¡QUE OS VAIS A PERDER
EL JUICIO FINAL, GILIPOLLAS!
Antonio
Campillo Ruiz
Corre el año de gracia 2598. Lorenzo, pastor de las pocas ovejas que quedan en el mundo, relata los últimos acontecimientos que han sucedido. Diálogos, secuenciados en continuidad, compiten por ser los más absurdos y surrealistas; ciudades que logran alcanzar en el tiempo su destrucción final con la llegada del fin del mundo. Una gran cantidad de actores, eternos e inigualables secundarios, se alza en protagonista de una historia que abre una trilogía tan peculiar como razonablemente absurda y divertida. Así es “Total” de José Luis Cuerda, 1983, que junto a “Amanece, que no es poco”, 1989, y “Así en el cielo como en la tierra”, 1995, forma la trilogía surrealista de José Luis Cuerda. Un absurdo donde hechos y diálogos transportan a un mundo fantástico y peculiar.
“Total”, un mediometraje que inicia con timidez la trilogía, proporciona un fruto inesperado porque, de las tres, es la que más se acerca al absurdo más impactante para el espectador. “Total” posee una frescura de guión, unos diálogos y sobre todo una calidad en su excelente reparto, que la elevan por encima de sus seguidoras. “Total” nos transporta a un realismo mágico que muchos críticos, con su eterna manía de comparar con otras realizaciones y tratar de buscar similitudes con autores de superpoducciones, no son capaces de apreciar. Y no lo ven porque la naturalidad interpretativa en esta pequeña película, los hechos narrados y la ambientación nos lleva a contrastar el lugar real del rodaje con el referido en la película.
Por
otro lado, los gags pertenecen a un mundo absurdo y surrealista pero no son
absurdos. No provocan el asombro o la sonrisa por ser disparatados sino por ser
tan normales como pueden serlo en la realidad, aunque su motivación está
impulsada por el entorno del medio en que se generan. Esto dota a la
estructura del guión de un elemento de dificultad añadido y al director de una
cuidadosa dirección de actores.
Ingeniosa, divertida, con una pizca de nostalgia y una gran crítica hacia la desaparición implacable de ese entorno rural, semeja un tiempo que verdaderamente le llega: el fin del mundo. Una música melancólica y pegadiza, que refuerza acontecimientos buenos o malos, nos envuelve con la suavidad y atención del recuerdo de las músicas que antaño se escuchaban por los pueblos cuando titiriteros y otros eternos viajeros rompían la monotonía del quehacer diario. Con la soltura que lo caracteriza José Luis Cuerda va situando la cámara en los puntos de vista idóneos y se rodea de un elenco de actores que no necesitan presentación: su profesionalidad los avala y su sobresaliente interpretación es fiel reflejo de ella. Por ello pueden gritar bien alto: “¡Que os vais a perder el Juicio Final, gilipollas!”.
Es importante visionar la película a plena pantalla.
La voy a mirar SOLO para no entrar en la carátula de GILLIPOLLAS (jajajaja) FELIZ DÍA DEL AMIGO, ANTONIO (20///2014) Un abrazo!!
ResponderEliminarAmigo Antonio, he visto solo 5 minutos de la peli, y me ha encantado, la veré toda enterita cuando disponga de mas tiempo, me encanta la originalidad y que de cir de los actores
ResponderEliminarNuestra amiga Mabel hace referencia al dia del amigo, rápidamente he mirado en internet y he visto que es el día 20 en Argentina, en España se celebra el 30 de Julio; de todas formas siempre es buen dia para desearnos lo mejor
Un abrazo amigo tocayo
Acabo de ver “Total”, que no conocía. Y eso que soy una incondicional de Cuerda desde que vi “Amanece que no es poco”.
ResponderEliminarEscribes en tu presentación que los gags pertenecen al absurdo pero que no son absurdos, son reales. Es cierto, como también los diálogos y monólogos. De ahí su surrealismo, porque las situaciones que muestra no hace tantos años que eran normales porque pertenecían a lo cotidiano de ese entorno. Igual que los razonamientos llevan en lo más profundo la lógica de quien ve lo que ve sin interferencias conductuales. Y así te cuenta el pastor, que: “Allí florecián héroes que, queriendo ser más que nadie, se metían en luchas intestinas que diezmaban las poblaciones de la manera más tonta”. Una traducción a puro castellano de lo que esta mañana me ha contado la prensa en idioma de Berkeley sobre las tragedias de estos días.
Una cosa. Qué más quisiera Londón…
Una buenísima elección, querido Antonio
Si creo haberla visto, pero me la reservo para una de estas noches de calurosos insomnio. Gracias.
ResponderEliminarNo la he visto, así que la miraré encantada y estoy segura que me va a gustar.
ResponderEliminarMuchas gracias.
Un abrazo fuerte, querido Antonio.
Otra de las grandes, maestro campillo. Más cine para una tarde de verano. Gracias.
ResponderEliminarEn este Mediometraje nos encontramos con personajes muy versátiles que se adaptan al argumento y desde ello se vislumbran sus "diferentes personalidades ". En lo absurdo y mágico del planteo surrealista también de este film.. es el pastor quien desde el amor logra desdibujar ese juicio final. Toda una joya para los aficionados del buen cine. Como ya me conoces muy bien amigo , NO la registraba.. pero lograste mi atención y la busque .. todo un merito el tuyo. Pero si de la trilogía de Jose L. Cuerda , solo vi para mi deleite : " Amanece que no es poco ".. super-recomendableeee.
ResponderEliminarBeso grande Antonio y gracias por abrirme la cabeza descubriendo otra excelente elección en el arte del buen cine.
No le he logrado pillar el truco a José Luis Cuerda. Ví hace tiempo su "Amanece que no es poco" y no entendí nada de nada, ni el argumento (que sé que es surrealista cien por cien) ni la intención ni por qué los demás se entusiasmaban tanto con ella. Dejaré pasar el tiempo, que la sabiduría y la experiencia me empapen y volveré a verlas. Seguro que entonces las valoraré en su justa medida.
ResponderEliminarUn saludo