NATURALEZA TECNOLÓGICA
Antonio Campillo Ruiz
¿Cómo
representar el instante en el que materia y energía de los seres vivos, con
diferente sexo e incluso hermafroditas, se unen hasta desaparecer, en pro de una nueva
forma viviente? Es un instante tan profundo, tan infinitamente importante para
la especie, tan maravilloso, que la evolución se ha encargado de dotar de
mecanismos y medios, tan dispares como peculiares, a los seres vivos con el fin
de facilitar una continuidad que debería ser infinita puesto que coexisten, a
la vez, con la destrucción de la materia viva, la muerte.
Gran
parte de organismos vivos no poseen sino la eficaz ayuda de la Naturaleza para
transformarse, para conseguir renacer a través del material genético que
transmiten a sus descendientes. Así, con la lentitud de una delicada caricia,
con la belleza de millones de formas de reproducción, con la colaboración y
protección de un entorno que abarca todo nuestro sistema solar, animales microscópicos, macroscópicos con
materiales que colaboran en la protección ambiental, conforman unos ecosistemas
frágiles con una interrelación tan equilibrada como sutilmente quebradiza.
Desde
estados evolutivos primigenios, miles de millones de organismos acuáticos, conformando
inmensas colonias, estallan cual marea de reproducción coincidiendo con
determinadas fechas, características de procesos astrales y propiedades
químicas del agua en la que habitan. Nubes
inmensas de células fecundadoras masculinas transforman colores y luces al tratar
de alcanzar los óvulos que esperan la magia fascinante del prodigio de la
autotransformación.
“Solipsist” de Andrew Thomas Huang, 2012, con un equipo que ya ha instituido una escuela, han concebido
un mundo basándose en los fenómenos relacionados con la Naturaleza y su
especial interpretación, mediante diseño infográfíco. De él ha surgido esta
muestra de imaginación e inventiva que, con los avances tecnológicos,
imparables en el momento actual, podrá generar la belleza invisible que el ojo
humano ha soñado alcanzar.
Es importante visionar el vídeo a plena pantalla.
Una maravilla todo, Antonio, preciosas imágenes y el vídeo una belleza, muy acorde con un texto lleno de sensibilidad.
ResponderEliminarUn fuerte beso, Antonio.
El vídeo es impresionante, Antonio. Me ha tenido apenas sin parpadear por su poder hipnótico.
ResponderEliminarQué cosas más interesantes nos ofreces siempre, amigo. Color, vida, belleza... Da gusto pasarse por aquí.
Un grandísimo abrazo, querido Antonio.
Todo un placer visual que podemos ver gracias a los nuevos medios y a una persona tan creativa como Huang.
ResponderEliminarY a ti claro, que lo has compartido, :)
Un enorme abrazo querido amigo.
Acojonao me has dejao Antonio, escalofrios entran de ver esas imágenes
ResponderEliminarEl hombre es capaz de realizar todo aquello que puede imaginar, yo creo que sí y que estamos en el camino, de entrada estos cortos o pelis eran impensables hace unos años
Un abrazo amigo ANtonio
Es soprendente la creatividad de estos artistas de la imagen. Primero, para centrarse en un tema tan poco manido y fuera de los intereses de las grandes empresas económicas y en segundo, para tener la habilidad de crear unas imágenes tan impactantes y llenas de magnetismo al mismo tiempo. Una delicia.
ResponderEliminarUn saludo
Como se dice en mi tierra...''vaya monstruo'' que quiere decir mas o menos que grande el señor.
ResponderEliminarUna pasada el y tu post.
Que alegría poder comentar.
Besitos muchos amigo
Aquí te has superado, amigo Antonio.
ResponderEliminarExplicado así, hay tanto de poesía en el origen de la vida que pide la batuta de Strauss como acompañamiento a sus infinitas formas de reproducción, eterna danza acuática, delicada fragilidad que ha demostrado tal fortaleza. El documental es bellísimo y exquisito en cuanto a sugerencias.
Un vídeo fantástico.
ResponderEliminarMuchas gracias por esta entrada tan bellísima.
Realmente impresionante.
Un gran abrazo.