INSPIRACIÓN, RECUERDO Y HOMENAJE
Antonio Campillo Ruiz
Los espectadores que disfrutamos con la película “Escuadrón 633” de Walter Trauman, 1964,
la recordamos sorprendidos cuando nos complacimos embelesados al visionar “La guerra de las galaxias” de George
Lucas, 1977.
Habían transcurrido sólo cuatro años desde la
producción de “Escuadrón 633”, y la prodigiosa realización de Stanley Kubrick, “2001,
una odisea del espacio”, 1968, sedujo a los espectadores,
paralizando a guionistas, técnicos en efectos especiales y productores, dejando
al subgénero de aventuras espaciales aterido o al menos en un estado
cataléptico difícil de superar.
Afortunadamente, casi diez años después, un
entusiasta de la técnica cinematográfica y excelente realizador, George
Lucas, se atrevió a sacudir con fuerza la empolvada alfombra mágica del
abandonado subgénero convirtiéndolo en un fenómeno mediático que ha tenido una
trascendencia mundial inusitada.
Sin embargo, en esta primera película,
aparentemente única y sin una clara predisposición a la continuidad (se tituló
simplemente “Star wars”,
sin subtítulo explicativo alguno, convirtiéndose posteriormente en “Capítulo IV” y siendo retitulada en
español “Una nueva esperanza”) fue la primera producción de una saga de seis, tal fue su
influencia cinematográfica.
Bien, pues el “homenaje”, “similitud”, o
simplemente “recuerdo”, que Lucas dedicó a la antigua “Escuadrón 633” lo concibió y realizó
siguiendo los planos casi idénticos de la escena más importante en ambas películas:
el ataque a lo largo de un angosto y largo camino hasta un objetivo casi inalcanzable.
Los frágiles Mosquitos de la segunda guerra mundial debían hacer blanco, con
sus bombas especiales que provocaban movimientos sísmicos, en la base de una
roca y las naves rebeldes debían introducir unos torpedos por una pequeña
salida de refrigeración del núcleo del reactor en la temible “Estrella de la Muerte”. Vamos a
visionar ambos ataque para comprobar su casi idéntica planificación pero con
medios y efectos en los que la diferencia temporal y técnica los aleja
cinematográfica pero no fílmicamente.
El sonido, desde su incorporación al cine, ha
sido tan imprescindible para el espectador que éste llega incluso a admitir
errores físicos elementales, como la transmisión del mismo en el espacio
exterior en el que no existe medio por el que se transportan las ondas sonoras.
Pues bien, el sonido va a ser, en el montaje que se adjunta, el ejemplo fiel de
la verosimilitud de lo antedicho: se ha cambiado la banda sonora de la escena
del ataque mencionado entre ambas películas, es decir, oímos la banda sonora
de “La guerra de
las galaxias” pero
las imágenes pertenecen a “Escuadrón 633”. La similitud y continuidad de planos es
bastante asombrosa. Podríamos casi establecer que la banda sonora es la misma
para ambas películas si no fuese por el “ruido de motores” y el “tipo de
explosiones” que se producen, además de por “las voces de los actores” que son
peculiares y diferentes. George Lucas es un realizador que ha
innovado técnicamente aspectos cinematográficos del lenguaje audiovisual. La anécdota
explicada creo que es debida a un retomar, retocar y mejorar, mediante la
similitud, escenas memorables de la historia del cine. George
Lucas no necesita inspiraciones adicionales, le basta su
imaginación.
Anda que crees? que ninguna de esas he visto!!! increible? Tema que he evadido. Pero, ya casi estamos a un pasito de eso.
ResponderEliminarAbrazo fuerte.
Es normal, Sara, que “Escuadrón 633” no la hayas visto… pero “Star Wars, Episodio IV”, la primera en proyectarse de las seis películas de la saga, es bastante increíble que no la hayas visionado al menos en TV. En cualquier caso a quienes no les gusta este subgénero no tiene por qué verlo.
EliminarBien, si visionas los tres vídeos comprobarás la teoría de la renovación.
Un fuerte abrazo, querida Sara.
Eres genial, amigo Antonio. Hoy me has metido en el mundo del cine, otra vez y me ha encantado. Cine, cine, cine, mas cine por favor ....
ResponderEliminarGracias y feliz día.
