viernes, 28 de noviembre de 2014

¡MALDITOS SEAN!

LA LARGA BÚSQUEDA  IV

Antonio Campillo Ruiz


"Los hombres olvidan siempre
que la felicidad humana es una
disposición de la mente y no una
condición de las circunstanciasª

John Locke


Hic iuxta situs est JOHANNES LOCKE. Si qualis fuerit rogas, mediocritate sua contentum se vixesse respondet. Literis innutritus eo usque tantum profecit, ut veritati unice litaret. Hoc ex scriptis illius disce, quae quod de eo reliquum est majori fide tibe exhibebunt, quam epitaphii suspecta elogia. Virtutes si quas habuit, minores sane quam sibi laudi duceret tibi in exemplum proponeret; vita una sepeliantur. Morum exemplum si squaeras in Evangelio habes: vitiorum utinam nusquam: mortalitatis certe (quod prosit) hic et ubique.
Natum Anno Dom. 1632 Aug. 29
Mortuum Anno Dom. 1704 Oct. 28
Memorat haec tabula brevi et ipse interitura.

“[Detente, viajero.] Aquí yace JOHN LOCKE. Si te preguntas qué clase de hombre era, él mismo te diría que alguien contento con su medianía. Alguien que, aunque no fue tan lejos en las ciencias, sólo buscó la verdad. Esto lo sabrás por sus escritos. De lo que él deja, ellos te informarán más fielmente que los sospechosos elogios de los epitafios. Virtudes, si las tuvo, no tanto como para alabarlo ni para que lo pongas de ejemplo. Vicios, algunos con los que fue enterrado. Si buscas un ejemplo que seguir, en los Evangelios lo encuentras; si uno de vicio, ojalá en ninguna parte; si uno de que la mortalidad te sea de provecho, aquí y por doquier.
Que nació el 29 de agosto del año de Nuestro Señor de 1632,
y que falleció el 28 de octubre del año de Nuestro Señor de 1704”


   Admitir la probabilidad matemática y rechazar la idea absoluta de lo determinado e innato acerca del conocimiento son aspectos fundamentales de las teorías de René Descartes, contrarias al origen sensorial que desarrolló John Locke. El conocimiento solo alcanza al cómo y el porqué de las relaciones entre diferentes hechos. Poder alcanzar una armonía total desde la percepción que se sustenta en supuestos y evidencias propias implica poseer un alto grado de racionalismo, así como un mecanicismo, que son aceptados a regañadientes por creacionistas y creyentes del malogrado sentido de un destino preestablecido. Por medio de la libertad de pensamiento, de la objetividad y de la privacidad, es como debe el hombre asumir el proceso religioso en la sociedad, liberándose de imposiciones dirigidas e incluso producidas por eclesiásticos que pretenden basarse en la Biblia en un estado confesional, y si lo hacen en uno aconfesional...  


   En su obra “An Essay Concerning Human Understanding”, “Ensayo sobre el entendimiento humano”, escrita en 1666 y publicada en 1690, Locke concibió la gran aportación que la Filosofía debía suministrar a los nuevos descubrimientos científicos, como los trabajos de Christiann Huygens o Isaac Newton, por nombrar solamente alguno de los investigadores cuyas teorías incidían directamente en el pensamiento humano. La gran relación entre los diversos contenidos posibles del pensamiento permite el medio de eliminar, por medio de múltiples instrumentos críticos, los diversos conocimientos erróneos desde un análisis sistemático. El hombre debe vivir, en el estado natural, en una paz sometida únicamente a las leyes naturales. Si muchos salen de él, se adhieren a una sociedad civil mediante un contrato que les exige aceptar y cumplir las leyes sometidas a la voluntad de todos los ciudadanos, sabiendo que, de violarlas, deberá someterse, igualmente, al cumplimiento de las penas correspondientes, sin poder volver al estado natural.

