Antonio Campillo Ruiz
Takahiro Hara
“Y tú encantada
de la vida. O sea que yo no pude ir a buscarte. Ni te busqué en otra mujer ni
nada. Ni siquiera te molesté. Lo que hice fue meterme en mi mundo para poderte
esperar siempre ahí y fingir que la vida cotidiana también me era posible.
Encontré toda una vida de sedantes en mis amigos y me reía y los hice reír y
canté y me emborraché y trabajé y empecé a eso que se dice triunfar y bailé
(pésimo siempre) y narices respingadas hubo, por decirlo de alguna manera, y
algunas cruelmente mejor respingadas que las tuyas, pero bastaba siempre con
acercarme bien para que nadie fuera como tú eres así. Y mi esperanza fue por
dentro. Sigue yendo por dentro. Y a veces se ríe o se burla de mí cuando en la
vida cotidiana hasta parece que fuera un canalla, unas veces; un cretino,
otras, o aquel muchacho que empezó desde cero por eso de que, cuando iluminé un
MG rojo, faltaban pocos meses para terminar el colegio y el baile de promoción
era sagrado y cada uno debía asistir con la chica más maravillosa de su vida.”
Bryce Echenique, “No me
esperen en abril”
Bonjour Louisa,
ResponderEliminarJe te remercie de ta visite et de ton gentil commentaire. Et te souhaite une très belle visite de l'exposition Rodin à Cartagena!
Amicalement
Extraordinario tu texto
ResponderEliminarBonjour, Kenza: Je m'ai exprimé mal, donc nous avons vu l'exposition l'année passée.
ResponderEliminarAu revoir.
La búsqueda de la mujer perfecta, de la que nunca pudo ser, por eso tan inolvidable.
ResponderEliminarSaludos, María Luisa
MB. Me recuerda tantas cosas. Un magnifico retrato.
ResponderEliminarAmiga Mucha, es cierto, este texto de Brice es imprescindible. Sus recuerdos, sus retratos, som imprescindibles.
ResponderEliminarUn abrazo, amiga Mucha.
Creo que es cierto, Alicia. El texto completo se debe leer y releer para completar su total belleza.
ResponderEliminarUb fuerte abrazo, querida Alicia.
me agrada quebte guste, Enrique. Ahora solo se publicarän las programaciones.
ResponderEliminarUn abrazo, amigo.