DESDE EL SISTEMA
SOLAR A LA GALAXIA NGC 6744
Antonio
Campillo Ruiz
Super Luna cerca de su perigeo
©Jerry Lodriguss
Grande,
brillante y hermosa, la Luna llena cerca del perigeo, el punto más cercano de
su órbita elíptica alrededor de nuestro planeta, se levantó el 10 de agosto.
Esta imagen notable capta la escena con una calidad de ensueño en la costa este
de los Estados Unidos. La imagen es en realidad una combinación de 10 cuadros
digitales realizados con exposiciones de 1/500 de segundo hasta 1 segundo. Se
obtiene de esta forma un contraste y detalle mucho más amplio de lo normal con
respecto a su rango de brillo. A una distancia de perigeo de apenas 356.896
kilometros, la Luna llena de agosto estuvo a la distancia más cercana de la Tierra.
En el presente año tenemos tres perigeos. Si no se pudo contemplar este, no
perdamos el siguiente el día 8 de septiembre. Entonces, cerca de la fase lunar
llena, su perigeo será un poco más distante 358.387 kilómetros de distancia pero
la Luna será igualmente bella y se encontrará muy cercana.
El cielo estrellado en Hollow Hill, Cerro Hueco
©Phill Ronda
Fotografiadas
a exposición de varias horas, el
movimiento de rotación de la Tierra capta los perfectos círculos de los objetos
luminosos lejanos a ella, las estrellas. Cuando
se mira hacia arriba, hacia el cielo estrellado de una noche con Luna
Nueva, en Nueva Zelanda Hollow Cave Hill, la maravilla del Universo se nos
muestra con sus leyes de movimiento. Las luciérnagas de Nueva Zelanda repartidas
por todo el techo de la cueva que las acoge producen el efecto de volar en
perfectos y atractivos círculos cual insectos desprevenidos a los que hemos
descubierto el secreto de su vuelo. Atrapados en la trampa indeleble de los
pixeles o el acetato plateado, semejan una inmensa colonia en busca de su
alimento: la belleza.
Rastros de la estrella sobre Indonesia
©HuiChieh
Tanto
la tierra y el cielo estaban inquietos cuando se realizó esta fotografía. El terreno
inestable con la erupción del Monte Semeru en la distancia, la caldera de vapor
del Monte Bromo en la izquierda, del que fluye niebla, y las luces de los
coches en movimiento a lo largo de los caminos semeja un hilo entre colinas y
volcanes en el Parque Nacional de Bromo Tengger Semeru en Java Oriental,
Indonesia. El cielo se agita, incluidas las estrellas que circundan el Polo Sur
celeste e incluso un meteorito cruza la parte derecha de la imagen. La exposición fotográfica se realizó
con 270 imágenes y fue tomada en la
colina de King Kong a mediados de junio durante más de dos horas, con una Luna
creciente iluminando el paisaje.
Maltratada Tierra
©Simone Marchi
(SwRI), SSERVI, NASA
Hace
cuatro mil millones de años, durante el eón Hadean, nuestro Sistema Solar era
un lejano lugar de la Vía Láctea blanco directo de choques a todos sus
componentes: grandes y peligrosas rocas, trozos de hielo y otros cuerpos
celestes chocaban en una atropellada anarquía de movimientos incontrolados,
contra los astros en formación. No había lugar en la Tierra que se encontrase a
salvo de estas innumerables colisiones. Exámenes reciente de los datos de
bombardeos lunares y terrestres indican que toda la superficie de la Tierra
experimentó convulsiones parciales, ocultando una inmensa y antigua historia
geológica de nuestro planeta. La lluvia de esta devastación no favoreció en
absoluto la difícil evolución para que cualquier forma de vida pudiese sobrevivir
y, por tanto reproducirse. A pesar de ello, las bacterias termófilas, que
pueden soportar altas temperaturas, tuvieron su mejor oportunidad. Océanos que
se creen formados durante esta época hervían tras ser impactados durante la
larga noche de su inmensa formación. Mil millones de años más tarde, en un
Sistema Solar más tranquilo, se formó el primer supercontinente de la Tierra.
