GALAXIAS NGC
Antonio Campillo Ruiz
“Hemos averiguado que vivimos en
un insignificante planeta de una
triste estrella perdida en una galaxia
metida en una esquina olvidada de
un Universo en el que hay muchas
mas galaxias que personas.”
Carl Sagan
Galaxia NGC 4565 ©Lóránd Fényes
¿Nuestra
galaxia, La Vía Láctea, es tan delgada?
Nosotros lo creemos. La magnífica galaxia espiral NGC 4565, también conocida como la aguja de las
galaxias por su perfil estrecho, brillante y bello, es objeto de visualización
satisfactoria desde muchos telescopios terrestres que apuntan al cielo del
hemisferio Norte. Se encuentra en la débil, cuidada y delicada constelación Coma
Berenice. Esta imagen nítida, de colores vivos, revela el núcleo central
abultado de la galaxia, cortando y oscureciendo los carriles de polvo que
encajan su plano galáctico fino. Un grupo de galaxias, al fondo, se incluye en
el bonito campo de visión, con la galaxia vecina NGC 4562 en la izquierda superior. La galaxia NGC 4565 se encuentra, a una distancia desde nosotros, de unos 40 millones de años luz (1.261.440.000.000.000, mil doscientos sesenta y un billones
cuatrocientos cuarenta mil millones de kilómetros), y abarca unos 100.000 años luz (3.153.600.000.000, tres
billones ciento cincuenta y tres mil seiscientos millones de kilómetros). NGC 4565 está considerada
como una especial y prominente obra maestra celeste.
Galaxia Espiral NGC 6744
© Daniel Verschatse
La
gran galaxia espiral NGC 6744 es casi 175.000
años luz (5.518.800.000.000, cinco mil quinientos dieciocho billones
ochocientos millones de kilómetros), más grande, de través, que nuestra
propia Vía Láctea. Se encuentra a unos
30 millones de años luz
(946.080.000.000.000, novecientos cuarenta y seis billones ochenta mil millones
de kilómetros), de distancia de nosotros, en el sur de la Constelación de Pavo y aparece como un objeto débil, extendido. Se puede
observar el disco del universo de la isla cercana inclinado hacia nuestra línea
de visión. Esta fotografía, notablemente detallada de la galaxia, cubre un área
alrededor del tamaño angular de la Luna Llena.
En ella, el núcleo amarillento de la gigante está dominado por la luz de
estrellas viejas y frescas. Más allá del núcleo, los brazos espirales llenos de
jóvenes racimos de estrellas azules y regiones de formación de estrellas
rosáceas, se extienden lejos de una galaxia satélite más pequeña en la parte inferior
izquierda, que recuerda a la galaxia satélite de la Vía Láctea, la Gran
Nube de Magallanes.
Galaxia NGC 3621
© Robert Gendler, Roberto Colombari
Hubble Legacy Archive, European
Southern
Mucho
más allá del grupo local de galaxias podemos observar la galaxia NGC 3621, a unos 22 millones de años luz de distancia
(693.792.000.000.000, seiscientos noventa y tres billones setecientos noventa y
dos mil millones de kilómetros). Se encuentra en la constelación meridional
multi-encabezada Hydra. Los brazos espirales, de la isla espiral en este magnífico lugar del Universo,
se cargan con los racimos luminosos de las estrellas azules, las regiones
rosadas y los carriles oscuros de polvo. Aún así, para los astrónomos, NGC 3621 no ha sido
simplemente otra galaxia espiral cara-sobre. Algunas de sus estrellas más
brillantes se han utilizado como velas stándar para establecer estimaciones
importantes de distancias extragalácticas y la escala del Universo. Esta
hermosa imagen de NGC 3621,
es el resultado de un grupo de datos del telescopio espacial Hubble y otro
terrestre. Sus brazos espirales sueltos, lejos de las regiones centrales más
brillantes de la galaxia, se expanden a lo largo de unos 100.000 años luz (3.153.600.000.000, tres billones ciento cincuenta y
tres mil seiscientos millones de kilómetros). Las estrellas en primer
plano, de nuestra propia galaxia, La Vía Láctea
y galaxias de fondo aún más distantes, se encuentran dispersas a través del
fondo coloreado.
