¿HACIA DÓNDE VAMOS?
Antonio
Campillo Ruiz
Hace unos quince
mil millones de años, nuestro Universo comenzó con la mayor explosión de todos
los tiempos. Se expandió, se enfrió y oscureció. La energía se condensó en
materia, principalmente átomos de hidrógeno, y esos átomos se acumularon en
vastas nubes; alejándose unas de otras, un día se convertirían en las galaxias.
Dentro de estas galaxias, nació la primera generación de estrellas, extrayendo
la energía escondida en la materia e inundando el Cosmos de luz. Átomos de
hidrógeno que componían soles y luz de estrellas. En aquellos tiempos no había
planetas para recibir la luz, ni criaturas vivas que admirasen el radiante
cielo. Pero en las profundidades de los hornos estelares, la fusión nuclear
estaba creando átomos pesados: carbono, oxígeno, silicio y hierro. Estos
elementos, la ceniza dejada por el hidrógeno, eran los materiales de donde los
planetas y la vida surgieron más adelante.
Es importante visionar el documental a plena
pantalla
Somos materia de
estrellas recolectando luz estelar. Nuestras vidas, nuestro pasado y futuro,
están atados al Sol, la Luna y las estrellas. Nuestros antepasados sabían que
su supervivencia dependía de la comprensión de los cielos. Construyeron
observatorios y computadoras para predecir los cambios de las estaciones por el
movimiento de los cielos. El descubrimiento de que hay orden en el Universo, de
que hay leyes en la Naturaleza, es el cimiento sobre el que descansa la Ciencia
moderna. Nuestra concepción del Cosmos, se remonta a las cuestiones planteadas
por las estrellas. El largo viaje a ese entendimiento requirió un estricto
respeto por los hechos y el asombro ante el mundo natural.
Johannes
Kepler escribió: "No nos preguntamos
por qué cantan los pájaros, pues el canto es su placer desde que fueron creados
para cantar. Del mismo modo, no debemos preguntarnos por qué la mente humana se
preocupa por descubrir los secretos de los cielos. La diversidad de los
fenómenos naturales es tan grande y los tesoros escondidos en los cielos tan
ricos, precisamente para que a la mente humana nunca le falte algo nuevo con lo
que enriquecerse".
Es importante visionar el documental a plena
pantalla
En la Vía Láctea, la galaxia a la que pertenecemos, la materia del
Cosmos se recicló en nuevas generaciones de estrellas, ya ricas en átomos
pesados, un legado de sus antepasados estelares. Y en la frialdad del espacio
interestelar se acumularon por acción de la gravedad nubes turbulentas,
agitadas por la luz de las estrellas. En las profundidades, los átomos pesados
se condensaron en granos de polvo y hielo, y complejas moléculas basadas en el
carbono. De acuerdo a las leyes de la física y la química, los átomos de
hidrógeno habían dado lugar a la materia de la vida. En otras nubes, agregaciones
más masivas de gas y polvo formaron la siguiente generación de estrellas.
Mientras estas se formaban, pequeñas condensaciones de materia crecían junto a
ellas, discretas motas de roca y hielo y gas que se convertirían en planetas. Y
sobre estos mundos, como en las nubes interestelares, se formaron moléculas
orgánicas a partir de los átomos originados en el interior de las estrellas. En
las lagunas y mares de muchos mundos, las moléculas eran destruidas por la luz
solar y reconstruidas por la química. Un día, en estos experimentos naturales,
surgió una molécula que accidentalmente era capaz de hacer copias toscas de sí
misma. Ahí empezó la vida, la evolución se ha encargado del resto.
La
civilización, actualmente en peligro, es
toda la humanidad. En nuestro dominio del planeta, hemos acumulado un peligroso equipaje evolutivo: la propensión por la agresión y el ritualismo, sumisión a los líderes, hostilidad a los extranjeros, todo lo cual pone nuestra supervivencia en entredicho. También hemos adquirido compasión por los otros, amor a nuestros hijos, un deseo de aprender de la historia y la experiencia, y una grandiosa y elevada inteligencia, las herramientas más evidentes para nuestra supervivencia y prosperidad. Qué aspectos de nuestra naturaleza prevalecerán, es algo incierto, sobre todo cuando nuestra visión y perspectiva del mundo se limita a una pequeña parte del diminuto planeta Tierra. Pero, allá arriba, en el Cosmos, una ineludible perspectiva espera. Las fronteras no son evidentes cuando vemos la Tierra desde el espacio. El fanatismo étnico o religioso o las identidades nacionales son un poco difíciles de justificar cuando vemos nuestro planeta como una creciente e inmensa esfera azul muy frágil, que se desvanece hasta convertirse en un discreto punto de luz al alejarnos de ella y llegar hasta los confines del polvo estelar de las estrellas que la formaron.
