CONFIANZA ARTÍSTICA
María Luisa
Arnaiz Sánchez
La bata rosa, Sorolla
“En 1905 Sorolla abandona precipitadamente Jávea debido a un suceso turbio que todos ocultaron con un pacto de silencio. Parece que durante aquel verano intimó con una de las criadas que iban a lavar a la noria de Cruañes...El caso es que la chica tenía un novio, que era carabinero, el cual, enterado de aquella confianza artística, le dio un tiro. De las circunstancias no sabemos nada más. Lo cierto es que después de 1905 Sorolla no volvió nunca más a Jávea” se lee en “A Xàbia” de Florencio de Santa-Ana, director del Museo Sorolla, Francisco Pons-Sorolla, descendiente del pintor, y Abelardo Muñoz, periodista. Ahí queda esa afirmación de pasada pero en 2002 Encarna Martínez Zahonero declaró que su abuela, Carmen Fossati, hija del alcalde de El Cabañal, había tenido un hijo del pintor y pedía “el ADN de Joaquín Sorolla para demostrar que soy su nieta”. Sea como fuere, ¿cuántos hijos naturales han servido para humillar la conducta de sus madres y aprobar la de sus padres? La reputación de los famosos demuestra la hipocresía selectiva de la sociedad.
Después del baño, Sorolla
Es tan fácil hacer una pregunta, y tan triste la respuesta.
ResponderEliminarAy, el género humano. Ayer, hoy, mañana, siempre...
Te confesaré, Amando, que envidio las culturas donde esta pacatería que nos acompaña es desconocida.
ResponderEliminarBesos.