QUISE REÍRME EN TU
CARA EN EL MOMENTO EN QUE TE VI
Antonio
Campillo Ruiz
¡HA
LLEGADO! Sí, afortunadamente ha llegado un año más el proyector para “pasar”
unas películas que nos hagan disfrutar al fresco en este caluroso verano del
hemisferio norte y al buen calorcito de la mesa de camilla, comiendo castañas y
palomitas, en el hemisferio sur. Como en años anteriores empezamos “CINE
DE VERANO V” y el programador de las películas tendrá en cuenta, a
veces sin poder hacer nada, los cambios y “retiradas sin aviso previo” de
alguna de las películas, que a lo largo del año se han seleccionado, para evitar
su baile de publicación/retirada al que nos tienen acostumbrados los dueños de
casi todo en la red de redes. De momento no ha sucedido hecho alguno de interés
y por ello, diremos al proyectista: ¡ADELANTE,
MOTORES…!
La más atroz de las cosas
malas de la gente mala es
el silencio de la gente buena.
Mahatma Gandhi
La
novela del escritor Georges de La Fouchardière y André Mouézy-Éon titulada "La Chienne”, “La Golfa”, fue la base del guión de una de las obras del cineasta francés
Jean
Renoir, que la llevó a la gran pantalla por primera vez en 1931 bajo el
título original homónimo en francés de la novela, y traducida como "Isn't Life a Bitch?", queriendo
justificar, incluso con este título los desmanes perversos de quien se
manifiesta en la vida de forma peculiar. ”Scarlet Street”, “Perversidad” es el décimo largometraje
norteamericano del realizador de origen austriaco Fritz Lang, rodado
durante los tres meses del verano de 1945 en los Universal Studios. Con un
guión del gran Dudley Nichols, Lang
homenajea al gran maestro Renoir en este remake con el que
mantiene elementos comunes y soluciones diversas, resultando muy diferente por su
concepción y el estilo del cineasta maestro del expresionismo alemán.
El
relato es mucho más pesimista, desgarrador y sombrío que el de Renoir.
Posee un estilo que da gran importancia a la sugerencia y a las indicaciones
rápidas y sutiles. Los caracteres se definen con precisiones nuevas, que
ahondan los trazos de fragilidad, frustración y desolación de los personajes. Denso,
angustioso y claustrofóbico, el relato no permite un momento de respiro al
espectador. El resultado es un drama agobiante, pesimista, melancólico y
desgarrador, que penetra en el espíritu dejando una huella casi indeleble en
quienes se introducen en este mundo implacable. La atmósfera agobiante, incluso
de pesadilla, se llega a apoderar de un
público que observa con consternación y sentimientos contrapuestos los
acontecimientos que van marcando a cada uno de los personajes. Visionar todos
los sentimientos sugeridos provoca un estado de tensión añadida a una simple
representación cinematográfica: abusos, violencia de género, violencia
emocional, humillación y sumisión.
A
pesar de la meticulosidad con la que Fritz Lang define el tiempo
cinematográfico y el tiempo fílmico (recordemos una de sus obras maestras, de
diferente título en función del país en el que se proyectó, “Der
Müde Tod”, “Destino” o “Las tres luces”, 1921, en la que el
tiempo es protagonista), en “Perversidad”
no define el tiempo cinematográfico y se
pasea por el borde de un tiempo fílmico del que le sobra todo, no quiere
perfilar nada más que lo significativo. Sin embargo, el tiempo en el que se
desarrolla la acción es equívoco y difícil de precisar. Su transcurrir puede
ser lento o rápido y violento. Las elipsis son tan inmensas o tan cortas como
el espectador sienta el transcurrir de los acontecimientos narrados y aprecia
que transcurren en un tiempo porque aprecia mejor las elipsis que el propio tiempo
transcurrido. La imaginación de quien es mero visitante de situaciones trágicas
o sensibles, proyecta las sugerencias del director incluso a costa de pequeños
empellones, unos caminos por los que nos guía sin límite y en los que se
atropellan, a veces, acontecimientos que son tan inesperados como
inconcebibles.
