JOSÉ DE SOUSA SARAMAGO
María Luisa Arnaiz Sánchez
Antonio Campillo Ruiz
“Solo las páginas de los libros
tienen vuelta, las de la vida, no”
Los átomos ordenados que han conformado los órganos de un ser humano, JOSÉ DE SOUSA SARAMAGO, se transformarán cuando uno de los “elementos”, el fuego, proporcione la energía suficiente para que se incorporen al Cosmos. Ya no podrán reordenarse para poder sentir, imaginar, ni enseñar a razonar pero pervivirán eternamente en el infinito.
Si la transformación espacio-temporal de nuestro devenir provocara que “Al día siguiente no murió nadie.”, el maestro, el creador incansable de fábulas verdaderas, el espejo de imágenes reales incuestionables, seguiría vivo esperando que las intermitencias de la muerte generaran un cambio social tan enorme que la debacle resultante se asumiera y pudiera existir un verdadero cambio en la vida de los humanos.
José de Sousa Saramago es el referente moral de una sociedad sin ética y sin valores porque los llamados valores morales no son nada más que una retahíla de mandatos interesados. La moral, hoy, no posee ni la indignación por la injusticia ni la preocupación por el abandono a su suerte de víctimas de las tropelías de los poderosos. Lo que se viene llamando moral en la sociedad actual es la definición de la inmoralidad.
La dureza para con los poderosos que impulsan la represión y la ayuda y el recuerdo constantes para con sus víctimas suscitaban en José de Sousa Saramago, y así nos lo transmitió, la indignación activa. Ese sentimiento, afortunadamente, lo hemos recogido muchos y lo seguiremos potenciando con el fin de no olvidar. En nuestra sociedad no sobrarán jamás las persona decididas a ayudar a los más desfavorecidos y a defender y apoyar las causas más necesarias.
Adiós, adiós a quien siempre hemos tenido presente por su compromiso, a quien siempre nos ha interesado por su coherencia vital. Esperamos encontrarnos en ese infinito finito algún día y poder saborear las moléculas de una vida ganada a pulso, de una bondad que jamás ha sabido la definición de la palabra soberbia, de una ética dedicada a realidades humanas, a un poeta que en la época de la indecencia ha sido un icono de la decencia moral.