   
   Es, pues, imprescindible ante estos razonamientos y profundos pensamientos de racionalidad, paz y libertad, hacer mención a hechos acaecidos en el propio seno de quienes, a lo largo de la historia de Occidente, ha manipulado, constreñido y maltratado sistemáticamente, desde sus múltiples raíces judeo/cristiano/islámicas, la voluntad, a través de la osadía de  creencias irracionales fundamentadas en tratados y hechos inventados, traslocados y retocados a sangre y fuego. De entre los acontecimientos cotidianos, es evidente que los más recientes son conocidos a causa de la rápida transmisión de los mismos. Así, los autodenominados guías espirituales, que solo aspiran a dominar, se convierten día a día en depredadores de jóvenes de ambos sexos desde su púlpito, cantando las alabanzas de una maldita, soez y desnaturalizada mención a credos irreverentes, perversos y malvados, a los que mentes en una primavera inicial no saben hacer frente por la gallarda hipocresía y barato fundamentalismo de sus adoctrinadores. 
A ello hay que añadir la admisión de un invento execrable que les salva de todo y a todos: el perdón. A él se suben, cual barco salvavidas en plena tormenta, quienes con su pasividad cubren la espalda de la justicia y el honor. ¡Malditos sean por siempre!, diría John Locke, a pesar de sus creencias calvinistas. ¡Malditos sean!, exclama el pueblo encerrado en su masa amorfa dentro del redil que los poderosos han construido para ellos. Aquel que como Locke escribe en su epitafio “…alguien contento con su medianía. Alguien que, aunque no fue tan lejos en las ciencias, sólo buscó la verdad” es digno de  admiración por sus enseñanzas y el legado que nos dejó.

Antonio Campillo Ruiz  

La Paz y la Libertad

Es importante visionar el cortometraje a plena pantalla.

martes, 25 de noviembre de 2014

HELIOTROPOS III

ADOCENAMIENTO

Antonio Campillo Ruiz


A mi gran amigo
Manolo Fernández


   Juan olisqueaba por enésima vez sus manos mientras esperaba al camarero para solicitar un café muy caliente. La mañana era fría y el viaje largo y aburrido. Hacía media hora que había tenido una conversación que provocó un malestar, sentido otras muchas veces, muy considerable. Cuando se detuvo en la estación de servicio de combustible para el coche, esperó un tiempo prudente hasta que una voz metalizada le conminó a echar el combustible o dejat el lugar libre. Al bajar del coche leyó en un letrero del surtidor que aquel aparato era de self service (barbarismo admitido por la RAE con la definición de: autoservicio). Se irritó por dos causas. La primera porque escribían en idioma extranjero lo que podían expresar en español. La segunda porque llevaba el depósito del coche vacío y no podía hacer lo que era ya una costumbre: arrancar el coche y marchar hasta un surtidor en el que el servicio fuese humano, en el que hubiese un trabajador que podría vivir de un sueldo honradamente trabajado. Hizo una señal a una mujer que se encontraba sentada en el interior del edificio/tienda sin obtener respuesta. Buscó, sin encontrar, los guantes de plástico que, en general, se encuentran cerca de los surtidores. Al no encontrarlos, cogió la cabeza de aquello que parecía un inmenso gusano enroscado y la misma voz metálica le especificó qué combustible había elegido. 
Empezó el trabajo de llenar su depósito mientras observaba los números que iban saltando en dos contadores, como si se alegrasen de su velocidad. De pronto se detuvo con un intenso ¡clac!, mientras el combustible saltaba manchando sus manos y resbalando por el coche hasta el suelo. Al volver a poner la armadura metálica de la manguera en su lugar, la voz metálica le dijo que, sin arrancar el coche, se dirigiese a la caja para abonar el combustible y le daba las gracias por haber elegido esta estación de abastecimiento. Caminó hacia los lavabos para tratar de quitarse el desagradable líquido con intenso olor a combustible que, incluso había salpicado su chaqueta. Sólo existía un pequeño lavabo en el que un grifo expelía el agua durante unos segundos. Se lavó y apretó, se lavó y apretó varias veces hasta que, a pesar de atenuar el olor, no desaparecía del todo. Mientras estaba en este quehacer, una voz de mujer le reclamó desde la puerta del lavabo, recriminándole que debía abonar el combustible directamente, que en aquella estación era la costumbre. Salió con las manos húmedas y le preguntó dónde tenía los guantes y que le facilitase un poco de jabón para limpiarse. La mujer le dijo que aquel surtidor que había elegido tenía un pequeño defecto, a veces, y no detenía la salida de combustible a tiempo. Irritado por lo sucedido, le solicitó el libro de reclamaciones inmediatamente, caminando junto a ella hasta el lugar de pago. 
Se secó las manos con unas servilletas del pequeño bar y escribió su reclamación tras abonar el importe del consumo realizado. Como siempre, indicó en el escrito de denuncia que si la multinacional distribuidora del combustible contratase  a una persona más como trabajador habría un parado menos en las largas listas que ellas mismas habían provocado y no obligarían a los consumidores a ser los trabajadores gratuitos de sus productos, mejorarían la calidad del servicio y sería más eficaz, esperando, como siempre, que los inspectores de consumo leyesen la reclamación y, de no cumplir lo reclamado, algún día nadie adquiriese combustible en estas estaciones de servicio.


