TERRAZA DE VERANO II
FRUSTRACIONES Y JUEGOS SENSUALES
Antonio Campillo Ruiz
¿Se puede fotografiar la frustración? ¿Y el temor? ¿Acaso la angustia psicótica? Puesto que las pasiones humanas no poseen formas definidas, no pueden ser fotografiadas, aunque cabe la posibilidad de que sean descritas o representadas a través del cine, siempre que la habilidad técnica del creador sea tan potente que lleve al espectador a captar los sentimientos expresados. Esto sucede en “La noche de la iguana”, “The night of the iguana” de John Huston, 1964.
Es importante visionar el material audiovisual a plena pantalla
La adaptación cinematográfica de la obra de Tennessee Williams no fue fácil pero John Huston supo realizar una excepcional transformación de las letras a las imágenes, representando a través de los actores -algunos de ellos excepcionales- el interior, el espíritu, de sus criaturas. Su dirección de actores, la calidad interpretativa de estos y la ubicación de la acción, son elementos fundamentales para este difícil proyecto.
Tras un viaje en el que se percibe el olor a sudor y el irrespirable polvo, las vacaciones se inician. Por medio de una realidad fílmica impecable se aprecian tanto el patetismo, la desorientación y la angustia, de Shannon, Richard Burton, como la libidinosa imagen de una mujer madura, Maxine, Ava Gardner, que parece llevar escrito en la frente “born to fuck”, y la indecisa tendencia sexual de Hannah, Deborah Kerr, la pintora de lujuriosos paisajes. Y entre todos ellos destaca la núbil, juguetona y tentadora menor, Charlotte, Sue Lyon, que, sabiéndose joven, bella y deseable, es capaz de provocar pequeñas escaramuzas eróticas.
Es importante visionar el material audiovisual a plena pantalla
Maxine huele a alcohol y sexo, Shannon a indecisión, y el resto de mujeres, todas solteras y convencidas de su estado de madurez, se mueve y los rodea bajo el bochorno de un calor húmedo, a veces con un soplo de aire agitado y amenazador, sin saber exactamente lo que quieren, cómo comportarse, qué hacer en estas insólitas vacaciones, en las que el aburrimiento y los deseos frustrados les hace recelar a unos de otros con miradas perdidas, con atisbos de maldad y de pasión.
No, no fue un trabajo fílmico fácil. Como casi siempre, la incomprensible comparación con representaciones teatrales, cuando la acción se desarrolla en un espacio cerrado y opresivo, no se hace esperar para quienes los aspectos cinematográficos son más importantes que los fílmicos. Bien, es un mal endémico que, en este caso, es de muy dudosa comprensión pues la dirección, planificación, montaje, fotografía -debida a Gabriel Figueroa justamente nominado al Oscar por esta película y habitual colaborador de Luis Buñuel en muchas de sus realizaciones- y las interpretaciones de unos actores muy bien dirigidos, anulan las similitudes comparativas impropias de quienes valoran pobremente la representación de lo expresado y lo sentido.
Es importante visionar el material audiovisual a plena pantalla
John Huston supo administrar con una sapiente delicadeza el crescendo de la tensión que se manifiesta en toda la película, incluidas escenas tan sensuales como sombrías -el dominio de la voluptuosidad del dolor al caminar sobre cristales rotos-, plasmando en unas pocas escenas un todo que es un compendio de conmoción, compasión, delicadeza y tristeza.
Es importante visionar el material audiovisual a plena pantalla
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Gostei da análise.
ResponderEliminarUm grande bj.
Me gustan las películas de los años sesenta en blanco y negro, y los actores de aquellas épocas como Richard Burton, Ava Gadner, Devorah Kerr...
ResponderEliminarPor supuesto que las formas humanas y las emociones no pueden ser fotografiadas solo pueden ser sentidas o descritas.
Besos.
¡Muito obrigado!, amiga Gisa.
ResponderEliminarEs una satisfacción que a los lectores les agrade la reflexión, que no crítica, de las películas de “Terraza de verano II”.
Un abrazo, amiga.
Carla, me agradan tus gustos por el cine que se realizaba con la seriedad de una espléndida historia y unos actores excepcionales.
ResponderEliminarCreo que en esta película sí están fotografiadas las pasiones humanas. Su potencia es tan fuerte que saltan emotivamente al espectador, le envuelven y le hacen sentir por igual atracción y repulsión.
Un fuerte abrazo, Carla.
Hola Antonio! Me dejaste sorprendida, el análisis que hiciste de esta película es impecable y profundo, aportando un montón de puntas para aquellos que como yo no la hemos visto todavía. La voy a alquilar, me parece muy interesante; la actuación de Richard Burton en el primer video que subiste es genial, ¡pobre! ¡qué momento! enfrentarse a tanta pacatería en medio de esa crisis emocional y gritar la verdad de su alma, esa que nadie quiere escuchar.
ResponderEliminarMe encanta el cine, y me apena no saber de tantas y tantas joyitas que existen de las que no me enteré...
Gracias, amigo,un gustazo leerte
Un abrazo y mil gracias por tu compañía
Ya que estamos te pregunto, así me quedo tranquila: sí recibiste mi correo respondiendo al tuyo ¿verdad? Te pregunto porque mi servidor de correo a veces me juega malas pasadas....
Saludos! y gracias por todo, nos seguimos leyendo!
María, es una costumbre, no sé si buena o mala, no desentrañar nunca aspectos cinematográficos que el espectador debe analizar por si mismo. Procuro poner una atención especial a los aspectos fílmicos percibidos y sentidos. Por ello, dejo en espera lo mejor y peor que pueda poseer una película para que, una vez visionada con detalle, se pueda establecer un diálogo desde la percepción personal.
ResponderEliminarNo es fácil, en la etapa actual por la que se desarrolla la industria cinematográfica, que películas como ésta se distribuyan. Las productoras no las incentivan, los espectadores reciben otro tipo de comunicación, de usar y tirar, y creo que hasta ni los actores son ya conocidos. Es una lástima que se haya perdido el interés por percibir sentimientos desde un arte puramente técnico.
Muchas gracias por tu interés.
Un abrazo.