DÉDALO Y SU ESCUELA

PÁJAROS EN EL MONT BLANC

Antonio Campillo Ruiz

   Aquel día, observando la majestuosidad de un halcón en pleno vuelo, el joven pensó cómo era posible que los pájaros volasen. Él mismo respondió a su pregunta sintiéndose débil y frágil. La capacidad para razonar y construir artefactos con los que poder volar no le calmó. Recordó a Dédalo, su ingenio y la asimilación que hizo de la estructura fisiológica del cuerpo de las aves. Sí, ese debería ser el secreto: una mutación que permitiese al hombre poseer una doble extensión de sus extremidades. Los siglos que deberían sucederse, con la pasividad de un tiempo lento, muy lento, puesto que el interés por alcanzar el vuelo se exigía como rápido, superaría con tanta facilidad la edad posible de vida del ser humano que este, tendría que esperar y esperar hasta el fin de los días. Y, en el fin de los días, a nadie interesaría si se había producido o no la mutación iniciada, con la connivencia de la Naturaleza, pasados ya miles de años. Su tristeza era inmensa cuando observó con estupor a  unas extrañas aves que volaban a gran velocidad. Quedó observándolas y disfrutando de los nuevos hijos de Dédalo entre los que no se encontraba Ícaro.  

Es muy importante visionar el documental a plena pantalla.

Speed Riding Mont Blanc from Didier Lafond on Vimeo.