   Ensimismado como estaba, Juan observó a una señora muy mayor que, con paso lento y cansado, llevaba en las manos una bandeja en la que había unos churros junto a una taza. Al dejarlos en la mesa vecina, se resbaló la taza cayendo al suelo su contenido, chocolate. Juan se levantó presto y trató de ayudar a la señora que tenía un zapato totalmente manchado de chocolate. La mujer casi se disculpó explicándole que como el vaso era de esos de papel, pues no tenía estabilidad. Tras arreglar un poco el desayuno caído, Juan se dirigió a unos de los dos camareros que había tras un largo y luminoso mostrador para solicitarle que limpiasen el suelo y le llenasen otra taza de chocolate como la caída. Su respuesta le puso rojo de rabia contenida: no podemos salir de nuestro lugar y como esto es self service tampoco podemos suministrar otro chocolate. ¿Para comer también self service en el que debes pagar primero, esperar a que te llamen, llevar a la mesa, si hay, claro, aquello que se ha solicitado y, posteriormente, arrojar los desperdicios, entre ellos vasos y cubiertos, de papel o plástico, a un gran  basurero colocado en el centro del local y situar la bandeja en un lugar determinado del cual, un nuevo cliente la volverá a utilizar?


   Los creativos de turno, a petición de multinacionales, acrecentaron nuestra “utilidad” en cualquiera de los, aparentemente pequeños trabajos, haciéndonos sentir útiles, como si estuviésemos en nuestras casas y, a cambio, redujo las plantillas de trabajadores, que necesitan realizar cursos de aprendizaje y perfeccionamiento para desempeñar unas funciones que son específicas. Al poco tiempo, los pequeños empresarios, que no pueden competir con tales monstruos, aprendieron de ellas sus técnicas provocando una gran mediocridad en la calidad de sus servicios, a imagen y semejanza de quien les ha enseñado su estrategia. Nos adocenaron alabando nuestro ego cuando decimos: “¡No, no se moleste. Yo sé hacerlo…!” No comprendimos a tiempo que no éramos nosotros los que potenciábamos el self service sino la inducción a creernos útiles y saber hacer todo tipo de servicios como resultado de la evolución moderna. No nos percatamos de los miles y miles de contratos no realizados a personas que no pueden hacer nada ante nuestro trabajo gratuito. Nuestro adocenamiento está llegando a límites insospechados en tantas facetas, empleos y atenciones hacia quienes solo quieren más y más beneficios, que limitan hasta lo insospechado una riqueza que deben compartir, en su justa medida, con empleados especialistas y no quienes aportamos beneficios a través de nuestro trabajo gratuito. Un día tendremos que observar detenidamente nuestro entorno y apreciar si los métodos adocenantes, empleados con una masa social que se  encuentra de espaldas a estas “pequeñas anécdotas”, enraizados fuertemente en la realidad cotidiana, nos han dirigido y transformado hacia un malicioso y degradante estado de ceguera total.   

Antonio Campillo Ruiz   


NOTA ADICIONAL.
Manolo Fernández jamás ha dejado que el depósito de su coche quedase vacío. Así, cuando en una estación de servicio no tenían los trabajadores necesarios para un buen servicio, seguía su camino hasta encontrar otra que sí los poseyese. Su razonamiento, siempre justo, lo explica como la sensación que tiene de robar el puesto y el contrato a un empleado que lo merece, trabajando gratis para el concesionario.

