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lunes, 6 de octubre de 2014

TEORÍA DE LA RELATIVIDAD DE GALILEO

INVESTIGACIONES DESCONOCIDAS Y REPUDIADAS

Antonio Campillo Ruiz


   Es injustamente frecuente que los conocimientos acerca del gran científico y pensador Galileo Galilei queden en la mera anécdota que lo apartó de su experimentación cuando defendió sus teorías acerca del movimiento astral ante indocumentados y enfebrecidos dirigentes de la sagrada Iglesia Católica Apostólica y Romana, pertenecientes a la sádica, odiosa y dogmática en sus falsas acusaciones, Inquisición. Las experimentaciones de laboratorio y sus pruebas irrefutables en los movimientos astrales alcanzan mucho más de la mera constatación de la traslación de la Tierra alrededor del Sol.


   Tras reflexiones muy bien estructuradas e innumerables experimentos, constatados con observaciones reales, Galileo Galilei concibió la genial idea de que el movimiento uniforme y rectilíneo no necesitaba de ninguna fuerza para mantenerse como tal, además, era tan normal como el reposo y obligatoriamente necesitaba la acción de una fuerza contraria a su dirección y sentido para modificar ambos parámetros. Pareciese que este descubrimiento es tan fácil como normal. No, no es así: se trata del Principio de la Inercia. Siglos después, fue “redescubierto” con la inmensa alegría de poder olvidar al hereje en pro de una teoría que, aun sabiéndose incompleta y superada, se sigue estudiando con entusiasmo.


   El Principio de Inercia supuso un duro choque con el poco sentido común de bastantes científicos de la época, sujetos a dogmas e irreverencias fanáticas. Los pensadores coetáneos de Galileo Galilei, estaban acostumbrados a constatar la detención del movimiento de un objeto en todos los casos, sin pensar en las fuerzas de rozamiento que podían actuar sobre él, excepto en el caso de los planetas, considerados objetos celestes de comportamiento especial y diferente a los producidos sobre la Tierra. Frente a este error, la aceptación de que el movimiento de una pequeña bola de superficie pulida, con movimiento uniforme, seguía el mismo principio de inercia que los astros, podría haber llevado al conocimiento humano hacia avances científicos muy superiores para la etapa histórica en la que se realizaron notables investigaciones, siempre al amparo de lamentables teorías incontrovertibles dictadas por poderosos fanáticos.


   En su empeño por unificar fenómenos descritos en sus investigaciones, Galileo Galilei logró demostrar que en todo experimento de movimiento mecánico, realizado en un laboratorio situado sobre tierra firme o sobre un barco que navegase en línea recta y a velocidad constante, movimiento uniforme, los resultados son exactamente iguales. Este es su famoso principio de la relatividad. Su definición correcta podría ser: Las Leyes de la Mecánica son iguales sea cual sea el estado de reposo o movimiento lineal con velocidad constante de un cuerpo. Este principio permitió a Galileo Galilei deducir una fórmula, denominada “Transformación de Galileo”, por medio de la cual un experimentador situado en tierra firme y otro situado sobre el cuerpo que posee movimiento lineal uniforme, podían controlar, recíprocamente, los resultados obtenidos.


   Los científicos y las personas en general, se fueron acostumbrando al mundo de Galileo Galilei y Nicolás Copérnico, con el Sol inmóvil y una Tierra que se mueve sometida a fuerzas que no necesitan ya de ángeles que la empujen, pero mantenida en su órbita por fuerzas en equilibrio. Galileo Galilei llegó a encontrar un nuevo concepto de Universo, con fuerzas de gravedad, movimientos de rotación y traslación, principio de inercia, movimientos pendulares, teoría de la relatividad, etc. Como toda experiencia investigadora realizada cuasi en la soledad de la clandestinidad, sin ayudantes que realizasen experiencias paralelas, los trabajos de Galileo Galilei se encontraban inacabados cuando fue apartado del estudio e investigación. Así, el Teorema de Inercia es aplicable a bolas y móviles en general pero no para el recorrido de rayos de luz. Por otro lado, el principio de relatividad uniforma todos los posibles casos inerciales, sin embargo, no considrera los movimientos acelerados.


