María Luisa Arnaiz Sánchez
Autorretrato, Goya.
Capricho nº 1
1. Verdadero
retrato suyo, de gesto satírico.
La colección de los
“Caprichos” se editó por primera vez en 1799, siendo la casa de Moneda de la Calcografía Nacional
la que la se encargó de imprimir las estampas. Goya se dirigió en 1803 a Carlos IV en estos
términos: “Excmo. Sr.: La obra de mis
caprichos consta de ochenta láminas gravadas (sic) al Aguafuerte por mi mano. No se vendieron al público más que dos días
a onza de oro cada libro; se despacharon veintisiete libros…Los extranjeros son
los que más las desean y por temor de que recaigan en sus manos después de mi
muerte quiero regalárselas al Rey my señor para su calcografía. No pido a S. M.
más que alguna recompensa para mi hijo Francisco Javier…S. V. E. tiene a bien
el hacerlo presente a S. M. le quedaré sumamente agradecido. Dios guarde…”.
Goya, que no es
moralista, se muestra simplemente sarcástico en esta serie y utiliza la
reticencia para describir lo que percibe en la sociedad. Es más, al verse libre
de la servidumbre de las obras por encargo confiesa: “he logrado hacer observación, puesto que las obras cuando son
encargadas no ofrecen ocasión alguna para ello y el capricho y la intención no
tienen dónde desarrollarse”. Así pues, se podría decir que en ella hace “periodismo
humorístico”.
El sí pronuncian y la
mano alargan al primero que llega, Goya
Capricho nº 2
1. Reprende los
matrimonios a ciegas, como los de las princesas y camaristas.
2. Facilidad con que
muchas mujeres se prestan a celebrar matrimonio esperando vivir en él con más
libertad.
Detalle
El
título de la lámina está copiado de unos versos de Jovellanos: “¡Cuántas, oh Alcinda, a la coyunda uncidas /…el sí pronuncian y la
mano alargan / al primero que llega!”. Leandro Fernández de Moratín, amigo
del pintor y exiliado como él a Francia a causa de las represalias de Fernando VII,
escribió “El sí de las niñas” censurando las bodas de conveniencia y la
educación de las jóvenes. Incluso se dice que Goya se casó por interés con
Josefa Bayeu, hermana del pintor Francisco Bayeu que lo introdujo en la corte.
NOTA: Reproduciré
los comentarios al pie de cada aguafuerte por los manuscritos de Ayala, 1, y por el que se tiene por autógrafo de Goya y está en el Museo del Prado: el de Carderera, 2.
Hola Antonio querido, has publicado una entrada fabulosa como todas ellas.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo y beso para ti, amigo.
Una buena e interesante entrada, al igual que todas las que has hecho sobre Goya.
ResponderEliminarSaludos
Me alegra que te haya gustado la página. Un abrazo, Eva.
ResponderEliminarPor unos días me entretendré en estos grabados esperando que la crítica que destilan interese. Gracias, elpresley, y un abrazo.
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