MAX FUND Y SU CUARTO III
Antonio
Campillo Ruiz
La gasolinera, Max
Fund
Max Fund contribuye en esta composición
de la serie “El cuarto”, no sé si intencionadamente por la imagen especular del cuadro de Hopper, al
juego de incógnitas que el norteamericano plantea en sus obras. Aunque aparezca
en primer plano una moza sicalíptica con vestido a modo de botticellesco cabello en una
perdida gasolinera de la
América profunda, quien resulta interesante es el personaje
enmarcado en el “aseo” de la estación: Gustavo V de Suecia, envuelto en un
escándalo escabroso. Era un secreto a voces que el rey era homosexual pero cuando
se publicó que la corona sueca había comprado el silencio de Haijiby, un
delincuente amante del monarca de 1936 a 1947 según propia confesión, que lo
había intentado exiliar y que lo había internado en un psiquiátrico, la
envergadura del asunto salpicó a la dinastía Bernardotte. Así pues, la pudorosa
doncella no tiene nada que temer en tan solitario lugar, es una pantalla, y
puede prescindir de su paño de pureza porque a quien no vemos en la recreada
noche es al empleado del surtidor.
Gas,
Hopper, 1940
Gustav V, Anders Zorn,
1909
Me gustan muchísimo tus entradas.
ResponderEliminarUn beso querido amigo
El arte de tu blog con tus palabras
ResponderEliminarLas imágenes y tus letras
Te felicito querido
y gracias siempre por tus maravillosas palabras en mis blogs
Querida campeona de español, es para mi un honor que te agrade lo que encuentras en el blog.
ResponderEliminarA ambos nos sucede lo mismo con nuestros respectivas publicaciones.
Un fuerte abrazo, mi querida Gisa.
Me sumo boquiabierto.
ResponderEliminarQuerida MuCha, es un placer muy agradable leer tus palabras.
ResponderEliminarEscribir publicaciones atrayentes, que complazcan e interesen a nuestros amigos y lectores, creo que es el primer objetivo a conseguir con el trabajo en los blogs.
Un fuerte abrazo, querida MuCha.
Mariano, ¡no me lo puedo creer!
ResponderEliminarTus palabras me llenan de satisfacción y espero que también a Max Fund.
Hablaremos personalmente de esta publicación y su especial relevancia para mí.
Un fuerte abrazo, Mariano.