VIOLENCIA Y ODIO
Antonio
Campillo Ruiz
Mientras la partida
de cazadores come conejo con pimientos, uno de los personajes dice: “Llegará un día en que los conejos se
coman al género humano. Nos invadirán y formarán una nueva civilización y, como
son mas pequeños que nosotros, habrá lugar para todos y la lucha de clases
desaparecerá y no habrá mas envidia y así se arreglará el mundo. Pero antes,
sostendrán una gran guerra con las ratas”. Esta y otras frases oídas
en la película “La caza” de
Carlos Saura, 1965, motivaron innumerables debates en los foros tolerados por tierras españolas.
La forma alegórica
del desarrollo narrativo que Saura realiza está forzada por la etapa oscura en la
que el régimen dictatorial, a pesar de los avances de los años sesenta y su
tímido aperturismo, empezó a percibir que la sociedad española se encontraba en
un punto de inflexión: empezaba a poder pensar aunque fuese en una
clandestinidad conocida.
En una narración
lineal rodada en un ambiente hostil, quizás para evitar la actividad humana y
desnudar a los actores hasta su instinto animal, Carlos Saura realiza, bajo la
mirada atenta y sagaz de Elías Querejeta, su tercer largometraje en un espacio cerrado y
opresivo a pesar de la aparente amplitud del escenario natural en el que lo rodó.
Un reparto de
actores en íntima complicidad con productor y director: Ismael Merlo como José,
José María Prada como Luis y Alfredo Mayo como Paco, al que acompaña su cuñado Enrique,
interpretado por el jovencísimo Emilio Gutiérrez Caba, componen el cuarteto de
cazadores que vive hipócrita y falsamente, sin
palabras, una experiencia que marcará un impredecible destino. El espectador
debe ir leyendo entre planos los diferentes estados de ánimo de los personajes
y, lo que es más importante, su relación con acontecimientos íntimamente conectados con la sociedad española del año en que se realizó la película.
Luis Buñuel, Carlos Saura y Luis G. Berlanga
durante el rodaje de “La caza”
La inmensa fábula creada
por Carlos Saura y Angelino Pons obtuvo el Oso de Plata en el Festival de
Berlín e innumerables reconocimientos internacionales. En España se
desprestigió, se censuró y se trazaron líneas de interpretaciones subjetivas
acerca de lo expresado o no en el guión literario, único aspecto que para “los
entendidos” era importante. Podríamos decir, sin ningún tipo de comparación, que“Viridiana” de Luis Buñuel, 1961, con su Palma
de Oro en Cannes y“La caza” con
su Oso de Plata en Berlín, fueron dos bofetadas culturales al régimen político
represivo y a los censores.
Es ist ein sehr interessanter Bericht und lehrreich zudem...
ResponderEliminarServus
CL
Que estupenda pelicula, Antonio. Echo de menos tus sabias recomendaciones para "Un enriquecedor visionado". Me impresionó cuando la vi y años mas tarde, e inspirada en ella me surgió una historieta que te envío con un e-mail motorista encomendandolo a tu benevolencia y a la de Marisa. Un abrazo.
ResponderEliminarLo que más recuerdo de la película es la sensación de desasosiego y de lugar asfixiante y cerrado, a pesar de la inmensidad del paisaje, como bien señalas en esta reseña.
ResponderEliminarEm momentos de repressão a arte se faz mais presente pois é, talvez, o único meio de expressão mais livre e contestadora.
ResponderEliminarUm grande bj querido amigo
Recuerdo su ambiente opresivo, que tú indicas con acierto. Una película dura y descarnada, lacerante incluso.
ResponderEliminarUn abrazo grandísimo, querido Antonio.
Realmente has puesto un "cine de verano" en esta página, lo que me obligará a regresar pronto. Creo que no vi esta película (no soy muy cinéfila, la verdad) pero con tu reseña has logrado despertar todo mi interés. La veo, la veo. Besazos.
ResponderEliminarEsta si la he visto, claro, amigo Antonio. MB
ResponderEliminarAsí es amigo Cloudy.
ResponderEliminar"La caza" creó una conciencia anti militar y escenificó la estupidez de la fuerza como fin y medio del poder.
Un saludo, Cloudy.
"La caza" supuso, para todos los encerrados en la finca del dictador un antes y un después. Creo que es una de las películas que más tinta y saliva ha gastado en la historia del cine español.
ResponderEliminarAcuso recibo del motorista montado en e-mail, Mariano.Stop.
Leída la narración.Stop.
Respuesta por igual medio.Stop.
Un abrazo, Mariano.
Así es, Amando.
ResponderEliminar"La caza" fue fundamental para aprender a diferenciar espacio abierto y cerrado en el cine español.
Y con el espacio opresivos sucedió algo similar: Planos cerrados, la zona semidesértica, los enfrentamientos soterrados, las peticiones negadas, la inconsciencia de la juventud ante hechos evidentes, crea un clima fílmico que sorprende y daña la sensibilidad del espectador.
Un fuerte abrazo, María y Amando.
Si, Gisa, los artistas en la etapa represiva y silenciada de la España oscura, tuvieron que aguzar el ingenio para expresar con su obra aquello que creían importante.
ResponderEliminarNo se trataba de expresar una metáfora que el espectador pudiese comprender, debían engañar a los censores y ser comprendida por el público, dos aspectos complejos que debían añadir a la ya difícil realización de la película.
Buñuel, Saura, Berlanga, Bardem..., y otros muchos realizadores crearon el ingenioso método de expresar entre planos, de leer el cine mediante su técnica más pura. Culturalmente fue un avance muy importante para la sociedad española.
Un fuerte abrazo, querida Gisa.
Su dureza, Isabel, representaba una realidad vivida.
ResponderEliminarNo dar la espalda al pasado supone crear un futuro mejor.
Saura tuvo que llevar a sus personajes a cotas de una dureza extrema para que el joven Enrique fuese consciente que poseer una Luger P08 alemana no era ni adecuado ni meritorio.
Ser consciente de la brutalidad provoca su rechazo cuando dice "¡Qué locura...! ¡Qué locura...!"
Un fuerte abrazo, querida Isabel.
Querida amiga Isabel, es una película muy desasosegante, con unos personajes frustrados, prepotentes, adaptados a unas miserias insoportables o inconscientes de una realidad vivida con despreocupación.
ResponderEliminarEs bueno, de vez en cuando, leer en otro medio narrativo historias que, aún siendo duras, poseen una calidad que merece la pena recordar.
Un fuerte abrazo, querida Isabel.
Creo, Enrique, que de nuestra generación, pocos son los que no vieron, salieron del cine desconcertados y discutieron hasta el infinito, esta película.
ResponderEliminarHe pensado que en otros lugares del mundo, esta realización, como otras muchas, no llegaron en su momento. A pesar de tener que cambiar a los parámetros modernos su visionado, es importante conocer el cine que se realizaba en aquella época. La película posee una sorprendente actualidad.
Un abrazo, querido amigo.
Una película dura, de esas que deja el espíritu alterado...
ResponderEliminarUn abrazo
Cierto, Rosa. Este fue el objetivo que se planteó Carlos Saura cuando
ResponderEliminarla rodó.
Don duros los personajes, los diálogos, la tierra, la cacería...
Como dices, llega a dañar la sensación fílmica del espectador.
Gracias por tu apreciación.
Un fuerte abrazo, amiga Rosa.