viernes, 21 de noviembre de 2014

REMORDIMIENTO

LA LEYENDA

Antonio Campillo Ruiz

Forest in autumn

   Abel y Caín se encontraron después de la muerte de Abel. Caminaban por el desierto y se reconocieron desde lejos, porque los dos eran muy altos. Los hermanos se sentaron en la tierra, hicieron un fuego y comieron. Guardaban silencio, a la manera de la gente cansada cuando declina el día. En el cielo asomaba alguna estrella, que aún no había recibido su nombre. A la luz de las llamas, Caín advirtió en la frente de Abel la marca de la piedra y dejó caer el pan que estaba por llevarse a la boca y pidió que le fuera perdonado su crimen. Abel contestó:
- ¿Tú me has matado o yo te he matado? Ya no recuerdo; aquí estaremos juntos como antes.
- Ahora sé que en verdad me has perdonado -dijo Caín-, porque olvidar es perdonar. Yo trataré también de olvidar.
Abel dijo despacio:
- Así es. Mientras dura el remordimiento, dura la culpa.

Jorge Luis Borges

martes, 18 de noviembre de 2014

INDOLENTE COMPLICACIÓN

AÑO NUEVO, VIDA NUEVA

Antonio Campillo Ruiz

¿Recordamos qué sucedió?

   La mosca Fernanda se posó sobre el calendario y con el gesto peculiar de los miopes miró la fecha.
   -¡Caramba! -aleteó moviendo las patitas-: ¡Si resulta que ya es día uno!
   Investigó un poco en la cola del taco de hojas -todavía fresca- y, no encontrándola de su gusto, abandonó el almanaque volando como prototipo de reacción en día de festival aéreo.
   Tomó tierra en la calva de don Fulgencio -que por ser día uno de enero había hecho gimnasia- y reflexionó: “Es una vergüenza que yo lleve esta vida. Siempre volando como una idiota de un lado para otro y sin pensar en nada práctico. Debo rectificar mi manera de ser. Desde hoy, nada de vuelos a lo tonto. Voy a cambiar de estilo y de carácter, seré amable, diligente, ahorradora, buena y económica. ¡Eso es!”.
   Y, satisfechísima de haberse mostrado tan sensata, dio un picotazo a la preciosa calva y salió arreando deseosa de empezar a vivir con dignidad.
   Salió al pasillo y lo cruzó como una flecha para colarse en la cocina cuando la criada franqueó la entrada; una vez sobre la mantequilla, la mosca Fernanda se vio asaltada por la perplejidad: ¿qué demonios de vida nueva podía emprender ella?
   Automáticamente comprendió que quien formulaba aquella objeción era su propia indolencia. Heroica, la mosca batió sus alas, se frotó las patas y atacó la mantequilla. ¡Había que trabajar! La zafia mano de la criada amagó un dedazo y Fernanda salió de su botín como un helicóptero. ¡Lucharía contra todas las dificultades! De un vuelo se colocó sobre el azucarero y, previos los tanteos de rigor, halló el resquicio por el que penetrar en el interior. Durante media hora estuvo trabajando como una negra en el azúcar. Luego, de nuevo la perplejidad: ¿no era aquello lo que siempre había hecho?
   Incapaz de seguir luchando, la mosca Fernanda se olvidó de proyectos... ¡Para qué complicarse la vida!
   Y por ahí anda y vuela como una idiota hasta que un jeringazo de DDT la haga polvo.

Rafael Azcona

La Virgen de la mosca(detalle)
Atribuida al Maestro de la Santa Sangre
por Elisa Bermejo Martín, 2001.

viernes, 14 de noviembre de 2014

¿MOTIVOS AFORTUNADOS?

LA LARGA BÚSQUEDA  III

Antonio Campillo Ruiz

Ara Berberyan

   Llueve. Las pequeñas salpicaduras de agua sobre los vidrios de la  ventana se van uniendo poco a poco. Resbalan, cayendo y engrosándose, hasta que su peso acelera el movimiento y se estrellan estallando sobre la madera humedecida de nogal, con  la que se construyeron los parteluces, las jambas e incluso el elfeizar. La mirada se pierde tras la multitud de recorridos erráticos que semejan lágrimas sobre las mejillas. Llueve desde hace dos días. Sin violencia, sin prisas, serenamente. Con la frente apoyada sobre uno de los vidrios, sintiendo el frío que retenía, pensaba en ese día transcurrido desde que se separaron con un adiós que olía a tierra quemada, para siempre. Ahora, sin el olor a tierra mojada que se apreciaba al inicio de la lluvia, la humedad había empezado a apagar la incandescencia de los momentos de extrema irritación y las sustitutas de las lágrimas, las pequeñas gotas de agua, eran el único motivo de atención y reiterado lavado de una mente que había quedado suspendida, inane, desde hacía dos días.

