PARADOJA

AVANCE DEL SABER

Antonio Campillo Ruiz

 Erwin Schrödinger y su gato

La conciencia es un singular

del que se desconoce el plural

Erwin Schrödinger

- ¡Dichosos los ojos! ¿Dónde te has metido, Juan?

- ¡Hola, Pascual! Pues mira, me acerqué a charlar un rato con Erwin Schrödinger sobre su paradoja porque hay que ver la manía que tengo con este tema… Claro, como le gusta pasear por Andrómeda, donde me ha contado que se encuentra con otros compañeros que tienen todos el coco un poco revuelto, pues me he entretenido más de lo que hubiese querido. ¡Ah!, y nos hemos acercado a saludar a Gabriel García, que acaba de llegar. ¡Tenía un gentío saludándole que no le dejaban disfrutar de sus queridas Perseidas!

- ¡Vaya paseo que te has dado hoy!

- No creas, solo he empleado unos cuarenta años de nuestra antigua Tierra y, el caso es que me recomendaron que caminase unos sesenta cada vez que saliese a visitar a algún conocido. Lo que me sienta mal es haberme perdido los nuevos acontecimientos de investigación de nuestros parientes de la Tierra.

- ¡Ah!, pues no sabes que tenemos una novedad muy importante. Recuerdas cómo estábamos todos asomados por el hueco que nos permitía enterarnos de los sucesos terrícolas, empujando, queriendo ver todos el mismo lugar, los avances científicos y humanísticos siempre estaban repletos, bueno, ya sabes, un poco caótico. Pues a alguien, que durante su vida humana nunca confiaron en él ni tuvo presupuestos para llevar a cabo su idea, le han dado una subvención y ha fabricado una pantalla como la superficie de la Tierra, unos quinientos diez billones de metros cuadrados. Ahora, desde el anfiteatro podemos ver toda la tierra a la vez en la pantalla plana. Incluso las partes oscuras poseen una nitidez excelente, en blanco y negro, claro.

- ¡Vaya sorpresa! En cualquier caso, me imagino que la locura de nuestros terrícolas seguirá igual de irracional.

- Más, Juan, más. Continúan con la manía de no cuidar la investigación, ni la cultura, mienten en aspectos importantes y, lo peor, guerrean, guerrean sin parar por un poder inoportuno y destructivo. No hacen nada para poseer conocimientos cada vez más necesarios para alcanzar ideas que resuelvan con rapidez los secretos que tan fácilmente les llevarían a una vida cada día más saludable.

- Sí, he hablado de estas cuestiones con Erwin e incluso le he sugerido que les ayude a sus alumnos para que avancen sobre el conocimiento de sus teorías. Me ha respondido con una realidad muy clara, como siempre esplica con tanta claridad: “Si les ayudase solo llegaría a mis propios conocimientos, que ya saben. No tengo nuevas teorías y, cuando me acerco a observar cómo marchan los adelantos en el que fue mi laboratorio, el que no entiende nada soy yo. Ha habido un avance tan inmenso que no sería eficaz una ayuda que ya se encuentra superada. Podemos verles sin que lo sepan, lo intuyen solamente, mas no podemos ayudarles como si fuésemos los únicos que poseen la verdad”. Creo que tiene razón, Pascual. Vamos, enséñame esa maravilla que dices que han construido.

Antonio Campillo Ruiz

Es importante visionar el vídeo a plena pantalla.