GRACIAS, QUEVEDO

23 DE ABRIL

María Luisa Arnaiz Sánchez

Federico Zandomeneghi

   Como es sabido, Cervantes y Shakespeare no murieron el mismo día pues el calendario gregoriano no se aceptó en Inglaterra hasta 1752, mientras que en España había entrado en vigor en 1582: el español murió un 23 de abril y el inglés un 3 de mayo. El año, 1616. Sirva mi retraso de veinticuatro horas como disculpa para conmemorar a mis queridos escritores y sirva de homenaje a la lectura la sustitución de ciertas palabras en un famoso pasaje de “El buscón” quevediano:

   “Entramos, primer domingo después de Cuaresma, en poder de la hambre viva…Él era un clérigo cerbatana…díjonos lo que habíamos de hacer...LEÍAN los amos primero y servíamos los criados…Yo miré lo primero por los LIBROS, y como no los vi, pregunté que cómo no los había a un criado antiguo…¿Cómo LIBROS?...En lo gordo se os echa de ver que sois nuevo…Trujeron VARIOS en unas escudillas de madera…Noté la ansia con que los macilentos dedos se echaban a nado tras un EJEMPLAR huérfano y solo que estaba en el suelo. Decía Cabra a cada OJEADA: “Cierto que no hay tal cosa como la LECTURA, digan lo que dijeren; todo lo demás es vicio y gula…LEAN, que mozos son y me huelgo de ver sus buenas ganas”…Certifico a V. Md. que vi al uno de ellos, que se llamaba Jurre, vizcaíno, tan olvidado ya de cómo y por dónde se LEÍA, que una OBRA que le cupo la llevó dos veces a los ojos, y entre tres no le acertaban a encaminar las manos a LAS HOJAS”.

Young Girl Reading, Zandomeneghi