Ara Berberyan

No con los mismos factores externos pero sí con idénticos resultados, le había sucedido este hecho cuatro veces. Para algunos podrían parecer demasiados, para otros, solo suponía el resultado de una convivencia mal entendida, y para otros, no tenía importancia la ruptura de una unión ante la perspectiva de poder tener otra en un tiempo no lejano. Sin embargo, no decantándose por opiniones ajenas personales, pensaba que, a pesar de suponer la bondad o malicia de lo sucedido, los partidarios o detractores nunca padecían la incertidumbre, el dolor, ni el malestar que siempre sobrellevaban los protagonistas. Lo verdaderamente importante era el motivo por el cual sucedía esta correlativa secuencia de momentos felices y, con el paso del tiempo, se alcanzaba un desastroso final para, inmediatamente, con premura, volver al punto inicial. Este era el problema que, hasta ese momento, no había podido resolver. ¿Algo era olvidado y potenciaba este peculiar comportamiento? ¿Es innata la repulsión traumática tras la unión? ¿Siempre debe persistir la unión a pesar de la infelicidad?

Ara Berberyan

   Los vidrios seguían llorando con lentitud. Le frente en contacto con ellos se encontraba semicongelada. Apartando la cabeza se retiró a sentarse mirando con obsesión el repiqueteo de la lluvia. ¿Podría ser que los cambios estacionales favoreciesen esta extraña enfermedad cuya sintomatología era la felicidad? ¿Sería posible vacunarse contra la insensatez antes que tomar el antibiótico de la separación? ¿Crearían estados desafortunados tantos antibióticos? El problema era bastante difícil. Sus preguntas y respuestas, simulando  situaciones fisiológicas convencionales no le convencían puesto que ninguna de ellas era extrapolable a hechos en donde la mente es la directora de los mismos. No comprendía cómo admitirlo o rechazarlo pero ya tenía una experiencia en infelicidad que se acercaba a límites intolerables, ¿Sería posible que el problema tuviese que resolverlo con ayuda y nunca en soledad? Posiblemente. Empezaba a vislumbrar una tenue luz en el pozo de los infortunios en el que había caído ya cuatro veces. Trataría de aplicar esta posible solución de compartir la resolución de este problema ignorando consejos para operaciones supuestamente exactas pero con errores, dibujando en dos colores complementarios y pasarlos, posteriormente, a primarios, coordinando instantes relevantes por pequeños que pareciesen, dejando de suponer y estableciendo la realidad como meta y futuro, oyendo y hablando, sin pisar ni herir. No, no es fácil. Es un problema con infinitas soluciones y pocas divergencias, claro que cuando se produzcan será porque no existe otro remedio. ¿Sí? ¿Estamos seguros de ello?       

Ara Berberyan

martes, 11 de noviembre de 2014

VIAJE A LAS ESTRELLAS

DESDE TRITÓN A LA TIERRA

Antonio Campillo Ruiz

La Vía Láctea

Volar más allá de la luna Tritón de Neptuno

¿Qué sensaciones podríamos alcanzar si volásemos más allá de Tritón, la luna más grande del planeta Neptuno? Sólo una nave espacial lo ha hecho: la Voyager II. Las imágenes de este espectacular encuentro se han montado , una a una, produciendo la sensación de movimiento. El 25 deagosto de 1989, la nave espacial Voyager II disparó a través del sistema de Neptuno con cámaras especiales, secuencias de fotografías. Tritón es ligeramente más pequeño que la Luna de la Tierra, pero tiene volcanes de hielo y una superficie rica de nitrógeno congelado. La primera secuencia en el video muestra el enfoque de la Voyager a Tritón, que, a pesar de su inusual tinte verde, aparece en un color muy aproximado al que posee en realidad. El terreno misterioso, visto bajo la nave, pronto cambió de claro a oscuro, con el fin de la noche, antes de cruzar por debajo. Después de la máxima aproximación a la que podía acercarse, la Voyager giró para ver la luna saliendo, ahora visible como una media luna menguante. Presumiblemente, la nave espacial robótica New Horizons ha realizado un vuelo similar más allá de Plutón, un planetoide de tamaño similar a Tritón.

