DESPERTAR LOS SENTIDOS
Antonio
Campillo Ruiz
Fray Luis de León
ODA III - A
FRANCISCO DE SALINAS
A Francisco de Salinas
Catedrático de Música de la
Universidad de Salamanca
Órgano original en el que el ciego músico y catedrático Francisco de Salinas interpretaba la música que entusiasmaba a Fray Luis de León
El
aire se serena
y viste de hermosura y luz no usada,
Salinas, cuando suena
la música estremada,
por vuestra sabia mano gobernada.
Salinas, cuando suena
la música estremada,
por vuestra sabia mano gobernada.
A
cuyo son divino
el alma, que en olvido está sumida,
torna a cobrar el tino
y memoria perdida
de su origen primera esclarecida.
el alma, que en olvido está sumida,
torna a cobrar el tino
y memoria perdida
de su origen primera esclarecida.
Y
como se conoce,
en suerte y pensamientos se mejora;
el oro desconoce,
que el vulgo vil adora,
la belleza caduca, engañadora.
en suerte y pensamientos se mejora;
el oro desconoce,
que el vulgo vil adora,
la belleza caduca, engañadora.
Traspasa
el aire todo
hasta llegar a la más alta esfera,
y oye allí otro modo
de no perecedera
música, que es la fuente y la primera.
hasta llegar a la más alta esfera,
y oye allí otro modo
de no perecedera
música, que es la fuente y la primera.
Ve
cómo el gran maestro,
aquesta inmensa cítara aplicado,
con movimiento diestro
produce el son sagrado,
con que este eterno templo es sustentado.
aquesta inmensa cítara aplicado,
con movimiento diestro
produce el son sagrado,
con que este eterno templo es sustentado.
Y
como está compuesta
de números concordes, luego envía
consonante respuesta;
y entrambas a porfía
se mezcla una dulcísima armonía.
de números concordes, luego envía
consonante respuesta;
y entrambas a porfía
se mezcla una dulcísima armonía.
Aquí
la alma navega
por un mar de dulzura, y finalmente
en él ansí se anega
que ningún accidente
estraño y peregrino oye o siente.
por un mar de dulzura, y finalmente
en él ansí se anega
que ningún accidente
estraño y peregrino oye o siente.
¡Oh,
desmayo dichoso!
¡Oh, muerte que das vida! ¡Oh, dulce olvido!
¡Durase en tu reposo,
sin ser restituido
jamás a aqueste bajo y vil sentido!
¡Oh, muerte que das vida! ¡Oh, dulce olvido!
¡Durase en tu reposo,
sin ser restituido
jamás a aqueste bajo y vil sentido!
A
este bien os llamo,
gloria del apolíneo sacro coro,
amigos a quien amo
sobre todo tesoro;
que todo lo visible es triste lloro.
gloria del apolíneo sacro coro,
amigos a quien amo
sobre todo tesoro;
que todo lo visible es triste lloro.
¡Oh,
suene de contino,
Salinas, vuestro son en mis oídos,
por quien al bien divino
despiertan los sentidos
quedando a lo demás amortecidos!
Salinas, vuestro son en mis oídos,
por quien al bien divino
despiertan los sentidos
quedando a lo demás amortecidos!
Cara sur del órgano de la catedral de Salamanca
El inicio de esta oda es de una hermosura aplastante:
ResponderEliminar"El aire se serena
y viste de hermosura y luz no usada".
Como lo es la estrofa siguiente según mi criterio:
"¡Oh, desmayo dichoso!
¡Oh, muerte que das vida! ¡Oh, dulce olvido!
¡Durase en tu reposo,
sin ser restituido
jamás a aqueste bajo y vil sentido!"
Fray Luis..., qué olvidado y cuánta belleza existe en sus versos. Hace unos pocos meses, releí su poesía para mi disfrute. Hoy, en tu hermoso y culto blog, releo esta oda y levito, casi como si escuchara a Salinas, aunque la música de órgano no se halle entre las que más me gusten.
Un beso lleno de cariño, querido Antonio, y gracias por Fray Luis.
Todo lo que rodee la obra de Fray Luis de León es garantía de lucidez, docencia, decencia, humildad y sabiduría, amigo Campillo. MB.
ResponderEliminarLa música de Bach y su oportunidad aquí, genial.
Bellísima entrada y la música... el órgano........¡.me transporta..!. Un abrazo
ResponderEliminarUna hermosa oda .
ResponderEliminarImágenes, música... ¡¡magnífica entrada!!.
Un abrazo grande.
Bravo, Antonio, por esa sensibilidad a la que nos tienes acostumbrados.
ResponderEliminarCuando en algún momento —en una conversación, en una clase— ha salido el tema Salinas, he recurrido a los versos —por lo menos los 5 primeros— de Fray Luis de León, para que la gente se diera cuenta de la importancia del “genio ciego” que ocupó la cátedra de música de la Universidad de Salamanca. Y estoy seguro de que casi todo el mundo que visita este lugar se fija en el aula de Fray Luis, pero se olvida de la de Salinas.
Un abrazo.