   Con respecto a la luz, cualquier rayo luminoso que atraviesa la atmósfera terrestre viajará a la misma velocidad cualquiera que sea su dirección y sentido con respecto al movimiento de la misma Tierra. Para resolver esta gran paradoja, Albert Einstein propuso su teoría de la relatividad restringida, que de nuevo volvió a chocar con el sentido común, creando un nuevo problema de credibilidad que todavía hoy no hemos superado. La estrafalaria posibilidad de que el espacio y el tiempo no son dimensiones constantes sino que se ven sometidas al movimiento, es decir, que el tiempo se dilata en un cuerpo que se mueve uniformemente con respecto al entorno del observador. Y que el espacio se contrae en la dirección del movimiento.


   Esta teoría, enunciada en la primera mitad del siglo pasado, tenía una íntima relación con el genial descubrimiento de Albert Einstein al comprender que el concepto de aceleración y gravedad son el mismo fenómeno y no dos, como suponía la Física de Isaac Nawton. Todos los científicos que en la Historian han sido y serán, deben poseer el reconocimiento de quienes se han beneficiado de sus investigaciones y avances hacia el inmenso potencial del conocimiento humano. Jamás se deben quedar cabos sueltos en investigaciones incompletas que han podido hacer avanzar a la sociedad actual miles de años y se ha de poseer una nobleza de espíritu para admitir equivocaciones que han retrasado el conocimiento humano igual cantidad de miles de años, así como el daño material que se ha producido. Galileo Galilei no solo no era un hereje, sino que fue un científico que proyectó sus investigaciones más allá de Isaac Newton y Albert Einstein y posiblemente fue el reflejo donde miraron ambos para completar y mejorar teorías que todavía no son universalmente admitidas. Error que producirá, nuevamente, un retroceso en los procesos de investigación.


lunes, 16 de junio de 2014

CONTAMINACIÓN Y MOVIMIENTOS ASTRALES

CAMBIO CLIMÁTICO

Antonio Campillo Ruiz


   Observamos con preocupación un continuo aumento de las temperaturas ambientales, una disminución de las precipitaciones y de la disponibilidad de agua, la reducción de la productividad de las aguas pesqueras, desajustes entre animales predadores y sus presas, pérdida de biodiversidad, aumento de catástrofes naturales e importantes afecciones sobre la salud humana. Estas son algunas de las características más importantes de un cúmulo de cambios que percibimos en un entorno que, sin ninguna duda, estamos maltratando sin consideración.


   Si nos referimos a un solo país como representante de todos, el nuestro, España, las conclusiones de un estudio sobre los impactos  del cambio climático, elaborado por la Oficina Española de Cambio Climático del Ministerio de Medio Ambiente y el Departamento de Ciencias Ambientales de la Universidad de Castilla-La Macha y en el que han colaborado 400 investigadores, plantea dos escenarios posibles: uno basado en que las emisiones a la atmósfera de los gases de efecto invernadero sean en 2100 un 120% superiores a las actuales; y otro basado en que esas emisiones aumenten a un ritmo menor y al final del siglo sean sólo el doble que en la actualidad. Unas cifras, en todo caso, muy alejadas del Protocolo de Kioto establecido para España. Según los datos calculados, en el interior peninsular las temperaturas aumentarían entre cinco y siete grados en verano y entre tres y cuatro en invierno, en el primer caso, y un grado menos cumpliendo las normas del segundo. En la periferia de la península y en Baleares, el calentamiento sería de dos grados menos que en el interior, y en Canarias tres grados menos en verano y dos grados menos en invierno.


   Más heterogéneos serían los cambios que afectarían a las precipitaciones, puesto que en invierno sería previsible que aumentasen en el noroeste y disminuyesen en el sureste, aumentarían además muy significativamente las temperaturas máximas extremas, y disminuirían los días que registrasen mínimas extremas, las zonas más vulnerables serían los deltas y podrían causar la pérdida de un importante número de playas sobre todo en el Cantábrico, así como la inundación de buena parte de las zonas bajas costeras como el delta del Ebro, Llobregat, Manga del Mar Menor o la costa de Doñana. Un verdadero caos al que tendrán que adaptarse los habitantes de estos años, en muy corto plazo, teniendo en cuenta que la unidad de medida universal en los fenómenos cosmológicos es el millón de años.



