NUNCA TE OLVIDAMOS MARILYN

UNA MUJER FRÍVOLA, OTRA CALCULADORA Y UNA TERCERA INOCENTE

Antonio Campillo Ruiz

Hoy, quincuagésimo segundo aniversario de la muerte, en extrañas circunstancias, de Marilyn Monroe, nuestra memoria es para ella: Marilyn, nunca te olvidaremos.

  

Un remake basado en la obra teatral de de Zoe Akins, “Tres rubias” de Lowell Sherman, 1932, fue la primera comedia en Cinemascope, “How to Marry a Millionaire”, “Cómo casarse con un millonario”  de Jean Negulesco, 1953, corroborando que este formato no es utilizable con éxito para la comedia. Debido al gran tamaño de la pantalla, la privación, en gran medida, necesaria para exaltar aspectos íntimos de los personajes, se aprecia como una deficiencia que hubiese cambiado toda la trama fílmica en el desarrollo de la narración cinematográfica. En la década de los cincuenta del siglo pasado se admiten escenas sin relación alguna con el guión de cinco minutos y cincuenta segundos, unos ocho mil cuatrocientos fotogramas, como en este caso. Así, el prólogo que se deja realizar a Alfred Newman, interpretando la moderna composición “Street scene”, no posee otro valor que la prueba y espaldarazo del sonido estereofónico en el cine.

Una aparentemente divertida comedia, con momentos conmovedores. La fuerte personalidad de Lauren Bacall, maestra e inventora del método para tender las redes a tres hombres millonarios, uno para cada una, contrasta con las personalidades de estas tres chicas: una frívola, una calculadora y otra entre inocente y un poco cegata pero sin manifestarlo. Su objetivo es cazar a cualquier calvete millonario, aunque les cueste aparentar un poco de clase  adinerada y moverse en los ambientes que frecuentan tales especímenes. Pero, la vida es buena con ellas y pronto les mostrará la otra cara de la vida: existe otra forma de vivir siendo felices.

Marilyn Monroe, adorable, sexy y tierna, hace gala de una estupenda interpretación entre cómica, despistada e inocente jovencita que el espectador hubiese preferido más minutos en pantalla y planos más cercanos donde se pudieran ver mejor sus expresiones. Silencia a todos demostrando que poseía un talento especial para la comedia. Lauren Bacall y Betty Grable realizan unas interpretaciones correctas pero siempre se encuentran apagadas por la soltura de Marilyn. Cinematográficamente, la película utiliza demasiados dobles en tomas largas y de espaldas, mezcladas con brevísimos contrapicados de los actores, rodados en estudio con demasiadas transparencias y luces que contrastan con las naturales. 

Podríamos establecer que su coste en medios fue demasiado bajo y Negulesco dejó hacer a todo el equipo demasiado. Fílmicamente el espectador recibe un toque demasiado grande de machismo provocado, precisamente por las chicas, y la pasividad de quienes se sienten poderosos con su dinero. Los momentos cómicos, inesperados y todos ellos realizados por Marilyn, se convierten en muy pocos cuando apreciamos que sería el fundamento para quitar aspectos irrelevantes o de hechos discriminatorios. Una de las pocas películas que se pueden visionar en la red que se convirtió en un éxito de los cincuenta: nominada al Óscar como mejor vestuario y en los Bafta a la mejor película. Hoy, el tiempo, implacable, la sume en un olvido que jamás tendrá continuación.

Jean Negulesco

Es importante visionar la película a plena pantalla.

Cómo casarse con un millonario from tv gold on Vimeo.