NGC 1316: DESPUÉS DE
UN CHOQUE DE GALAXIAS
© Steve Mazlin, Warren Keller, y
Steve Menaker
(SSRO / UNC / PROMPT / CTIO)
La
galaxia elíptica NGC 1316
es un ejemplo de violencia a una escala cósmica. Esta enorme galaxia se
encuentra a unos 75 millones de años luz
de distancia de nosotros (2.365.200.000.000.000 dos mil trescientos sesenta y
cinco billones doscientos mil millones de kilómetros), hacia Fornax, la constelación sur
del Horno. Investigando la
asombrosa vista, los astrónomos sospechan que la galaxia gigante debió
colisionar con la vecina más pequeña, la NGC 1317, que se aprecia justo sobre la NGC 1316, causando lejanos
restos y conchas de estrellas. La luz de este violento encuentro, debido
posiblemente a su cercanía, habría alcanzado la Tierra hace unos 100 millones
de años. En la imagen profunda y nítida, las regiones centrales de NGC 1316 y NGC 1317 aparecen separadas
por más de 100.000 años luz
(3.153.600.000.000, tres billones ciento cincuenta y tres mil seiscientos
millones de kilómetros). Las calles de polvo complejas, visibles en su
interior, indican, igualmente, que NGC 1316
es, en sí misma, el resultado de una fusión de galaxias en el pasado lejano.
Encontrada en las afueras del grupo de galaxias de Fornax, NGC 1316
se conoce como Fornax A.
Una de las, visualmente, más brillantes de las galaxias del racimo de Fornax.
Cualquier mirada al exterior es acojonante y oportuna reflexión sobre nuestra ridicula pequeñez.
ResponderEliminarMaestro, ¡cómo me gusta leer tus sencillas y sabias reflexiones! Pertenecen al mundo invisible de la perspicacia y el saber humano. Un gran abrazo, Mariano
EliminarDe tu mano y a través de tu página recobrada tras cinco meses de reposo, vuelve a nosotros la belleza que nos arropa. Este baile de galaxias, incluida su batalla, tiene la virtud de aunar arte y ciencia. De George Lucas a Carl Sagan, todo es apasionante. Fascina saber que desde la diletante que nos saluda de perfil, a las colisionantes y espirales, todo ese conjunto se mueve y se muestra vivo más allá de lo imaginable. Gracias.
ResponderEliminarMi querida Ana María, nada siento más que haber estado este largo tiempo, no deseado y maldito, lejos de la satisfacción de poder ponerme en contacto con nuestro amigo, El Cosmos, y con las palabras que todos podemos dedicarle. Sí, es el inmenso y fascinante móvil que, colgado de nuestro cielo, nos arropa, sotprende y enseña a conocernos como parte de un todo cuasi infinito. Un gran abrazo, mi querida amiga.
EliminarQue grandiosa entrada así como tú.
ResponderEliminarQue me ha gustado.
Besos miles.
Querida Inma, me alero de que tu interés por este Universo del que somos una parte, para nosotros grandiosa, te interese. La vida en este mundo debe ser una lucha constante y eres la admiración de todos los que queremos y apreciamos es palabra tan difícil, voluntad. Un inmenso abrazo, querida Inma.
EliminarMariano, apoyo completamente tu comentario. De hecho, "me lo has quitado". Y nos creemos el ombligo del mundo, iba a decir, y realmente aco-ona (con perdón) conocer las dimensiones, distancias, las cifras astronómicas, y nunca mejor dicho, del universo que nos rodea.
ResponderEliminarEl vídeo es una belleza.
Gracias por el regalo que nos haces el día de tu Santo, Antonio. Un abrazo galáctico.
Pues sí, Tía Conchi, es acojonante (palabra muy inteligible para el lector aunque, aparentemente, sea un poco bruta), leer esos "disparates de distancias", traducidas o no a medidas de tiempo. He procurado no utilizar potencias de diez y escribirlas en letra para que la mente pueda tener conciencia de esas dimensiones. Me alegro mucho de tu agrado con este Universo tan nuestro como desconocido. Un gran abrazo, Tía Conchi.
EliminarQué buena máquina de hacer afotos tienes, Antonio: te han salido preciosas.
ResponderEliminar¡Ay, Pepe! Ya quisiera poder tener los telescopios con los que se hicieron estas fotografías. Sólo alcanzo la Luna, no por cercana menos bella. Estas galaxias, a la distancia que se encuentran, son palabras muy mayores poder disfrutar de su luz y belleza. Un abrazo, Pepe.
EliminarAntonio ... amigo, eres ... supergenial. Me has tenido casi media hora aquí ... leyéndote, de ahora y de hace "un siglo atrás".
ResponderEliminarAh, por cierto, me quedé sin guasap y sin teléfono. Cosas de las garantías de Movistar
Besos, amigo y, ah, ánimo con la escritura, nos pirra leerte
Enrique, la tecnología nos atrapa, no nos suelta y además, nos retiene leyendo y leyendo todo lo que desde hace un siglo es nuestra meta: saber y aprender. ¡Pues anda que no nos falta nada...! De todos aprenderemos y de todos nos iluminaremos. Un gran abrazo, mi querido amigo Enrique.
EliminarPrecioso vídeo.
ResponderEliminarFantástica entrada.
Un abrazo.
Amalia, procuraremos seguir leyéndonos y enriqueciéndonos con todo lo que imaginación y conocimientos nos empuje a compartirlo. Un gran abrazo, querida Amalia.
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