jueves, 6 de octubre de 2011

CONCEPCIONES MILAGROSAS I

HÉROES

María Luisa Arnaiz Sánchez
                                                                                                           A mi hija Violeta

Fulfillment, Klimt

Sargón I

   “Yo soy Sargón, el gran rey de Agadé. Mi madre no conoció a mi padre pero mi familia pertenecía a los amos del país.
   Mi ciudad natal fue la ciudad de Atzupisani, que está a las orillas del río Éufrates. Mi madre me concibió y me trajo al mundo en un lugar secreto, me colocó en una cesta de juncos untada de betún y la cerró, la llevó al río e hizo que el agua no pudiera penetrar en ella.
   El río me llevó hasta la morada de Akki, el aguador, y Akki me crió como su propio hijo y me introdujo en un grupo de guardabosques.
   Isthar me hizo prosperar y después de algunos años llegué a ser rey”. (Inscripción hallada en un pedestal de la hipotética estatua de Sargón I.)

Esperanza, Klimt

Ciro II

   Astiages, rey de los medos, había casado a su hija Mandane con el persa Cambises y, estando embarazada la adolescente, tuvo dos visiones. Consultó a los magos y, como estos le dijeron que su nieto reinaría en su lugar, decidió acabar con el nasciturus. Así pues, hizo regresar a su palacio a Mandane y la rodeó de guardianes. Cuando Ciro II nació, se lo entregó a Hárpago, su fidelísimo general, con la orden de que lo matara, pero este, temiendo las consecuencias del infanticidio, mandó llamar a un pastor llamado Mitrídates “porque conocía…los lugares más apropiados para la ejecución…situados en los montes infestados de bestias salvajes” y le encargó que lo eliminara en nombre del rey, aunque, precaviéndose, añadió que “bastaría con exponerlo”.  

The Bride, Klimt

   Al llegar el boyero a su casa, le mostró a su mujer el recién nacido y le dijo que por el camino se había enterado de que era hijo de Mandane. Ella, que acababa de parir un niño muerto, le dijo que se quedaran con él y expusiera en su lugar el feto. Pasados tres días, enseñó a los enviados de Hárpago un pequeño cadáver destrozado por los colmillos de las fieras y el engaño funcionó. Herodoto dice que los modales nobles del rapaz hicieron sospechar de su origen y al cabo su abuelo vio confirmada su progenie por el parecido que el chicuelo de diez años tenía con él. Exigió a Hárpago la confesión de su proceder y, tras evidenciar su desobediencia, devolvió el niño a su madre y se vengó de su general haciéndole comer a su propio hijo, servido en la comida del banquete al que lo invitó.

Death and Life, Klimt

Perseo

   Acrisio, rey de Argos, tenía una hija, Dánae, que fue seducida por su tío. Cuando preguntó al oráculo de Delfos acerca de su sucesión, le predijo que no tendría hijos varones y que su nieto lo mataría; en prevención de tan funesto destino encerró a Dánae en un calabozo sellado por broncíneas puertas y vigilado por perros salvajes. Una vez que nació Perseo, no quiso creer que lo había concebido de Zeus, que para la ocasión en forma de lluvia de oro había penetrado en la hermética morada y, como no se atrevió a matar a su propia hija, puso al infante y a la madre en un arca de madera y la arrojó al mar. Madre e hijo fueron rescatados por Dictis, que se apresuró a llevarlos a su hermano el rey Polidectes, con quien Perseo se crió.

Dánae, Klimt

   En la Antigüedad hubo la costumbre de exponer a los niños cuya paternidad ofrecía dudas: se echaban a los ríos o se abandonaban en la fragosidad. Si el niño sobrevivía, era reconocido como legítimo y, si la mujer había concebido sin la intervención de su marido, se atribuía la paternidad a un dios, de forma que ella era considerada fiel y él se sentía de alguna manera equiparado a la divinidad por haber compartido sus derechos. Esta tradición se mantuvo entre los renanos y los galos y así lo confirma el cuento “Le chat et sa mère” de M. Luzel, en el que un padre arroja a su hija al mar en un tonel porque se había quedado embarazada tras comer un pastel encargado por su madrastra.

Die Hoffnung, Klimt

9 comentarios:

  1. Gracias mami por dedicarme esta entrada. Es admirable todo lo que sabes sobre mitología. Mi bebecita sí que será un milagro para todos nosotros. Besos.

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  2. Espero que tu próxima hija nos haga tan felices como Paola. Besos.

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  3. wow! Que historias más incleibles Antonio.

    Mi beso y abrazo =D

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  4. Hermosas las historias mitológicas que hoy nos traes, María Luisa. Siempre disfruto con ellas, recordándolas o aprendiendo sobre las que no conozco.
    Un abrazo.

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  5. Hay una segunda parte que demuestra cierta tesis. Espero que te agrade, Isabel. Hablaremos.

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  6. A María Luisa, la autora de este artículo, le encanta la mitología.

    Los mitos son tan maravillosos que nos transportan a mundos de una fantasía irresistible.

    Un fuerte abrazo, Eva.

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  7. Curioso como el tiempo, o la historia, convierte en sabio, culto y hasta en ilustre, a cualquier relato y a su digno autor, cuando hoy seria mandado a la hoguera por ello y doblemente: Por escribirlo y por hacerlo. Qué poco sabemos de nada y cuanto sabemos de mucho. Historias lucidas, sabias y muy refrescantes ML. (Pssssssss, no se lo digáis a nadie, pero me encanta vuestro blog).
    Feliz noche.

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  8. Enrique, cuando leas la segunda parte de la entrada verás a dónde nos llevan estos y los siguientes mitos propuestos.
    Saludos.

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