CON CAPACIDAD DE IMAGINAR
Antonio
Campillo Ruiz
Susan Seddon Boulet
Muchos dicen que el mundo se cambia empezando por uno mismo,
desde dentro, desde la meditación y todo lo relacionado con la espiritualidad. Otros,
en cambio, dicen que eso es muy bonito pero que no sirve de nada, que no se sale
a la calle y se activa el cambio. Solo con hechos palpables se puede lograr.
Nos han enfrentado siempre desde la dualidad, así, podemos sentir la separación
desde la agresión. A pesar de que nos pese, para eso sirve el deporte: lejos de
usarse como medio de salud, se ha montado un circo que nos mantiene distraídos
y acostumbrados a competir. En general, es
el tiempo libre que nos deja la esclavitud del trabajo el que se emplea en este
aprendizaje dirigido, que ha sido programado desde la niñez en enfrentamientos,
en ganar a los otros porque siempre es necesaria la existencia de un ganador y
un perdedor, siendo éste motivo de felicidad que pasa, ineludiblemente, por
machacar al otro, al contrario, al rival.
Susan Seddon Boulet
Vivimos en un mundo de mentira, en un paradigma absurdo y
está en nuestra mano cambiarlo. Para ello, deberíamos soltar el lastre
adquirido en una enseñanza obtusa y al servicio del poder, hacernos conscientes
y actuar con coherencia en nuestro entorno, dejar de sentirnos enfrentados y
separados. No, jamás será necesaria la
uniformidad de pensamiento, no somos robot, aunque quieran convertirnos en
iguales. Somos distintos y cada uno puede y debe brillar desde donde solo él es
capaz. Pero, podemos unirnos desde lo que denominamos corazón, allí donde no
somos manipulables, allí donde solo escuchamos nuestra propia voz, allí donde
la guerra de sexos, de razas, de culturas o la guerra en cualquier otro sentido,
no exista. Esa guerra que hemos permitido y que nos mantiene enfrentados en nuestro
entorno exterior desde lo que sentimos en nuestro interior. Sin cambio interior
no existe realmente un cambio exterior: seguiremos atrapados en el mismo
paradigma, en el mismo tablero de juego aunque las reglas varíen un poco o las
caras sean otras. Seguiremos presos de la misma matriz generadora del sistema porque,
incluso las revoluciones son fruto y se dirigen hacia esta matriz enfermiza.
Susan Seddon Boulet
En la actualidad vivimos un momento clave. Se trata de algo
con un fuerte componente de pensamiento que debemos reflejarlo en lo físico, en
lo usual. El cambio interior debe ser coherente con la recuperación de la
memoria porque cambiar interiormente es recuperar la sabiduría y, precisamente,
desde ese interior personal, conseguiremos librarnos de los miedos que nos
impiden ser fieles a lo que sentimos y dejaremos de colaborar con todo lo que
no vibre en sintonía con nuestro interior. Si desde su pensamiento y sentido
común, cada uno de nosotros realizase esta regeneración, la matriz habría
muerto
Susan Seddon Boulet
La Ciencia admite que lo denominado realidad es solo una
creación de nuestra mente, un mundo holográfico que proyectamos desde el
interior de nuestro ser, una realidad nacida de cada orden que expresamos y que
el Universo ejecuta para nosotros, incluso hasta cuando no somos conscientes de
ello. Órdenes impulsadas por las emociones que nacen, no solo de cada
pensamiento que tenemos o de cada
palabra o sonido que dejamos salir de nuestros labios, sino de cada gesto o
acción que emprendemos, formándose entonces lenguajes que el Universo
interpreta para nuestro deleite, convirtiéndonos entonces en los creadores de
todo lo que imaginamos posible. Pues bien, si somos nosotros los artífices, los
creadores, los materializadores de la realidad que nos envuelve, una realidad
que, bien lejos de parecerse a un paraíso semeja las entrañas ardientes de un
volcán, con sus injusticias, guerras, egoísmos, desigualdades sociales y falta
de consciencia, cabría preguntarse qué es lo que se está haciendo mal. Admitido
el malhacer en un tanto por ciento que roza el máximo, deberíamos tomar conciencia
y actuar solo desde donde se podrá solucionar esta vida falsa: dejar de dar
vida a la matriz que hacemos más y más grande, ya sea porque colaboramos con
ella desde una absoluta amnesia e ignorancia o porque alimentamos su juego sin
darnos cuenta. Cada vez que luchamos contra ella y sus sirvientes, lo
hacemos en su propio terreno, en un absurdo tablero de juego. Deberíamos hacer
aquello para lo que no están preparados: levantarnos de la mesa, abandonar la partida
y crear nuestro propio juego, donde lo parasitario no pueda vivir. Nunca debe conseguir
este sistema, esta matriz, destruir a un ser humano por medio de hacerle
creer que es limitado e inducirle a olvidar. Su capacidad de imaginación siempre le protegerá.
Susan Seddon Boulet
Preciosso trabajo de reflexion el que nos muestras. Manipulados desde la cuna en un mundo e mentira, pero sinceramente veo imposible que una mayoría significativa sea capaz de romper la partida, como dices, y crear su propio juego a prueba de parásitos. No hay mas que ver el aborregamiento sectario de ambos extremismos, donde el razonamiento y la tolerancia no existen. Una pena, quizá dentro de 200 años de democracia ...