Es importante visionar las imágenes a plena pantalla.


La vuelta al mundo en 90 Minutos

   Como en el supuesto anterior, dar la vuelta al mundo en noventa minutos debe provocar sensaciones jamás pensadas ni sentidas. Los astronautas a bordo de la Estación Espacial Internacional experimentarán, realizando su complejo trabajo, esta sensación tan especial como bella. Recientemente, miembros de la tripulación tomaron una serie de videos sensibles a la luz mirando hacia abajo en la noche que se han fusionado digitalmente para producir, en muy poco tiempo, un lapso temporal para quienes pretendan condeguir sensaciones imposibles, a corto plazo. Muchas maravillas de la tierra y el cielo son visibles en las dieciocho secuencias, incluyendo aurora de color rojo encima de la aurora verde, luces de muchas ciudades importantes, y las estrellas en el fondo. El pequeño Looming en la parte superior de la estructura es, por lo general, parte de la estación espacial en sí, a veces vemos su movimiento de reorientación de los paneles solares. Es muy interesante crear una guía complementaria, útil para el vídeo en movimiento, identificando lugares,, ciudades, países, fenómenos meteorológicos, e incluso las constelaciones de fondo que aparecen.

Es importante visionar las imágenes a plena pantalla.


 La Luz de las Estrellas

   ¿Qué se está moviendo? Vídeos timelapse del cielo pueden ser bastante espectacular puesto que estrellas, planetas, Aurora, y las nubes aparecen en movimiento en tan sólo unos segundos. La imagen del cielo, tanto durante la noche como el día, nos la enseña con mucha precisión Daniel López mostrándonos la complejidad de utilización de deslizadores y grúas motorizadas para mover las cámaras de imágenes fijas, en tiempos programados, creando una sensación tridimensional en profundidad muy emocionante. Las secuencias de vídeo se tomaron en Tenerife en las Islas Canarias de España durante los últimos dos meses, y muestran escenas que desde las sombras del atardecer nos trasladan a un cielo en el que la pregunta inicial se convierte en una inmensa duda. Desde el Observatorio del Teide, la Vía Láctea cambia a medida que gira el cielo. Los planetas brillantes Venus y posterior ajuste a Júpiter, una Luna enrojecida creciente a través de las diferentes capas de la refracción atmosférica, los telescopios de rayos gamma MAGIC que giran para observar una nueva fuente, y objetos en primer plano inusuales incluyendo plantas cónicas Echium wildpretii, formaciones rocosas inusuales, y una araña en movimiento sobre su tela, completan una visión espacial desde la Tierra que muestra la belleza de un cielo sin contaminación lumínica que impida su visión.. El vídeo concluye mostrando el Cinturón de Venus descendente sobre el volcán Teide cuando el sol de la mañana se levanta.

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viernes, 7 de noviembre de 2014

¿CUÁNTO?

SOMBRAS EN LA NOCHE

Antonio Campillo Ruiz

Anna Razumovskaya

   Una pequeña racha de aire frío la saludo al cruzar el desvencijado portal. Oscurecía. Una estrecha minifalda dejaba al descubierto unas largas piernas con medias negras, que terminaban en unos zapatos rojos de alto tacón puntiagudo. Una simple camisa, brillante y de amplio escote, sugería el inicio de sus pechos. Un bolso mínimo completaba su atuendo. Sintió un escalofrío como era habitual cuando salía a esta hora de casa, no a causa de la baja temperatura exterior. Había preparado un caldo caliente, con poca sustancia, y bebió poco, muy poco, como siempre. El pequeño estudio en el que vivía se encontraba cálido y la pereza por salir a la calle la hizo dudar aunque sabía que debía acabar en ella. Aquella tarde paseaba  poca gente por la acera, sólo algunas personas se apresuraban, embutidos ya en ropas de abrigo, de un lado a otro. Irían a casa, pensó mirando sin ver las sombras que minuto a minuto eran más negras, más inquietantes. No fumaba pero encendió un cigarrillo que se consumiría lentamente entre sus dedos. Al menos, la luciérnaga de su destrucción la acompañaba e identificaba que allí se encontraba alguien. Paseó no más de siete pasos a la derecha y unos ocho a la izquierda para volver a empezar. Un coche salpicó con el agua sucia de la calzada uno de sus zapatos rojos y la enfadó mucho. Sabía que protestar no devolvería el brillo, tras aquella negra mancha, al rojo con el que había teñido el zapato.