   Todos los estudios apuntan en esta dirección, sin embargo, ¿quién puede asegurar que este hecho no se ha producido periódicamente a lo largo de la edad de nuestro planeta? Nuestra Tierra posee un movimiento, además de la traslación alrededor del Sol y la rotación sobre su eje, el movimiento de precesión, al que tenemos poca consideración. Mucha menos le damos a la nutación en la precesión. El eje de la Tierra se encuentra inclinado, con respecto a la vertical trazada de Polo a Polo, 23º 27’ y gira hasta su sentido contrario en un período de 25.765 años. En este giro se produce la nutación ondulada, en el que cada pequeña elipse o bucle posee un período de 18,6 años, produciéndose en un movimiento de precesión completo unos 1.300 bucles. Se comprende sin fórmulas ni matemáticas solo con visionar atentamente las figuras que se adjuntan. Las estaciones dependen de estos movimientos y de la inclinación de la Tierra pero, ¿es un fenómeno que se está produciendo en el momento actual? 
Si así fuese, la contaminación y maltrato a la Naturaleza tendría un sentido racional pero incompleto: el movimiento de precesión estaría cambiando hacia el lado contrario y por tanto los cambios climáticos del entorno serían brutales. ¿Qué es lo que ocurre? No, no se puede precisar. ¿Qué el efecto invernadero podría precipitar tal cambio? Inequívocamente. ¿Qué los políticos son quienes pueden cambiar esta situación? De risa. No saben ni cómo gira un trompo. ¿Qué los científicos estudiarán este gran problema? Sin duda, cuando ya no exista solución porque no les dejarán investigar en profundidad antes. Es imprescindible una investigación muy seria, sin intereses personales, para frenar o paliar este fenómeno en función de su verdadera naturaleza y restablecer el equilibrio entre todos los seres de la Tierra.   



Es importante visionar el documental a plena pantalla.


lunes, 27 de mayo de 2013

DOS PEQUEÑAS ANARQUÍAS

REBELDÍA, POLÍTICOS Y RISAS

Antonio Campillo Ruiz

La Verdad
Jules Joseph Lefebvre
Musée d’Orsay

Querida Verdad, la triste desaparición de un ser humano, trabajador, ilusionado con una sociedad que pretendía que se pareciese mucho a sus canciones, Georges Moustaki, nos ha recordado, a muchas personas, situaciones críticas del pasado que, por fortuna han sido superadas. En la actualidad nos encontramos en una etapa social tan extraña, tan peculiar y deshonrosa, que quisiera poder explicarte el motivo de haber alcanzado cotas de deshumanización, pasividad y mentiras, que están destruyendo la convivencia conocida y sustituyéndola por las teorías de unos pretendidos nuevos profetas para los que todo está por llegar. Los más influyentes activistas de “la pequeña anarquía” que tuvo lugar en Mayo de 1968 no tuvieron más remedio que adaptarse e la estructura social establecida, ¡ah!, pero en partidos muy reivindicativos, eficaces en los lugares en los que obtuvieron representación y cargados de idealismo. Un idealismo que les obligaba a decir la Verdad sin temores y en cualquier foro. Uno de estos activistas, probablemente el más activo es Daniel Cohn-Bendit, llamado Dani, “El rojo”, no por el nombre peyorativo con el que han denominado siempre
a la ideología comunista, sino porque es un auténtico pelirrojo, tanto de pelo como de piel. El día 5 de mayo de 2010, en una reunión del Parlamento Europeo, cuando Grecia, comprada por medio de los rescates de los poderosos que obligan a claudicar ante sus decisiones, Cohn-Bendit, Diputado en el Parlamento Europeo por el Grupo de los Verdes/EFA, pronunció unas palabras que podemos escuchar en el documento audiovisual adjunto. Querida Verdad, al explica que la guerra soterrada y extremadamente cara, que sostiene Grecia con Turquía desde hace años debe acabar y la pacificación de Chipre debe ser un hecho real; que Grecia, ya rescatada con el dinero de la UE, debe pasar a ser un protectorado sin ejercito bajo el amparo europeo: Grecia posee un ejército de 100.000 soldados y 11 millones de habitantes, mientras Alemania, posee 200.000 soldados con 82 millones de habitantes; cuando denuncia la vergüenza de la venta de armas que realizan determinados países europeo, los mismos que han prestado el dinero… ¿para que les compren armas?, entre otros muchos productos, debe acabar, se escucha una risa de algún Diputado que, considerado profeta, mancilla la inteligencia con su risa despectiva.



