ESTE FRESCO VERANO,
CINE AL FRESCO
Antonio Campillo Ruiz
A diferencia de
veranos anteriores, en nuestra tierra y varios países de nuestro entorno, el
clima es fresco, bastante fresco. Esto no ha impedido que nuestro “Cine de Verano” abra sus puertas y recomiende una
buena prenda de abrigo para la madrugada.
Esta será la IV edición y tengamos la confianza de
que, al menos durante estos dos meses, no manipularán las películas que se
proyectan es esta pantalla de lona o pared recién pintada de blanco. El verano
anterior ninguna de las películas proyectadas se anularon de los lugares en
donde poseen los códigos HTML para su correcta inserción en el blog. Pero, ¡ay!, a
lo largo del invierno, lentamente, en cumplimiento de no se sabe qué elementos
de © u otras razones, fueron desapareciendo hasta mutilar la colección en
número insospechado. Todas las películas, corto o largometrajes, que se insertan
en el blog han sido seleccionadas para evitar este hecho. Sin embargo, cuando
transcurre un tiempo, no determinado, aparentemente son las distribuidoras la
excusa para retirar, sin previo aviso, la película que ha tenido una mayor
cantidad de espectadores precisamente por encontrarse en un lugar de la red sin
ánimo de lucro.
Los medios
audiovisuales de larga duración (más de quince minutos), están soportando como
mejor pueden una impaciencia propia de los medios de rápido consumo. La prisa
por mirar, que no ver, imágenes, textos e información asistematizada, está
logrando que el sereno visionado de un largometraje se convierta en una hazaña.
Extravagante hazaña, si consideramos que visionamos una película clásica, en
negro, posiblemente sin efectos especiales reconocibles pero plena de nuevas
técnicas que han ayudado a desarrollarlos.
Bien, “Cine de verano” procurará que los matices,
peculiaridades, pequeños o grandes detalles, que posee el lenguaje
cinematográfico de cada filme, se transformen en las miles de sensaciones
fílmicas que cada uno de los espectadores aprecia cuando la película es
visionada con serenidad, con sosiego, con interés.
No dejemos de
preparar las ricas viandas para la cena fría y rápida, las chuches, pipas,
cojines y rebeca de entretiempo para este verano de freco relente. ¡EXTRA! ¡EXTRA! ¡MAÑANA PRIMERA PELÍCULA!
Ahhhhh!! qué maravilla, aquí en el Norte las noches no invitan a tales placeres,pipas muchas pero enroscada en una mantita en el sofá... disfrútalo mucho! es una de las cosas que me gustaría experimentar algún día...Un saludo!
ResponderEliminarOlá Antonio, isso é uma maravilha.
ResponderEliminarDeve ser bom demais ver cinema assim ao ar livre.
Gostei da imagens desse pães parece delicioso.
Adorei a postagem!
Deixo um abraço e desejo de um ótimo domingo e uma excelente semana!
Todavía tenemos un par de terrazas de verano. Mi preferida está en Alboraya, como si fuera un barrio mas de la ciudad, y al módico precio y doble visionado, hacen unos bocadillos increíbles, y hasta se puede reservar con mesita incluida.
ResponderEliminarGracias, amigo Antonio, por volver a llevarnos al Cine de Verano. Un abrazo.
ResponderEliminarEl cine de verano está tan ligado a mi infancia, que has hecho que me emocione al leer y ver tu entrada.
ResponderEliminarGracias, querido Antonio, por traer hasta mi memoria aquella maravillosa época.
Un abrazo y feliz domingo.
Antonio, me has recordado mi infancia en mi pueblo, cuando el cine de verano, era al aire libre con el techo estrellado, pisando la hierba, con pipas, bocadillos y un lujo... una gaseosa, que costaba 50 céntimos...¡ cuantos sueños tejí en aquel cine, me sentí, heroína, aventurera, y hasta marciana... Pero como dice el poeta José Mª Gabriel y Galán...¡" Qué tiempus aquellus que pue que no guervan..."
ResponderEliminarNo volverán, pero llenaron mi alma de vitaminas de sueños.
Que este cine vuestro, os llene de emociones, reencuentros, risas, y sobre todo felicidad.
Un abrazo en alas de la fantasía.
¡Qué maravilla! cine de verano, has hecho volar mi imaginación hacia recuerdos con los paraguas abiertos aguantando el tipo para que no suspendieran la película. A este clima del norte le gusta darnos sorpresas.
ResponderEliminarBesos Antonio y ¡feliz verano!
No se quien dijo que la cultura de un pueblo se mide por la cantidad de pipas que dejan los espectadores en el suelo después de ver la peli, yo no se hasta que punto es cierto, aunque me temo que algo hay de eso, no?
ResponderEliminarSaludos
Antonio, espléndida iniciativa que te van agradecer todos aquellos que te conocen y tengan el placer de poder compartir este verano noches mágicas al lado de ese invento, que tan gratos recuerdos nos ha dejado en la infancia, adolescencia, madurez y cualquier fase de nuestras vidas. Conociéndote no dudo de la buena elección de los filmes.Luego, desearte un feliz verano rodeado de la gente que ama el cine. Un fuerte abrazo y a disfrutar de esas noches de cinefilia
ResponderEliminarJCA
Ojala estuvieras en esta tierra, donde el fresquito solo de noche esta un poquito, y pudiéramos disfrutar del cine de verano, que aquí brilla por su ausencia. Hay tan poquísimos que ni siquiera doy con ellos.
ResponderEliminarY el que hay esta ABARROTADO.
Como echo de menos esas noches de verano. en esa silla azul de metal, comiendo pipas al lado de mis hermanos.
Gracias por que al menos me haces tener esos recuerdos.
Besos