Anna Razumovskaya

   Llevaba media hora midiendo los pasos que daba en uno y otro sentido por una dirección imaginaria que se perdía a lo largo de la calle. Una de las veces que llegó al final de sus siete pasos e iba a girar se encontró con un rostro conocido, casi igual de mal maquillado que el suyo y de expresión hosca. Saludo a la mujer que, como ella, poseía un pequeño coto del que no podía salir. Un inexistente contrato, un acuerdo sin palabras, las hizo merecedoras de aquellas propiedades que, como todas, ofrecía ventajas e inconvenientes. Nadie. Nadie caminaba ya por la fría noche. Su cuerpo y la falta de alimento le provocaban un inmenso vacío interior. Aquella noche debía ganar algún dinero. No tenía nada y ni siquiera ponía la televisión por no gastar. Pasaba el tiempo de su soledad acurrucada en su maltrecha cama, ahora casi bien preparada, por si acaso podía usarla, soñando despierta o durmiendo un sueño ligero, intranquilo.

 Anna Razumovskaya

   Su  ilusión por la vida dejó de existir hacía ya muchos años, cuando su marido, médico y de selecta posición, la abandonó sin oficio ni beneficio. Le había conocido desde siempre. Jugaban juntos a la rayuela y estudiaban en el mismo colegio. Al acabar la Enseñanza Primaria, su padre, minero duro y viudo, murió en un accidente. Aquella vez, la mina se cobró doce vidas que eran necesarias en sus casas. Vivió sola con la poca indemnización que le asignaron al albacea que se hizo cargo de ella. Nunca disfrutó de aquel dinero y quedó para hacer las tareas hogareñas. A los tres años se casó con su amigo de siempre y fue feliz durante un período de tiempo suficiente. Posiblemente, no querían que fuese más ni que se acostumbrase a disfrutarlo ni que viviese en armonía. 
Su incapacidad para comportarse con la fascinación de amigos y compañeros la fue arrinconando hasta que en un segundo, en un instante, se vio en la calle. No supo qué hacer hasta encontrar este refugio en un lugar que desconocía y donde era habitual el monopolio tácito de un coto de caza pequeño, sin ciervos, sin pájaros, duro y muy preocupante. Cuando el casero la indujo a la vida que arrastraba con pesar, se derrumbó. No sabía si de hambre o de susto. Su opción fue dejarse ir ante unos hechos consumados: o vivía o moría. Un coche frenó bruscamente haciendo que levantase la mirada que se perdía en el reflejo de la luz de una farola en el charco de agua sucia de la calzada. Pensó que ahora se desarrollaría la poca conversación que tendría en todo el día. ¿Cuánto? Para casi inmediatamente seguir solicitando información, la peor para ella, la más degradante: ¿qué sabes hacer?

Antonio Campillo Ruiz


Anna Razumovskaya

martes, 4 de noviembre de 2014

SEÑAS DE IDENTIDAD

MODERNISMO COSTUMBRISTA

Antonio Campillo Ruiz 

Julia (detalle), Ramón Casas i Carbó

   De Francisco de Zurbarán, pasando por Marino Fortuny i Marsal, Joaquín Sorolla o Julio Romero de Torres, la riqueza y diversidad de la colección del museo Carmen Thyssen de Málaga, muestra la Andalucía de un romanticismo que se basa en sus bellas gitanas, duros gitanos, bandoleros, las corridas de toros, tabernas o procesiones y todo ello, girando alrededor de un costumbrismo que se desarrolla a lo largo del siglo XIX por medio de pinceladas que buscan la identidad en estereotipos y tradiciones que arrastran hacia la luz. La luz y las sombras de unas gentes en entornos absolutamente particulares que poseen la impronta de su peculiar forma de vivir y morir, de divertirse y amarse, de mostrarse como son con sus cualidades y defectos.

