¿DÓNDE VIVIMOS?
Antonio Campillo Ruiz
Todos los seres
humanos que han existido, cada madre y padre, cada creador o destructor de
civilizaciones, cada cazador o recolector, todos los inventores y exploradores,
todas nuestras alegrías y sufrimientos así como miles de religiones verdaderas,
ideologías y doctrinas, cada político corrupto y líderes supremos, de la
Historia de nuestra especie ha nacido, vivido y desaparecido en esta mota de
polvo cósmico suspendida y dependiente de unos pocos rayos de una estrella,
bastante anciana, que depende de una vasta playa de arena cósmica. Si
pensásemos en los millones de crueldades cometidas por minúsculos seres
vivientes, apenas distinguibles en esa mota de polvo, contra otros semejantes
de diferentes partes de su diminuto habitáculo, entenderíamos cuán frecuentes
son sus odios para llegar a matarse con avidez por simples malentendido,
diferencias de pensamiento o por avaricia. Nuestro pensamiento de que ocupamos
una posición privilegiada en el inmenso Cosmos sólo es un espejismo tan
inabarcable como el propio Universo.
Desde la inmensidad
oscura del Cosmos profundo no nos llegará ayuda para que nuestro triste sistema
social y natural pueda salvarnos de nosotros mismos. Dependemos únicamente de
los habitantes llamados racionales para ello. No conocemos signos de la
existencia de mundos habitados excepto el nuestro, la Tierra. Esto no quiere decir que no los haya en número
de miles de millones, pero no los alcanzaremos, ni nos alcanzarán, en un tiempo
ni medio ni largo. Tenemos que quedarnos forzosamente en este bello planeta
azul. Siempre he creído que para aprender a querer a esta mínima mota de polvo
cósmico. Debemos guardarlo, preservarlo y comportarnos con la justicia que
merece la objetividad y la paz. No existe mayor demostración de la locura que
la soberbia del hombre para el hombre y para la casa que habita.
Decía Carl Sagan, eminente
científico y divulgador de las maravillas de nuestro Cosmos: “La vida es sólo un vistazo momentáneo de las
maravillas de este asombroso Universo, y es triste que tantos la estén
malgastando soñando con fantasías espirituales”. Refiriéndose, en este
caso, al pensamiento, proceso exclusivo de los seres denominados superiores.
Compartir o no fantasías espirituales depende de cada uno, sin tratar de forzar
a los demás. Probablemente, sería más oportuno fijarse en el siguiente
pensamiento, también de Carl Sagan; “La
imaginación frecuentemente nos llevará a mundos que jamás fueron. Pero sin
ella, no iremos a ningún lado”.
fascinante amigo. me encanta la ultima frase, sin imaginacion no vamos a ningun lado, un abrazo fuerte antonio
ResponderEliminarNo sólo somos una mota de polvo en el universo sino que vivimos pocos años y emplearlos en hacer daño parece un sinsentido.
ResponderEliminarLa imaginación es la que nos libera.
Un fuerte abrazo,querido amigo.
Magnifica entrada Antonio, como todas las tuyas, nos haces reflexionar a nuestro pesar. Que insignificantes somos "motas de polvo cósmico" como dices, y que pena que no reconozcamos lo efímera de nuestra existencia, y empleemos la poca vida que tenemos en complicarnosla y complicarsela a nuestro prójimo. De vuelta en Valencia, un fuerte abrazo.
ResponderEliminarQué interesante Antonio!!! Me encantan los documentales de Sagan, tengo muchos pendientes por ver.
ResponderEliminarSiempre pienso que hay que vivir todo lo intensamente que se pueda, y desde luego pasarlo lo mejor posible, es que vivimos tan pero tan poco...
Un beso, buena semana
Hermoso, profundo y necesario tema existencial nos presentas.
ResponderEliminarUna exposisción interesante, siempre se puede aprender, las diversas visiones o enfoques de los orígenes de la vida, del mundo y de la naturaleza siempre nos enriquecen y nos hacen pensar dónde estamos y quiénes somos y para qué...
Abrazos y saludos cordiales Antonio.
Un informe necesario desde la ciencia,Antonio.
ResponderEliminarSomos apenas un micro-punto en el Universo, pero con capacidad para DESEQUILIBRARLO si no apelamos a la Conciencia, desde la razón y la emoción.
Un placer leerte !
Un abrazo
Gran reflexion amigo Antonio
ResponderEliminarO sea, Antonio, que no sabemos de dónde venimos. Somos polvo de estrellas. Qué bien suena. No sé si las putas son las estrellas que nos parieron o somos nosotros, los hijos de la tal que nos hemos convertido en lo que somos.
ResponderEliminarUna panda de aprovechones desaprensivos que robamos lo que es de todos y encima nos subimos a los altares para que nos adoren.
-Tecla, que no es eso. Que también hay gente buena, como tu y como yo.
-Es cierto Antonio, estamos nosotros y muchos más.
-¿No crees que sobra gente?
-Yo qué sé, más bien pienso que sí.
-Hagamos un holocausto.
-Joder, Antonio, que tampoco se trata de eso.
Pero al menos los condones no nos debieran de faltar.
-¿Y quién se va a enterar?
-Las moscas, se enterarán las moscas y ya verás tu. Y las hormigas.
-Tu no estás bien, Tecla.
-Creo que no.
Si miraramos mas hacia arriba seriamos mas conscientes de nuestras insignificantes posiblidades y del azar que no ha traido hasta donde estamos. Me ha gustado (además de poder entre mis amigos de anoche), el articulo de La Calle. La revista empieza a tomar copero y adquirir categoría. Un abrazo.
ResponderEliminarParticularmente, querido amigo, no me importa que la imaginación me lleve por mundos que nunca fueron ni serán ¡qué más da si mi percepción así lo sintiese! Al fin y al cabo, este micro instante que es la vida no nos da para mucho y, precisamente porque ocupamos una situación privilegiada, en el univers,o hay que aprovechar hasta le último aliento respetando el medio y quienes lo habitan.
ResponderEliminarAprovecho la ocasión para decirte que estaré ausente del blog por un tiempo, de momento, indeterminado, aún. Ello no es óbice para serguir leyéndolos en la medida de mis posibilidades.
Un abrazo grande, Antonio :)