CREPUSCULAR
PACIFICACIÓN
Antonio
Campillo Ruiz
Al expresar la opinión de un admirable
western con una progresión dramática llena de sentido en su desarrollo, un
excelente retrato de personajes conflictivos, un buen uso de decorados y de
paisajes, y una puesta en escena tan sobria
como concisa, no podemos referirnos a otra película que no sea “Warlock”, “El hombre de las pistolas de
oro”
de Edward
Dmytryk, 1959. Probablemente, Dmytryk prefirió expresar con mayor
énfasis las tensiones internas de los personajes que los aspectos externos más
dinámicos de algunas de las escenas de un género que ya denota su crepúsculo.
Fiel adaptación de la novela escrita por Oakley
Hall, "Warlock", Robert
Alan Aurthur escribió, magníficamente, un guión que ayuda a la perfección
de un rodaje que posee unos primeros planos y una fotografía excelentes. La
historia se convierte en una sucesión de acontecimientos que no sirven sino
para demostrar como las diferentes miserias humanas como la traición, envidia y
la hipocresía invaden a los personajes y habitantes que desfilan por Warlock.
Solo el estudio de los personajes principales poseen una diferencia y unas
vidas que se adaptan a la realidad del momento que vive el pueblo
y sus
habitantes: Johnny Gannon, interpretado
por un inspirado Richard Widmark, consigue aislarse de ese ambiente corrupto y
lleno de ira y se erige como héroe. Un hombre que después de estar situado al
margen de la ley acepta admitir la pesada carga de llevar su conducta hasta
extremos que rozan el heroísmo y el suicidio. Clay Blaisdell, interpretado por un impertérrito Henry
Fonda que dedica su vida a recorrer los pueblos del oeste, contratado
por los ciudadanos, para pacificarlos a punta de pistola. Y Tom Morgan, Anthony Quinn,
inseparable de Clay Blaisdell al que adora
por ser la única persona que le respeta. Es posible que un velo de algo más que
amistad le una a su amigo pero sin claras insinuaciones. Del mismo modo, completando
el reparto, por el lado femenino, Lily
Dollar, Dorothy Malone, y Jessie
Marlow, Dolores Michaels, también terminan siendo parte importante en
esta encrucijada de egos e intereses
Fotografiada en un precioso Cinemascope
mostrando en todo su esplendor los paisajes de Utah, donde está rodada, con una
banda sonora, de esas que suenan a puro western y con unos diálogos que remarca
la presencia y carisma envuelve a personajes con aura de empatía: "Soy un hombre sencillo, solo se me da
bien desenfundar, eso es lo que soy, bueno disparando”. La historia es una
reflexión sobre el destino de las personas, sobre si pueden cambiar sus vidas,
sobre la fina línea que separa al héroe del villano, sobre el nacimiento de una
nación a través de estas ciudades pioneras talladas por medio de la fuerza bruta.
Con
numerosas escenas de gran tensión psicológica y unos cuantos duelos memorables, se completa este inolvidable western con un gran trasfondo político y un poso de
crítica a la sociedad y situación de la época. Majestuosamente ambientada y, repito, con
una excelente fotografía, Dmytryk recrea un sendero hacia la
sociedad razonable que, poco a poco, fue dejando atrás al salvaje oeste y sus
peculiares leyes.
Edward Dmytryk
Es importante visionar la película a plena pantalla.
La gran característica del cine producido durante esos años era el poder de las grandes productoras sobre el tipo de películas que se realizaban. Muchas de ellas con bajo presupuesto..Desde las imágenes., con una fotografía esplendida, .los grandes actores , estos tres grandes Ejemplos como Richard Widmark, Henry Fonda, Anthony Quinn ., hasta la producción... eran cuidadosamente elegidas.
ResponderEliminarEsa selección minuciosa del elenco, las historias y el equipo (guionistas y directores) tenía como fin dar un enfoque particular, un sello distintivo, a cada producción realizada. Que lamentablemente hoy se ha perdido.. la tecnología jamás podrá reemplazar estos inolvidables films !.
Buenísima elección... Cariños Antonio.
Hacía tiempo que no visitaba su blog, pero sus entradas no han dejado de fascinarme. Gracias. Un saludo desde Chile...
ResponderEliminar!Hola,Antonio!
ResponderEliminarUnos actores magníficos.Gracias por compartir tan esplendida película.Muchos besos.
Realmente era sí Antonio? quien mas rápido desenfundaba era el que disparaba antes, es obvio, pero no les temblaba el pulso? antiguamente se aguantaba el tipo, delante de un duelo!!, hoy sin embargo nos están matando y no se reacciona!!! que ha pasado con el hombre en su sentido mas amplio? De todas las películas aprendemos, de esta que nos traes y que vi en su día, se aprendía a dar el tipo
ResponderEliminarUn abrazo
Me encantan estos actores. Son inolvidables.
ResponderEliminarUna excelente película. Muchas gracias.
Un abrazo grande, querido amigo.
eso si eran películas del oeste, y no las italianadas.
ResponderEliminarVaya peliculón, maestro Antonio. Es curioso, la habré visto en mi vida unas 50 veces y no la tengo en vídeo. Ahora mismo la compro y lo voy a hacer desde aquí, desde tu blog. Gracias.
ResponderEliminar¡¡Qué épocas aquellas!! ¡¡Ir al cine era una fiesta en mi casa, luego a la vuelta, mi papá compraba pizza y la comíamos comentando la película...! Gracias Antonio por traer estos momentos hermosos a mi memoria... Un abrazo.
ResponderEliminarQue hermosura de películas, me traen al recuerdo aquellas tranquilas tardes de sábado, junto a mis hijos. Nos sentábamos en el sofá, menos mi querida Yoli, (que ya no es) que le encantaba hacerlo en el suelo. y con dos bandejas de madalenas, hasta los topes, que comprábamos todos los sábados para comerlas durante la pelicula de turno, y nos disponíamos a compartirlas mientras gozábamos de unas películas, por lo general, de calidad. ¡Que maravilla de películas, y de armonía!
ResponderEliminarGracias querido Antonio por tan deliciosos regalos.
Un abrazo
Estas si fueron hermosas peliculas, aunque el gènero no siempre puede gustar a todos.
ResponderEliminarHermosa resena nos has regalado.
Gracias y feliz fin de semana, querido Antonio.
Un abrazo.