domingo, 1 de febrero de 2015

UN COMPLEJO CÁLCULO MATEMÁTICO

ELEVAR EL ESPÍRITU

Antonio Campillo Ruiz

© Antonio Campillo Ruiz

   Matemáticamente exactos, a veces enormes y siempre bellos, los rosetones presiden, en general, la pared oeste de catedrales e iglesias cristianas. En los estilos arquitectónicos parcos en luz y de pesada arquitectura, tímidamente, sin la majestuosidad de la luz que el paso del tiempo y los avances en los componentes del vidrio proporcionaron, el rosetón se fue vistiendo de gala para filtrar los rayos del sol poniente, especialmente en determinadas fechas señaladas de las estaciones anuales, para iluminar las aras construidas en la cabecera de la planta mayor de catedrales e iglesias, donde el sol naciente incide con la altivez del amanecer y acaba con el ocaso que le proporciona el rosetón.

© Antonio Campillo Ruiz

   Hasta el siglo XIII muchos de los rosetones proporcionaban también, la iluminación de las naves laterales, tanto en plantas de cruz griega como latina. Al levantar paredes de maravillosos vitrales, imposibles de mantenerse en pie si no hubiese nacido una novedosa estructura arquitectónica, los rosetones se construyeron más grandes, más complejos en su diseño, más luminosos y ubicados sobre la portada principal. Su forma circular se encuentra, en general, decorada con complejos elementos matemáticamente perfectos y estudiados por los maestros de obra o por los propios tallistas constructores, dejando su impronta en la concepción personal de la simbología que querían expresar. Es sorprendente tal perfección por la especial relación existente entre el trazado labrado en piedra y los vitrales que soporta para que la iluminación alcance el doble objetivo de la componente mariana, representando una flor y la del Salvador, cuyos rayos luminosos, separados en haces de diferentes colores y formas, alcanzan el lugar preferente de adoración.

© Antonio Campillo Ruiz

   A veces, la simbología puede poseer diferentes interpretaciones por las licencias que de ella hacemos, coincidentes o no, con la intencionalidad de los constructores. Debemos tener en cuenta que la flor por excelencia que representa a María, no es de forma redondeada, es una azucena. Recordemos que las iglesias y catedrales católicas consagradas a María, en cualquiera de sus nombres, poseen en la parte superior de la portada principal e incluso, a veces, en otros lugares preferentes, una terraza: búcaro con flores de azucenas. Son las flores que pintores y artistas de todos los géneros han plasmado en sus obras cuando han representado la Anunciación del Ángel a María. Bien, pues, si las terrazas poseen las flores marianas, la simbología del rosetón, circular y de compleja decoración interna, podemos convenir que puede poseer más de una posible simbología.

© Antonio Campillo Ruiz

   La exacta medida de la iluminación y grados de altura del sol en los diferentes solsticios, el siempre complejo cálculo matemático de las formas inscritas en el círculo, la perfección de los componentes químicos de los vitrales para la separación perfecta de los haces de luz poniente, la majestuosa visibilidad que poseen para peregrinos y lugareños de las ciudades que se construían con lentitud alrededor de la iglesia, la catedral, suscitan en el visitante o creyente un impacto sublime de belleza que reconforta y eleva el espíritu.   

Es importante visionar el montaje a plena pantalla.

13 comentarios:

  1. Me has dejado maravillada con las fotos y el montaje de la película. Como a ti, siempre me han gustado los rosetones (también las vidrieras), y creo que nunca los había visto tan de cerca como en esta entrada. Una auténtica belleza, maestro Campillo.
    Gracias por tanta belleza.
    Un abrazo.

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  2. Sin palabras, sólo decir "por sus obras los conoceréis" Hay que darse una vuelta omo esta por esos mundos para situarnos en el lugar que nos corresponde del universo: un granito de arena.
    Un abrazo

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  3. Una maravilla de fotos y un vídeo precioso.
    Una belleza llena de luz.
    Te felicito.
    Un fuerte abrazo. Feliz comienzo de semana.