toda la humanidad. En nuestro dominio del planeta, hemos acumulado un peligroso equipaje evolutivo: la propensión por la agresión y el ritualismo, sumisión a los líderes, hostilidad a los extranjeros, todo lo cual pone nuestra supervivencia en entredicho. También hemos adquirido compasión por los otros, amor a nuestros hijos, un deseo de aprender de la historia y la experiencia, y una grandiosa y elevada inteligencia, las herramientas más evidentes para nuestra supervivencia y prosperidad. Qué aspectos de nuestra naturaleza prevalecerán, es algo incierto, sobre todo cuando nuestra visión y perspectiva del mundo se limita a una pequeña parte del diminuto planeta Tierra. Pero, allá arriba, en el Cosmos, una ineludible perspectiva espera. Las fronteras no son evidentes cuando vemos la Tierra desde el espacio. El fanatismo étnico o religioso o las identidades nacionales son un poco difíciles de justificar cuando vemos nuestro planeta como una creciente e inmensa esfera azul muy frágil, que se desvanece hasta convertirse en un discreto punto de luz al alejarnos de ella y llegar hasta los confines del polvo estelar de las estrellas que la formaron.
Es importante visionar el documental a plena
pantalla
Las imagines que nos presentas son fascinantes. Pienso que podrían ser igualmente vistas por un gran telescopio o por un microscopio de grandísima potencia. Los choques de planetas sobrecogedores.
ResponderEliminarY el de la tierra destruida, sin palabras por lo real que puede llegar a ser. Somos nuestro propio enemigo.
Entrar aqui es como asistir a una clase en la universidad, :) Yo creo que preparo hasta el cerebro para que espabile pues sé que va a tener que esforzarse, y más cuando escribes sobre un gran desconocido para mí como es el cosmos, la astrología.
ResponderEliminarEl segundo vídeo es de una belleza increíble, no sé yo si real. Disculpa mi ignorancia.
Un fuerte abrazo, querido amigo.
Está claro que sólo somos polvo de estrellas, pero polvo muy especial, ¿o es de nuevo la arrogancia de la raza humana la que me hace decir esto?
ResponderEliminarPreciosa entrada, querido Antonio, de las tuyas más auténticas. Los vídeos son bellísimos.
Un beso.
El cosmos y la civilización y la experiencia como parte del cosmos. Hace un tiempo leí una frase que me dejó perplejo, decía algo así como que a la naturaleza le dan igual la existencia o no de los seres humanos, que somos algo contingente. Parece que en el universo no hay ética que valga que sus reglas son otras.
ResponderEliminarUn abrazo Antonio.
E pensar que estamos neste ponto azul juntos, para o que der e vier... Bom demais!
ResponderEliminarUm grande beijo querido amigo
Qué riqueza de artículo e imágenes nos regalas.
ResponderEliminarNunca está demás repasar estos temas y como nos lo presentas tú es más atractivo.
Gracias por acercanos estos temas o planteamientos de la vida, el origen del cosmos, la naturaleza, la inmensidad, los misterios...
Abrazos cálidos Antonio.
Nunca estamos solos
cuando sabemos
que ocupamos
un lugar, en el
corazón del amigo.
Quisiera que la belleza
de esta tarde del miércoles,
conquistará una sonrisa
en las colinas del viento
para ti!!
Un abrazo de violetas
y un beso de poetas.
Atte.
María Del Carmen
Nunca estamos solos
cuando sabemos
que ocupamos
un lugar, en el
corazón del amigo.
Quisiera que la belleza
de esta tarde del miércoles,
conquistará una sonrisa
en las colinas del viento
para ti!!
Un abrazo de violetas
y un beso de poetas.
Atte.
María Del Carmen
Desbordado, Antonio. Un abrazo muy fuerte
ResponderEliminarPor cierto, como decía Nietzsche, ¿sabes lo que me pasa con este tipo de soberbias lecciones: "La ventaja de tener mala memoria es que se goza muchas veces con las mismas cosas"
ResponderEliminarEs posible que equivocase el blog, amigo Antonio. Soy bastante desastrosa en eso de la Red. Bueno, no importa, éste me interesa. Saludos y muchas gracias por tu comentario.
ResponderEliminarQuerido Amigo:
ResponderEliminarEs un sobresaliente informe científico que atraviesa la línea del tiempo.
El final sorprende para los creen: "centro del mundo"
Somos materia de estrellas dices, y la pintora surrealistas Remedios Varo creó un óleo fantástico que tituló:' Brebaje estelar"
**Estoy pensando en mi nuevo texto.
Gracias y felicitaciones.
Un fuerte abrazo.