María Luisa Arnaiz Sánchez
Retrato de Mademoiselle
E. F.: a propósito del ballet “La
Source ”
Degas, 1867-68
En 1 Reyes 10, 1-5
se lee: “Y oyendo la reina de Saba la
fama de Salomón…vino a probarle con preguntas. Y vino a Jerusalén con…
especias, y oro…y piedras preciosas: y…a Salomón, propúsole todo lo que en su
corazón tenía…Y cuando la reina…vio la sabiduría de Salomón…quedóse enajenada”.
Inicio con esta cita la presentación del cuadro de Degas que me trajo a la
memoria una leyenda acerca de la mítica reina bíblica de patas de cabra, cuyo
hijo nació con un pie idéntico a los de su madre y otro humano. En su visita al
rey fue conducida a una estancia con suelo de espejos y de este modo Salomón
comprobó el bulo propalado sobre esta reina procedente de Yemen de la que se desconoce
su nombre. El recuerdo me vino porque lo que parece lago en el lienzo podría
tratarse de un espejo: la joven de la derecha está sentada sobre una tela
blanca que no se hunde y, por el contrario, los pies de E(ugénie) F(iocre), la
actriz que encarna a la princesa Nouredda en el ballet, están sumergidos como se comprueba de un vistazo y de la
alteración del agua por la inmersión. ¿Espejo o agua, pues? Quizás la duda se
disipe al advertir que las piedrecillas alineadas al pie del caballo son el borde
de una alfombra y que en ella aparecen unas zapatillas de ballet. “Son la rúbrica del artista, que desaparece
después de haber conducido hasta la fusión…el puro artificio de la escena
teatral y la pura naturaleza que brota de una fuente” dice Roberto Calasso
en “La Folie
Baudelaire ”.
Y añade Calaso:
ResponderEliminar..."Pero si conocemos el título, las preguntas proliferan. ¿Qué es lo que tenemos delante? ¿Es un momento de marasmo en el ballet (que comprendía en efecto una aparición de la princesa apoyada en un poyo)? ¿O son las tres bailarinas del mismo espectáculo, pero tomadas durante una pausa? ¿Y el caballo? ¿También él está en pausa y bebe tranquilamente en un espejo? ¿O nos encontramos en un remoto paisaje caucásico, en el tiempo suspendido de las leyendas, y una princesa –como en una existencia anterior- ha asumido los rasgos de Mademoiselle Fiocre? ¿Toda la escena pertenece entonces al género de la pintura histórica? ¿Aunque se trate de una historia inmóvil e indeterminada? No habría solución, porque los dos modos –incorruptibles- de leer lo que sucede en el cuadro son igualmente convincentes."
Un saludo
Me alegra saber que compartimos lecturas. Felicidades, elpresley.
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