La fuente de Reding, Guillermo Gómez Gil

   Manuel Cabral Aguado, Rafael Benjumea, José y Joaquín Domínguez Bécquer, José García Ramos o Guillermo Gómez Gil, reflejan con precisión un costumbrismo que conocen y han vivido, sorprendiendo al espectador de su obra con una precisión en trajes, actividades y labores cotidianas, que impulsa la difusión de este género tan preciosista como la propia corriente que camina paralela, engalanando las telas sin disimulos, incluso con la violencia cotidiana de los seres que se representan. Se trata de la idealización genuina de una tierra en la estela de como fue admirada por extranjeros post-románticos de visita en nuestro país. Por medio de esta muestra se pueden seguir con gran interés las costumbres andaluzas, que sorprenden y entusiasman por la pasión con que ojos ajenos supieron conferir a escenas cotidianas que se erigieron en estereotipos de lo español y de las que suelen abominar muchos ojos patrios.

La Buenaventura, Julio Romero de Torres

   Zuloaga y su peculiar estilo es fundamental. Los retratos de ancestrales almas castellanas alcanzan tal éxito internacional que generaron, entre los intelectuales contemporáneos, una gran polémica en la que latía, al igual que en la pintura de Julio Romero de Torres, un profundo y, a veces, desconocido debate sobre las señas de identidad y la construcción de la imagen de España.   

Es muy importante visionar el montaje a plena pantalla.

sábado, 1 de noviembre de 2014

LA ARMONÍA CÓSMICA

MULTIDIVERSIDAD Y POESÍA

Antonio Campillo Ruiz


   Una multidiversidad de seres, autodenominados racionales, se mueve con periodicidad matemática en un espacio y en un tiempo deterninados a una velocidad inalcanzable por aparatos construidos para la posible exploración, visita o escape, a lugares lejanos pero teóricamente alcanzables. Viajan sobre una pequeña esfera formada por diversos compuestos químicos y en diversos estados de agregación. Es un transporte insólito que avanza por una nada que algunas veces se encuentra ocupada por transportes similares. Es un problema que la nada sea ocupada porque puede ser que las líneas de dirección por las que se desplazan los transportes sean concurrentes, produciéndose encuentros que serían fatales. Esta multidiversidad de viajeros es tan contradictoria y tan vulnerable que es un error, irreparable con frecuencia, que no tenga una atención especial hacia su transporte y su entorno cercano y lejano.

Es importante visionar el documental a plena pantalla.

   A veces, concebir la poesía, expresarla y comprenderla, supone, simplemente apreciar todo el entorno, lo que ha formado y creado la existencia de los seres multidiversos que piensan de forma peculiar. Maximizar lo mínimo y minimizar lo máximo, percibir y sentir lo majestuoso y bello frente a las pequeñas veleidades del comportamiento, existir  por la poesía que fluye desde el infinito, son formas novedosas de entender la armonía de leyes generales. A todo ello hay que sumar la belleza que no se aprecia por el comportamiento personal en la vida grupal de los seres multidiversos dado que se encuentran sometidos, acostumbrados, o simplemente inmersos, en un vacío permanente y aburrido.


   La existencia de estos seres posee unas raíces tan profundas en todo lo inapreciable que pareciera la razón de su pervivencia, siendo que no se encuentra condicionada por los arrumacos o pequeñas regañinas de un ámbito que, a pesar de ser muy poderoso, es condescendiente. El contexto cercano y lejano, el Cosmos, es mucho más respetuoso con sus hijos que ellos hacia él. Ha parido a los seres multidiversos, los conoce, los enseña y los ampara a lomos de esta en apariencia potente pero minúscula bolita azulada que gira sometida a los principios universales de tiempo y espacio. La poesía se encuentra en los miles de trillones de otros pequeños puntos, incluidos en un vacío oscuro y frío que los contiene. El Cosmos siempre se ha dejado investigar y descubrir cuando la imaginación, perseverancia y amor por la armonía han sido tan potentes como para poder declamar la poesía amorosa del saber científico. ¿Cómo apreciar la inmensidad desde su orilla casi perdida, cómo comprender que el espacio se mide en tiempo y este en aquel y, en fin, cómo  la unidad derivada de estas dos fundamentales, la velocidad, se encuentra sujeta a reglas que escapan incluso a la imaginación de los seres multidiversos?

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