ResponderEliminarCuánta sabiduría encierran tus palabras, Antonio, amigo, y ese tablero al que a veces nos aferramos incluso cuando se cae, nos traiciona y nos atrapa como un imán, la última frase es un consuelo, de verdad. La profunda reflexión da que pensar y mucho, para una larga noche de insomnio tratando de convencernos de que no somos robots.
ResponderEliminarFabulosas las imágenes!
Gracias por tu visita y tus siempre amables palabras!
¡Un abrazo amigo mío!
Sí, matrices podridas y estúpidos borregos que no salimos de ellas. El que imagina (Imagine all the people living life in peace), sabemos donde acaba.
ResponderEliminarNo obstante merece la pena intentar ser uno mismo, luchar por lo más auténtico de su interior, ¡pese a la mentira!, ¡pese a la locura colectiva que lo señalará con un enorme dedo!. Quizás no cambie uno la sociedad, pero se sentirá bien consigo mismo los muchos o pocos días que vea amanecer.
Te aplaudo, Antonio
Esplendido tu comentario,estoy totalmente de acuerdo contigo.Besos.
Eliminar!Hola,Antonio!
ResponderEliminarTodo es competición.A veces hasta competimos con nosotros mismos,absurdamente.Sin tener nada que ganar nos colocamos esa losa que nos aprisiona,pero que bien se siente cuando te la quitas y respiras.Un post extraordinario.Muchos besitos.
Ay, Antonio! Casi haría un "poster" con esta publicación tuya, y empapelaría con él todo mi país, sobre todo las paredes de la Casa de Gobierno! Si hay algo que detesto del gobierno actual de Argentina, es que nos ha dividido a todos! Después de años de dictadura, creímos que la democracia vendría acompañada de la unidad nacional, de "un molde propio" como tú dices, pero, llegaron justo estos, cargados de resentimientos que no permiten avanzar...y otra vez las rivalidades, las antinomias, las discusiones y los enfrentamientos hasta en los propios senos familiares! Qué lástima...porque cuesta luego remontar...una cosa es la diferencia de ideología, y otra es que el que no piensa como uno, sea el enemigo. Así estamos por aquí, ya ves. Gran artículo, gran abrazo!
ResponderEliminarUn derroche de pensamientos nos dejaste querido Antonio. Unas reflexiones profundas que tantas veces dejamos al margen de nuestro mundo interior, sin embargo, la mayor parte de nuestras decisiones se asientan acertando o negando esas posibilidades y realidades que nos circundan.
ResponderEliminarLas pinturas de Boulet son preciosas.
Un abrazo grande para ti.
La coherencia con uno mismo hace que lo seamos con todo cuanto ocurre en la sociedad.
ResponderEliminarSe manipula fácilmente al ignorante, al miedoso, al oportunista. Quien tiene las ideas claras y la integridad por bandera poco tiene que temer.
Una interesante reflexión, querido amigo, acompañada de unas bellas y evocadoras imágenes.
Un abrazo y feliz fin de semana.
HOY ME QUEDA Y ME CREAS, UNA LARGA NOCHE DE REFLEXIÓN, QUERIDO AMIGO Y MAESTRO CAMPILLO. FELIZ NOCHE
ResponderEliminar¡Hola Antonio! Querido amigo eres tan inteligente que tus reflexiones son dignas de leer y releer. La realidad creo que en parte varía según el cristal con que se mire. Pero hay ciertos temas como los que señalas con gran acierto que no podemos obviar y nos compete a todos. Siempre habrá alguien que se aproveche de la situación del otro, y no significa que sea inferior. A veces el medio que lo rodea aporta para bien o para mal. Felicitaciones por tu post. Un beso grande desde el extremo sur.
ResponderEliminarQuerido amigo, eres en cultura, tan superior a mi que me dejas anonadada, 'embobada' con tus comentarios tan profundos y sabios.
ResponderEliminarGracias por tu amistad y sencillez, es lo que mas valoro en ti, que seas un hombre tan sencillo y bueno.¡sin hablar de tu elegancia!
A tu lado siempre aprendo y ademas de un modo agradable y claro, jajaja , Algunos pensaran que soy tu 'abuelita'!!!
Hasta otro rato amigo
Un fuerte abrazo..
Un gran texto que encierra una profunda reflexión.
ResponderEliminarUna entrada muy interesante con unas imágenes estupendas.
Gracias mil por este excelente aporte de cultura.
Un gran abrazo, querido Antonio.
Si no he entendido mal la idea principal de este texto sería vivir bajo nuestro criterio y no tal como nos lo impone el sistema educativo recibido.
ResponderEliminarLa realidad, bajo mi punta de vista, es que estamos dirigidos desde el nacimiento hasta la muerte. Explotados al máximo. Sumisos al máximo. Que actuamos bajo un puñado de ideas-dogmas.
Me molesta muchísimo la uniformidad. Es muy fácil dominar el rebaño que es a lo que nos conduce ese pensamiento único.
Esa maldita actitud de denostar lo diferente!
Y para mí, y esto creo que tiene que ver con lo que dices, sólo el arte nos libera. Y no se necesita ser el mejor. Solo liberar la imaginación.
Un fuerte abrazo, querido amigo.
Una buena propuesta para corta con la tendencia destructiva, que nos tiene en estos resultados. Levantémonos de la mesa para crear otro juego.
ResponderEliminarUn abrazo, Antonio.
Me voy con la cabeza llena de tantas razones como nos has dejado, para reflexionarlas.
ResponderEliminarTodo es y sera competición, para nosotros, para los demás...y mucho tendrá que cambiar todo, para que no sea así.
Besos