Galaxia espiral NGC 6744
©Don Goldman
La bellísima
galaxia espiral NGC 6744 tiene unas dimensiones mayores que nuestra Vía Láctea:
175.000 años luz de diámetro. Se
encuentra a unos 30 millones de años-luz de distancia de ella, en la constelación
austral del Pavo. No vemos su disco en el Universo sino un plano inclinado
hacia nuestra línea de visión. Orientación y composición dan un fuerte sentido
de profundidad a esta instantánea, coloreada digitalmente, de la galaxia que
cubre un área de aproximadamente el tamaño angular de la Luna llena. El núcleo
amarillento de esta gigante de las galaxias está dominado por la luz de las
viejas estrellas frías. Más allá del núcleo, en espiral, los brazos, plenos de
cúmulos de estrellas azules jóvenes y estrellas rosadas, pertenecen a regiones en
formación que barren el pasado de una galaxia satélite más pequeña, en la parte
inferior izquierda. Recuerda a la galaxia satélite de la Vía Láctea: la Gran
Nube de Magallanes.
Qué maravillosas imágenes, Antonio, a mi lo que más me deja perpleja es la magia del ser humano: ese cerebro tan desconocido en algunos aspectos y que ha llegado a desarrollar técnicas tan sofisticadas para llegar allí donde el ojo humano no llega. Toda una maravilla...y tu texto con tantos detalles técnicos que es un derroche de conocimientos.
ResponderEliminarMuchas gracias, Antonio, te mereces un beso bien grande.
Toda la belleza de ese prácticamente desconocido universo. ¿Podremos contemplarlo en todo su esplendor cuando solo seamos espíritu?.
ResponderEliminarGenial, Maestro Campillo. Lo subo, con tu permiso, a http://www.meneame.net/story/maravilloso-universo-desde-sistema-solar-galaxia-ngc-6744
ResponderEliminarBellísimo blog estimados amigos. Un placer nos ofrecen sus fotos y descripción de ellas. Me gustaría que visitaran una entrada de mi blog (Palabras y Tiempo), llamada Éter poesía ... pueden localizarla en entradas antiguas o en el listado de lo mas leído . Ojalá y me dejen su opinión. Un abrazo y seguimos en comunicación.
ResponderEliminarAquí tuvimos una luna espectacular y fueron muchos los fotógrafos que se lanzaron a la sierra a captar bellas tomas con sus cámaras que luego difundieron por el mundo de las redes sociales y de los blogs. Y podría decir, sin temor a equivocarme, que es seguro que en la misma noche pudieron ver a zorros, jabalíes y buhos.
ResponderEliminarUn saludo
La luna llegó a su perigeo justo en el momento en que yo llegaba a Baeza después de más de nueve horas al volante.
ResponderEliminarY de pronto apareció como una Reina que me regresó a mi infancia de años ha.
Y tu andabas por allí, haciendo tus cábalas y tus cuentas, tus historias y tus sueños como si también fueras un niño.
No me extraña que Muñoz Molina llamara Plenilunio a uno de sus mejores libros que, por cierto no me pude llegar a terminar de tanto como me dolía.
Así son las cosas y así es la Vida, Antonio.
Empiezo a sentir la campiña y los campos, campos campos...entre los olivos ....
Luna hechicera que por qué derroteros nos lleva.
Es una entrada mágica, Antonio.
Es muy impresionante contemplar tanta grandeza y una maravilla con tus descripciones. ¡Gracias!
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Vi tu anterior entrada pero no tuve tiempo de enviarte el comentario que me provocó, así que lo fundo con el presente, pues la luna ha sido compañera de mi cine de verano y aunque este año no he tenido ocasión de disfrutarlo con esa luna hermosa desde la que envías tu crónica espectacular, son inseparables en mi recuerdo.
ResponderEliminarQuerido amigo, el cierre de tu cine de verano trae aromas de Cinema Paradiso y The Last Picture Show, nostalgia, y la última imagen podía ser la de un cine de Algarrobo, en Almería, donde conocí un antiguo campo de avellanos que había sido limpiado para crear en el centro una sala al aire libre, ofreciéndote aperitivo extra, ya que todo el perímetro estaba cerrado por los árboles que se salvaron de la tala con montoncillos de avellanas rodeando los troncos. En las casas de alrededor los vecinos se apiñaban en sus balcones para ver gratis la película, entre ellos muchos niños que así se saltaban las normas.
Así que gracias por tu buen cine y hasta la próxima temporada de verano.
No sé que ha pasado con mi comentario. Te decía que las imágenes son bellísimas. En torno al 10 de agosto, con un cielo despejado, he visto salir del mar una luna impresinante, con tanta majestuosidad y belleza que te atrae como un imán y te deja sin palabras.
ResponderEliminarCariñoso saludo de vuelta de las vacaciones.
Maravillosas imágenes y un texto brillante.
ResponderEliminarTe felicito. Un abrazo grande, querido amigo.