana del sábado una alumna lo encontró tendido entre los
rododendros del jardín. Estaba muerto, sin manos. Se las habían arrancado de un
tirón.
Se averiguó que
Céspedes había andado a la caza del arcángel sin alas que conoce todos los
secretos. Quizá Céspedes estuvo a punto de cazarlo en sucesivas ocasiones. Si
fue así, el arcángel debió de escabullirse en sucesivas ocasiones.
Probablemente el arcángel creó la primera vez un zarzal, la segunda una
hoguera, la tercera una bestia de fauces abiertas, y cada vez se precipitó en
sus propias creaciones arrastrando las manos de Céspedes hasta que él, de
dolor, tuvo que soltar. Quizá la última vez Céspedes aguantó la pena y no
soltó; y el arcángel sin alas volvió humillado a su reino, con manos de hombre
prendidas para siempre a sus espaldas celestes.
¡Vaya a saber!
Enrique Anderson Imbert
No conocía la obra de este cordobés. He curioseado un par de cuentos en "Cuentos de Enrique Anderson Imbert Biblioteca digital Ciudad Seva", y me han encantado, voy a leerle con mas detenimiento. Gracias Antonio.
ResponderEliminarA veces un pequeño descubrimiento se puede convertir en una gran satisfacción. Creo, como tú, Marcos, que leer a Enrique Anderson es una buena inversión de tiempo e imaginación. Sin agradecimiento, Marcos, ¡lo que quieras!
EliminarUn abrazo, Marcos.
Yo tampoco conocía nada de este autor. Al igual que Marcos, voy a buscarlo y leerloÇ; porque el relato me ha parecido muy original. Me ha encantado.
ResponderEliminarGracias Antonio por abrirme nuevos horizontes.
Un abrazo
De igual forma, María José, me alegro de haber podido serte útil. Espero que podamos hablar de alguno de sus cuentos o relatos. Como dices, su originalidad no deja lugar a que pase desapercibido.
EliminarUn fuerte abrazo, querida María José.
¨El leve Pedro¨, una de las obras maestras de este autor argentino, que fue precursor de la literatura fantástica. También ensayista; son memorables sus opiniones sobre la ficción y el cuento como género.
ResponderEliminarMucho gusto en saludarte, Carlos Enrique. No he leído tanto como tú acerca de las opiniones sobre la ficción y me gustaría hacerlo. Procuraré solicitar los libros sobre estas materias.
EliminarUn saludo.
¡Dios qué relato! No conocía nada de este autor, pero sólo esta reseña hace que merezca la pena.
ResponderEliminarGracias Antonio por dárnoslo a conocer.
Me alegro mucho, María Pilar, de que haya sido de tu agrado. Sí, es un excelente relato. Así me lo pareció y creí importante compartirlo con quienes escriben como tú, espléndidamente.
EliminarUn fuerte abrazo, querida María Pilar.
La vida no es solo respirar y alimentarse es algo más, como compartir sentimientos que genera la amistad como lo estamos haciendo en este momento.
En el que yo te felicito por la ternura que hay en cada una de las palabras expuestas en tus textos, sean poéticos, de vivencias o cualquier otro contenido con tan excelsa exquisitez, para deleite del pensamiento.
Feliz y agradable fin de semana, para ti y familia!!
Un abrazo
y un te aprecio
más allá del tiempo y la distancia.
Atte.
María Del Carmen
Querida Gatita Coquetuela, la vida sin tu ternura y tus agradables sentimientos no tendría sentido. Trato de escribir siempre pensando qué podrás decir cuando lo leas, tanto respecto al contenido como a la forma, Si creo que podrá ser útil para afianzar una amistad más respetuosa, cariñosa y exquisita, lo publico. Tú eres el faro al que miro si quiero ver luz.
EliminarUn fuerte abrazo, querida María Del Carmen.
Gracias por este recuerdo, Antonio. Es una pena que aquí, en su propia tierra, y con la ayuda de algunas políticas, autores como Anderson Imbert sean poco reconocidos. Un escritor que, aún en su lecho de muerte, hace como diez años atrás, seguía bosquejando cuentos. Gran abrazo!
ResponderEliminarEs muy frecuente, Patzy, que suceda lo que nos cuentas. En la propia tierra se minusvalora un trabajo que es memorable y de una calidad suprema. Sin embargo, el tiempo pone a todos en su lugar y la valoración, tanto del estilo como de su gran imaginación es loada por quienes lo leemos con interés.
EliminarUn fuerte abrazo, querida Patzy.
Un relato ++++++ y muy aplicable, si, en bastantes escenarios cercanos y conocidos, amigo Antonio. No dejes de escribir nunca, amigo.
ResponderEliminarUn abrazo-e y feliz día
Pues sí, amigo Enrique, es un relato excelente e imaginativo. Encontrar autores que para nosotros son bastante desconocidos a pesar de su gran calidad es muy importante y aleccionador. Me alegro mucho de que te haya gustado.
EliminarUn abrazote, amigo Enrique.
Antonio: te agradezco por publicar a este excelente cuentista argentino.
ResponderEliminarSu creación literaria forma parte de las lecturas en las escuelas de mi país, y un relato fue llevado al cine.
El cuento corto lo elaboró como pocos.
La diferencia con el micro-cuento es la argumentación.
El micro lo debemos resolver en dos líneas con los tres momentos esenciales.
-Hago propicia la oportunidad para agradecer tus comentarios,no tienes la obligación de hacerlo dadas las dificultades que me cuentas, y además porque publico poética(salvo en los otros 3 blogs).
Afectos-.
Elsa, es una excelente noticia que se estudie en las escuelas a los autores locales. Una de las mejores cualidades para que los alumnos comprendan mejor la Literatura es el conocimiento de que viven y piensan como los autores que les hacen soñar y pensar. Estos, desde su imaginación y estudio, emplazan a los estudiantes a perfeccionarse, al menos, en redacción y dicción. Enhorabuena por el sistema educativo.
EliminarTranquila. A veces, los electrones se enfadan conmigo y me dejan en silencio informático dos o tres días. Después, tengo que ponerme al corriente con todos los amigos y leerlos. Aprendo de ti más de lo que puedo aprender solo. Gracias por tu preocupación.
Un fuerte abrazo, querida Elsa.
Me ha encantado como todo lo que nos traes.
ResponderEliminarBesos amigo
Me alegro mucho de ello, Inma. Es un relato muy interesante y de un autor importante.
EliminarUn fuerte abrazo, querida Inma.