El día 13 de junio de 2012, Nigel Farage, parlamentario en el Parlamento Europeo por el IKUP y Copresidente del Grupo EFD, se dirige al Parlamento para poner de manifiesto la extraordinaria locura de los denominados rescates. Su ataque frontal contra el actual Presidente del Gobierno de España es tan racional como lo son los cálculos que le obligan a denominarle el peor político de Europa. No es agradable que digan estas palabras del Presidente de tu Nación pero no tengo por menos que callar, oír y callar en un silencio pesaroso pero real. Ya no son políticos de una oposición partidista como nos quieren hacer creer, Verdad, es un parlamentario que analiza el coste de préstamos para salvar a quienes han estafado al pueblo español. Querida Verdad, espero que estos dos hechos, separados en el tiempo desde la “pequeña anarquía de Mayo’68” a la otra “pequeña anarquía del 15M”, puedan desvelarte nuestras grandes preocupaciones por un futuro que tendría que ser de trabajo, paz y felicidad.


viernes, 21 de septiembre de 2012

IMPERIALISMO

UNA GUERRA LLAMADA IMPERIALISMO

Antonio Campillo Ruiz

Acorazado Maine 

   Al redactar y lograr que se aprobase una enmienda a la resolución de guerra contra España, que el presidente William McKinley presentó en un discurso ante el Senado el 11 de Abril de 1898, el senador por el estado de Colorado, EEUU, Henry M. Teller, expresaba que EEUU no quería ejercer la soberanía, el poder, ni la jurisdicción sobre Cuba, sino lograr su pacificación y, una vez conseguida, dejar el control y el Gobierno de la isla al pueblo cubano, consiguiendo que su aparente gesto altruista tuviese una gran importancia futura. El presidente William McKinley, republicano, hacía poco tiempo que había ganado las elecciones presidenciales al demócrata Grover Cleveland. 

Senador Henry M. Teller


   Años antes, a un acorazado de segunda clase, el Maine, que nació obsoleto el mismo día de su botadura, el 18 de noviembre de 1889 (ni siquiera sus cuatro pobres cañones de 25 cm. podían disparar hacia las bandas de babor ni estribor y debía mantener unos cañones adicionales), se le ordenó proteger los intereses de EEUU en La Habana el 25 de enero de 1898, cuando Cuba se rebeló contra el dominio colonial de España. Este destino fue el más cercano que tuvo el Maine, símbolo del poderío norteamericano, durante la guerra porque a las 21h 40 m. del día 15 de febrero de 1898 la explosión de más de cinco toneladas de explosivos destruyeron totalmente 30 metros de la proa del barco, hundiéndose, casi instantáneamente, el resto. De los 374 oficiales y tripulación del Maine, que se encontraban en sus lugares de descanso, murieron 274 marinos, casi todos tripulantes puesto que tenían sus camarotes en la zona de proa. Los oficiales sufrieron menos bajas puesto que sus camarotes se encontraban en la zona de popa. 

El acorazado Maine hundido

Presidente Grover Cleveland 

Presidente William McKinley

   El último discurso del presidente Cleveland dio paso a otro, del presidente McKinley, más controvertido y azuzado por publicaciones que, aunque ya se difundían desde hacía meses, ahora eran más exaltadas. Los grandes de la información periodística, “New York Journal” publicado por William Randolph Hearst y “New York Word” de Joseph Pulitzer, se encargaron de minar y desprestigiar con falsas noticias a España, sin tener en cuenta si la colonización de Cuba, a pesar de las escaramuzas entre españoles y cubanos, se encontraba en proceso de solución: “Al infierno con “la justicia y el honor” de España” decía uno de los titulares de un periódico de Hearst en 1898.

