¡MUCHAS FELICIDADES!
Antonio
Campillo Ruiz
Hace un minuto, en la mayor parte de Occidente, en toda
la cristiandad, se ha empezado a conmemorar el nacimiento de su Profeta, Jesús.
En fecha tan señalada, millones de personas celebran, con sus seres queridos, tan
importante y satisfactorio evento. Las palabras feliz, buenaventura, familia, suerte,
amor o paz, son reiteradamente intercambiadas una y mil veces. Sin embargo, es
frecuente que en muchas ocasiones, estas palabras tan importantes sean vanas. La mayoría de Occidente, rico y poderoso, olvida con demasiada frecuencia otros lugares del
mundo que XXI siglos y doce años después del comienzo de su nueva era, se
encuentran en un proceso evolutivo muy delicado y su fragilidad, despreciada por quienes han carecido de racionalidad para no provocar choques de
culturas tan dispares, ha tenido como resultado desolación y muerte.
A pesar de ello, desde varios lugares del mundo he recibido
postales para que las hiciese llegar al Occidente cristiano, con los modernos
medios que facilitan los mensajes. Teniendo en cuenta la dificultad de traducción de
tantas lenguas, creo que son suficientemente inteligibles para todas las personas que saben leer español, e incluso, para quienes pueden imaginar su sentido a través de las imágenes plasmadas en ellas.
Genial, Antonio, eres genial. FELIZ NAVIDAD
ResponderEliminarNo, Enrique, sabes que no. Creo que es imprescindible un poco de mocimiento en la inmensa herida de la desolación de más de tres mil millones de personas. Sus representantes son los que “me han enviado sus postales”.
EliminarYa tengo que decirte: ¡FELIZ Y PRÓSPERO AÑO 2013!
Un gran abrazo, querido amigo.
Eres un buen hombre. Antonio. Esa gente necesita tanto ser feliz. Gracias por compartir tan bellas palabras. Un fuerte abrazo amigo.
ResponderEliminarEstos días, Alicia, esta palabra, felicidad, es tan frecuente que la desgastamos y se hace frágil, muy frágil. Para quienes han enviado sus postales también pueden ser felices, familiares, dulces…
EliminarUn fuerte abrazo, querida Alicia.
Gracias por estas fotos de otros mundos, son geniales, y tus palabras muy oportunas. Te mando un abrazo y mi deseo de que en tu entorno familiar todo sea paz y armonía. Hablar del resto de nuestro país y del mundo ya es otra historia... Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarSí, esas historias del “mundo normal” son historias para tener pesadillas. Las postales de otro mundo, en contacto con el nuestro pero lejano, muy lejano, deben ser conocidas.
Eliminar¡MUY FELIZ 2013!
Un fuerte abrazo, querida María.
Gracias, Antonio, por limpiar un poco nuestros ojos, y asomarnos a otros mundos, mejor dicho, al mundo.
ResponderEliminarDe paso, quiero aprovechar mi paso por este rincón para desear paz y bien a todos cuantos por aquí lean.
La Navidad es paz y solidaridad o no es nada
El problema, Amando, es que sólo tengo unas gasas sucias para poder limpiar. No es fácil comprar paquetes nuevos esterilizados tan necesarios y útiles.
EliminarCierto, Amando, hay PAZ y SOLIDARIDAD o no existen valores.
¡MUY FELIS 2013!
Un fuerte abrazo, Amando.
Realmente hermosa esta manera de tirarnos las orejas ... El problema es que siempre somos los mismos los que reaccionamos y nos maravillamos de ver que, si existen otros mundos y nos sentimos inmediatamente solidarios. Porque la consciencia y la solidaridad la conocemos ... y los otros? Esos tantos que flotan intelectualmente, sin opinión propia y que no tienen nunca una reflexión critica con respecto al entorno ... Como llegar a esos?
ResponderEliminarUn abrazo gordo, grande para ti mi querido Antonio.
Así es, Tere. Siempre la misma rueda de personas. Siempre los mismos de nuestro entorno alcanzan a coger el testigo. Qué difícil es conseguir que estos genios de la solidaridad y la globalización sean capaces de realizar ni una, ni una sola acción social que no sea ofrecer un poco de limosna. Les interesan que pidan peces pero que no sepan pescar, así el dominio y dependencia es mayor.
EliminarNo, Tere, no se puede llegar a quienes viven con orejeras dirigidas hacia la TV e industrias mediáticas.
¡MUY FELIZ 2013!
Un fuerte abrazo, querida Tere.
El ejemplo lo tenemos ahi. Ellos si son felices.
ResponderEliminarPor supuesto Marcos, ellos no tienen por qué vivir más esclavizados de lo que están. Poseen su vida y su entorno infinitamente más cuidado que el de Occidente.
Eliminar¡FELIZ AÑO 2013!
Un gran abrazo, amigo Marcos.
Qué muestrario tan estimulante nos presentas con estas imágenes que dejan patente esa felicidad de las pequeñas grandes cosas que nos brinda la vida desprovista del consumismo.
ResponderEliminarUn abrazo grande, querido Antoniio!
¡Touché, querida Pilar! Esta es la íntima intención de las postales. Con las pequeñas grandes cosas se alcanza la felicidad más intensa, más rápida y más completa. El consumismo nos ha llevado a un pozo sin fondo.
Eliminar¡FELIZ AÑO 2013!
Un fuerte abrazo, querida Pilar.
ResponderEliminarMi querido amigo Antonio, te deseo que la esperanza y la ilusión sean tus compañeros de viaje en este nuevo año que comienza, que buena falta nos hace...
Un abrazo de madreselvas recién cortadas para que su aroma llenen de luz y buenas vibras tus días.
Atte.
María Del Carmen
Gatita Coquetuela, siempre tan dulce y con regalos que son tan gratificantes que tus palabras huelen a madreselva recién cortada.
EliminarAl igual que tú te deseo
¡UN FELIZ AÑO 2013 EN COMPAÑÍA DE TUS SERES QUERIDOS!
Un fuerte abrazo, querida María Del Carmen.
Hola Antonio, te quería decir un excelente fin de año, espero lo pases feliz con quien te apetezca estar.
ResponderEliminarUn beso grande, y los mejores deseos para el año que viene...
Por supuesto mis deseos son iguales para ti, Eva:
Eliminar¡UN MUY FELIZ AÑO 2013 EN COMPAÑÍA DE TUS SERES QUERIDOS!
Un fuerte abrazo, querida Eva.
P.D.: Si me envías un mail a la dirección de mi perfil te podré adjuntar mi felicitación.
Te admiro mucho!
ResponderEliminarUn beso.
Y yo a ti, querida Sara, y yo a ti. Creo que eres una mujer luchadora y siempre estás pendiente de los demás. Tu empuje se siente siempre.
EliminarUn fuerte abrazo, querida Sara.