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  4. Una maravilla de fotos y un vídeo precioso.
    Una belleza llena de luz.
    Te felicito.
    Un fuerte abrazo. Feliz comienzo de semana.

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  5. Que quieres que te diga. Una entrada de Antonio Campillo... "Sublime". No es que haya viajado mucho, solo algunos países de Europa. Unas veces de corre-prisas y otras mas despacio, pero cuanto tiempo o cuantas vidas tendríamos que tener para disfrutar de lo que vemos, si una sola catedral, como la de Colonia te llevaría semanas el apreciarla. He estado varias veces en Florencia y Roma. No he visto nada. Y aun peor, un viaje por Portugal, donde en cada monasterio, maravilloso estábamos como media hora. Me has dejado con hambre de seguir aprendiendo y disfrutando.

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  6. Es maravilloso el efecto y mucho más encontrar las razones y justificaciones a su diseño, maestro Campillo. La Fe, siempre, superada por la ciencia ... tarde o temprano.
    Un abrazo de lunes.

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  7. Cuanta grandeza en tus entradas y sobre todo, la riqueza de información que nos prodigas. Me has recordado las obras de La Catedral del Mar o Los Pilares de la Tierra donde iban desgranando los avatares de las grandes construcciones de antiguas catedrales que son la gloria del que a través de los siglos las contempla. Como tu y como yo, pero sobre todo como tu que incluso te has recreado en explicárnoslas.
    Las matemáticas son magia pura, como todo cuanto escribes y presentas.
    Da gusto leerte.

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  8. Tout l'art des constructeurs de cathédrales résidait dans la géométrie pythagoricienne, ou l'art du trait. ..

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  9. Antonio como siempre con tus entradas se hace la luz y nunca mejor dicho por los rosetones y las vidrieras. Siempre, cuando he visitado una catedral gótica, me he quedado ensimismada en estos elementos de luz y en la sabiduría de sus constructores, no sé si será cierto que en cada rosetón hay oculto un mensaje que sólo los masones pueden comprender, lo que sí sé, es que asombran por la belleza de su colorido y perfección. He estado varias veces en Roma y Florencia y me quedaba mirando estas maravillas que pocas veces se sabe quien las hizo.
    Porque lo extraño es que casi todas ellas son anónimas, no figura el vidriero que las construyó, eso era lo menos importante, no había la vanidad de firmar la obra, todo se hacía por el amor que se sentía hacia María, Jesús... con episodios de sus vidas.
    Leerte es un placer, Antonio, tus entradas son fabulosas y quitas los velos de la ignorancia y siembras semillas de sabiduría.

    Un abrazo con cariño. Ángeles.

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  10. Realmente buena tu entrada. La información escrita, muy didáctica, es la precisa y suficiente para conocer datos sobre esas obras de ingeniería, arte y construcción que son los rosetones. Con respecto al video me ha parecido fantástico. Se nota en él tu mano como experto en ese mundo creativo de imágenes e historias que es la cinematografía. Buena la música y muy acorde con esa lenta sucesión de planos similares que cada vez se acercan más al centro descubriéndonos nuevas imágenes. Lo dicho, francamente buena. Un abrazo.

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  11. He visto tu vídeo como uno de aquellos calidoscopios de mi infancia. Y pienso que has tenido un año viajero porque parece que cada rosetón esté visto desde el interior, sólo así pueden fotografiarse iluminados en toda su grandeza, querido Antonio.
    Como bien explicas, gracias a los avances de la época nuestros templos se llenaron de esos ojos de Dios que iluminan las naves. Pero los conocimientos precisos para lograrlo no son cualquier cosa. Al más alto nivel, cálculos de resistencia, física, química.
    Felicidades por los viajes, las fotos y el montaje.

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  12. Una gozada estos rosetones, lo que vemos es lo que nos impresiona, quiero decir el trabajo acabado, todo empieza con un trocito y uno detrás de otro como las arañas empezar a sumar, los que somos de los antiguos oficios sabemos lo que es empezar una obra compleja
    Un abrazo ANtonio

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