William Randolph Hearst

                             Joseph Pulitzer

   Uno de los motivos que arguyeron estos periodistas de pacotilla amarilla fue la explosión del Maine: a primeros de Marzo, un tribunal de investigación concluyó, inexplicablemente, que el suceso se había debido a la explosión de una mina. Investigaciones posteriores demostraron que la causa de la explosión del Maine fue la combustión espontánea de las municiones del barco. A pesar de todo, se siguió declarando que España no “había protegido” adecuadamente al acorazado.


   En cualquier caso, y sin tener en cuenta motivaciones preexistentes, el periodista Albert Shaw escribió en abril de 1898: “Al margen de quién sea el responsable del incidente del Maine, resulta obviamente cierto que la gran mayoría del pueblo estadounidense espera que el presidente McKinley aproveche la ocasión para asegurar la completa pacificación y la independencia de Cuba. Hay muy pocas personas –no más de un centenar en una población de 75 millones– que crean que Estado Unidos deban unir sus esfuerzos a los de España para obligar a los insurgentes a que entreguen las armas y acepten la soberanía de España como una condición permanente pero respetando su idiosincrasia. No se debe olvidar que –en opinión de los estadounidenses– semejante proposición rayaba la insolencia y la infamia… El pueblo estadounidense no pretende ayudar a España para que conserve Cuba. Por el contrario, está dispuesto a ayudar –de una forma u otra– a los cubanos a expulsar a los españoles del hemisferio occidental. Si no aprovechamos la ocasión y la dejamos pasar permitiendo que los cubanos mantengan una lucha indefinida, el pueblo americano habrá perdido muchos puntos en lo que se refiere al amor propio y, por supuesto, no habremos hecho nada bueno en opinión de la humanidad.”


   España había concedido a McKinley todo lo solicitado por vía diplomática y la descolonización era un hecho. A pesar de ello, el 20 de abril de 1898 el “Lousville Courier-Journal” publicó un artículo, escrito por Henry Watterson, titulado “El derecho de demostrar nuestro poderío” (léase para establecer la “iluminación” de tal personaje). Esta era la cuestión: ¡se debía demostrar el poderío de EEUU! La guerra de Estado Unidos contra España fue votada y aceptada en el Congreso de Estados Unidos el 20 de abril de 1898, empezó el 10 de junio de 1898 y acabó en Puerto Rico y Filipinas el 12 de agosto de 1898 mediante un protocolo y posterior tratado, firmado el 10 de diciembre de 1898, denominado “Tratado de París”, en el que, si bien se respetó la enmienda de Teller, como no aludía a Puerto Rico (actual estado asociado), Guan, ni a Filipinas, EEUU se apoderó de todos estos territorios tras un terrible debate en el Senado sobre el "Tratado de París". Los defensores del mismo afirmaban que era un deber de EEUU servir al mundo como representantes de la civilización cristiana y los opositores tachaban a Estados Unidos de imperialista. Finalmente se aprobó por 57 votos a favor y 27 en contra: un voto más de los necesarios para obtener la mayoría de dos tercios.

Firma del Tratado de París



   Posteriormente, Cuba fue el paraíso de paniaguados golpistas y el vertedero de los estadounidenses hasta que la Revolución llevada a cabo por Fidel Castro cortó en seco su irresistible colonialismo capitalista, quedando a merced de un embargo que dura cincuenta años. La alineación del gobierno cubano con regímenes contrarios a los intereses de EEUU provocó no pocos problemas en “esa zona del hemisferio occidental” y en el mundo entero. En la actualidad se encuentra en un lento proceso de democratización pero luchando siempre contra el imperialismo de cualquier signo.


