EL
MANGLAR
Antonio Campillo Ruiz
Discusiones
entre garzas, inoportuno viento que se retuerce entre los micrófonos, voces
humanas, sonidos estridentes de motores potentes, tranquilidad, fuertes cimientos
de madera tan retorcidos que construyen nuevas islas sin tierra, lugares de
vida imprescindibles de una fauna tan diversa como necesarias para el
estuario, sin efectos, sin cambios, con la naturalidad de las sensaciones
vividas. Es el manglar.
Los
estuarios semisalinos de los ríos Dulce y Cocodrilo, en la selva de Guatemala,
poseen uno de los espacios más importantes para la vida de la fauna y flora que se
encuentran en el ecosistema, cuasi virgen, que es, además, lugar de visita animales
de todas las especies del lugar. Potentes raíces soportan un inmenso peso y
conforman islotes que, agarrados a la profundidad arenosa del fondo, día a día,
se extienden y amplían cuando las semillas, alargadas y pesadas, caen desde lo
alto de las ramas que las han criado para hincarse en un lugar aleatorio del
fondo y crecer con la rapidez necesaria para convertirse en una parte de la
isla natural, tan intrincada como impenetrable, tan especial como bella.
Contemplar
el diseño que el azar natural construye es una suerte y un placer. La
Naturaleza existe en su estado puro. La flora se diversifica y evoluciona en
función de las necesidades que, posteriormente, serán necesarias para la fauna
que crece y se reproduce sobre ella.
EL MANGLAR from Antonio Campillo
Ruiz on Vimeo.
Ay, amigo Antonio, que envidia, (siempre sana), me da verte filmando y comentando "tu manglar".
ResponderEliminarTe voy a robar el vídeo, como no.
Un abrazo amigo