Los actores están dirigidos con maestría a pesar de la sombra inmensa de Edward G. Robinson, sobre ellos. Los puntos de vista de la cámara son los que salvan, en muchas ocasiones aspectos dramáticos y actuaciones que no acabarían de ser verosímiles si solo los coprotagonistas Katharine 'Kitty' March, Joan Bennett, y Johnny Prince, Dan Duryea, tratasen de representar unos papeles que, siendo correctos, no aportan aspectos emotivos sino descriptivos y narrativos. La música pasa desapercibida completamente en el conjunto de la obra, sin apenas protagonismo salvo por los énfasis finales. Es de agradecer que así sea y estando presente, no intervenga en la acción puesto que no es decisiva para ella. ”Scarlet Street”, “Perversidad” es una de las muestras de perversidad más cruel y despiadada que se haya filmado para el cine.
Es muy importante visionar la película a plena pantalla.
Bravooo, bravoooo un año masss el cine de veranooo.
ResponderEliminarBesos
Aquí estoy sentadita, para tener buen puesto....
ResponderEliminarBesos, amigo Antonio
El resurgir de las joyitas veraniegas, servidas a domicilio por el fantástico Antonio. Bravo una vez mas.
ResponderEliminarYo estoy sentado en la fila de los mancos con mi Pilarica. Ya sabes lo que me gusta tu cine de verano, Antonio.
ResponderEliminarAquí en el pueblo también se hace desde hace unos años el "Cinema a la fresca", yo cuando voy a veranear al Pilar de la Horadada y a San Pedro del Pinatar, no me pierdo algúna que otra sesión aunque no soy muy peliculero como mi mujer que no se pierde ni una y supongo que esta que nos traes la verá, gracias Antonio
ResponderEliminarUn abrazo
que lindo aca en miami no existe eso
ResponderEliminarLa pelicula que presentas maravillosa desde la entrada de la musica de antes hasta el blanco y negor fabuloso
eres excelente en el diseño de lo que haces
Genial, amigo Campillo, genial. Acabo de comprar y descargar, la película. Gracias.
ResponderEliminarTristes o alegres, en blanco y negro o de color , las películas del cine clásico siempre me dejan satisfecha.
ResponderEliminarMe estoy planteando ponerme una pantalla grande en mi jardín y ponerme a ver películas de época en estas noches embrujadas que son estas noches de verano.
Creo que para celebrarlo prepararé una buena sangría con las frutas más especiales y los licores más exquisitos.
¿Cómo tienes tiempo y paciencia para preparar estas entradas tan elaboradas?
Son todo un privilegio.
Gracias, amigo.
Ya verás tu la que se liará. Estáis todos invitados a la fiesta.
ResponderEliminarUna gran película. Me encanta este tipo de cine.
ResponderEliminarMe alegra mucho verla de nuevo.
Gracias!!
Un abrazo enorme, querido Antonio.
Bueno...ya voy a comprar "las palomitas" (aquí le decimos "pochoclo"!) Hoy es un día muy frío en Buenos Aires, amaneció con apenas 3 grados, así que al calorcito de la estufita, me dispongo a empezar a disfrutar de tu cine de VERANO-INVIERNO ! Gracias, Antonio!
ResponderEliminarVuscaré la pelicula para verla. Me encantan el blanco y negro.
ResponderEliminarSaludos.
¡¡¡Con lo que me gustan las películas en blanco y negro!!! como así también, las fotografías....Hacen que mi imaginación vuele pensando en los distintos tonos......
ResponderEliminarEsta película la ví, hace mucho, pero la volveré a ver.....Edward G Robinson es uno de mis predilectos.
Gracias Antonio!
Un abrazo.
Antonio, como puedes comprobar tus palabras de amigo y cenefilo me llegan... tu cine es mi cine.. como hemos hablado esta mañana. Ya estoy aqui, preparado y muy agustito.....Gracias.
ResponderEliminarUn abrazo. Carlos
Un comentario frívolo a esta obra del maestro Fritz Lang sobre sentimientos y culpas tan griegos, y que he disfrutado gracias a ti, Antonio. Joan Bennett es una de esas actrices de un insinuado pero profundo erotismo que pasa casi desapercibido. Truffaut, de joven, anduvo loco con imágenes suyas en “La mujer de la Playa” de Renoir. Creo que él exageraba debido, seguro, a su juventud, pues hablaba de erotismo “tórrido”…y hombre, tórrido, lo que se dice tórrido lo tiene Gene Tierney en la Ruta del Tabaco o en El embrujo de Shanghai …
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