   La guerra declarada por Estados Unidos de América contra España fue la primera de las guerras activada, gestionada y provocada, fuera del territorio estadounidense y justificada por el sentir imperialista que se ha convertido en una peculiaridad de la política exterior y del “sueño americano” de EEUU. Y… ¡hasta hoy!   



jueves, 3 de mayo de 2012

THE SHOCK DOCTRINE

LOS CHICAGO BOYS ESPAÑOLES

Antonio Campillo Ruiz

 La Verdad
Jules Joseph Lefebvre
Musée d’Orsay

Para hacer cumplir las mentiras del presente,
es necesario borrar las verdades del pasado

George Orwell


   Querida Verdad, creo que es necesario que podamos contrastar opiniones diferentes a aquellas que nos indican los poderosos. Es un deber de toda persona que ame la libertad y la verdad. Nos encontramos en un momento histórico que me recuerda sucesos secuenciados y preparados a conciencia por mentes que han despreciado la naturaleza humana en épocas pretéritas. Aupados a puestos de poder por los propios ciudadanos o por la fuerza, gente falta de escrúpulos ha aplicado teorías y doctrinas, que ha ido perfeccionando con sus ensayos, en una sociedad-cobaya sacrificada en aras de la especulación lucrativa y envilecedora.


   Sí, aparentemente es un contrasentido elegir a los verdugos pero muchos piensan que, al menos, son conocidos. Creo, Verdad, que tu sorpresa será grande cuando te diga que desde el veinte de noviembre de dos mil once se han establecido en el Estado español los seguidores más leales de Milton Friedman y sus “Chicago Boys”. ¿Que cómo se sigue aplicando la maldita “The Shock Doctrine”? Pues, por su propia naturaleza.


   El estado de shock que se ha apoderado de la sociedad española es tan inmenso, tan terrible, como el que se ha aplicado cuando se ha necesitado destruir a otras naciones. Chile, Argentina, U.R.S.S., Afganistán, Irak, Europa y, por tanto, España. Pero, Europa debe tratarse con guante de seda, pues los golpes de Estado y las guerras no son aconsejables. El proceso de shock es más largo pero igual de eficaz: crear un estado de crisis. Particularmente, en España la crisis presenta unas características especiales y muy peculiares. Empezó a gestarse hace años y dio la cara cuando se sumió en estado de shock a Irak y se aplicó la política de los Chicago Boys del expresidente José María Aznar. Ahora con la denominada crisis global occidental se ha dado otra vuelta de tuerca: el shock brutal.


   El desconcierto se transmitió a tal velocidad que pocos pudieron reaccionar coherentemente. El expresidente José Luis Rodríguez Zapatero, desde el segundo día de su mandato, en que rompió con el estado de shock provocado en Irak, estuvo estigmatizado. Luego trató de enfrentarse a los mandatos conminatorios que recibió para aplicar cambios que acarrearían el consecuente retroceso en la política económica y social del país. Su actitud le supuso ser silenciado, criticado y destruido por quienes, en aparente estado cataléptico, se beneficiarían y elevarían la rotundidad del shock: los tradicionales defensores de los estados de shock.


   En el momento actual, a tan sólo cinco meses de las pasadas elecciones generales, los nuevos seguidores de Friedman y sus catastróficas teorías, han aplicado con una rapidez inusitada el tratamiento de shock necesario para paralizar y resignar a todo el país, sorprendido y aterrado ante la destrucción social: desprestigio organizado de instituciones, precariedad laboral y falta de trabajo, enriquecimiento cada vez mayor de los poderosos, leyes regresivas, etc. En la historia de la joven democracia española jamás se había acometido tal cúmulo de desafueros sociales en tan poco tiempo.


   Naomi Klein escribió “La doctrina del shock: el auge del  capitalismo del desastre” en 2007 y realizó un documental, en el que exponía las teorías manifestadas en su libro, para comprender la doctrina del shock desde sus primeros ensayos en los años setenta del siglo pasado. Espero que te parezca bien, querida Verdad, pues estos aberrantes hechos deben ser objeto de una reflexión muy seria.



COPIA EN ESPAÑOL. Se recomienda visionar el documental a plena pantalla.


Se recomienda visionar el documental a plena pantalla.