Enrique, estos episodios, que son muy frecuentes, merecen una atención especial porque aprendemos viendo en otros sus virtudes y defectos.
EliminarPues claro, ahora que las salas está bastante vacías tendremos que estudiar un poco la imagen dinámica para comprobar su inmensa influencia en la sociedad moderna.
Un abrazo, querido amigo.
¡Anda, pues no conocía esta precuela! Pues sí que se parecen... Habría que pensar mal, jejej
ResponderEliminarSaludos
Bueno, Carmen, George Lucas es un gran realizador y en más de una ocasión, no sólo esta, ha realizado homenajes con medios técnicos que no se poseían cuando se rodaron las películas originales. No es copiar, creo que se trata de mejorar y homenajear a unos realizadores que, con medios muy pobres, crearon una ilusión que perdurará siempre.
EliminarUn fuerte abrazo, querida Carmen.
Walter Trauman,George Lucas y Stanley Kubrick, tres gigantes cinematográficos cuyas películas mencionadas has comparado con gran acierto, Antonio. Creo que las mutuas "influencias" entre ellos en el mismo género, son inevitables.
ResponderEliminarSiempre aprendiendo contigo.
Un fuerte abrazo.
Completamente inevitables, Marisa. Tienes toda la razón. Siempre mejoran unos a otros aunque la similitud sea casi idéntica. Sus personales estilos cinematográficos siempre han generado una ilusión fílmica diferente y, por tanto ,su interpretación de secuencias las percibimos con diferencias muy significativas.
EliminarUn fuerte abrazo, querida Marisa.
No es un género que me guste.
ResponderEliminarEstoy aquí para probar el tema de los comentarios. Quizás tampoco salgan los míos, Antonio.
Ya me parecía raro que no comentaras en el mío, imaginé que estabas muy ocupado.
Cuidate mucho.
Un abrazo
Bien los argumentos son personales. En cuanto a los comentarios, este tuyo sí ha llegado sin problemas, ahora hay que probar en sentido contrario. Muchas gracias por tu preocupación, Alicia.
EliminarUn fuerte abrazo, querida Alicia.
Fantástica comparación, eres increíble, y que bien lo documentas con las escenas. Esa película la vi varias veces. Recuerda que las bélicas de la segunda guerra eran un filón inagotable, como luego fueron las de vaqueros. Muy buen post.
ResponderEliminarMarcos, ¡Cuánto me alegro que visionases en la pantalla grande “Escuadrón 633”! Recuerdo que fui a verla con un amigo en un cine de los que eran enormes, cuando empezó el sonido estereofónico en el cine y era una pasada poder casi tocar los “Mosquitos” en los planos subjetivos. Posteriormente, repetimos en diversos cines su visionado.
EliminarAsí que, cuando llegó “Star Wars, IV” inmediatamente relacionamos la planificación, una seria y heroica y otra un poco infantil con la intervención del “Halcón Milenario”.
Tenemos que hablar de estas películas, Marcos.
Un gran abrazo, amigo Marcos.
Me maravillan tus imágenes Son grandiosas y me maravillás vos por tu actitud ante la vida
ResponderEliminarLas imágenes sí, MuChA, son grandiosas y de una calidad impresionante. Merece la pena verlas solamente por ello.
EliminarCuando se tratan temas que alcanzan lugares donde es difícil poder llegar, siempre reacciono con la libertad de mi pensamiento y el poder de mi sensibilidad.
Un fuerte abrazo, querida MuChA.
Siempre te lo digo, en asuntos de cine eres "el chico" de la película.
ResponderEliminarUn abrazo.
Thornton, si el “chico” es “el valiente” de acuerdo pero si es “el malo” no quiero porque nunca besa a la chica al final…
EliminarSabes que OS QUIERO A TODOS, Manri.
Antonio, fantástico. Vi hace unos meses un documental sobre G. Lucas y hablaba al respecto de las influencias en su gloriosa y ultrafamosa “Stars Wars”. Comentaba que estaba muy influenciado por los films de Hawks, Wellman y Kurosawa. Sin embargo, no pudo reprimir que vio el estrenó de “633 Squadron” (1964). La disfrutó tanto, y si se confesó muy devoto de su estética y composición de planos más contemporáneos del film de W. Grauman. Yo la vi con 8 años en un cine de reestreno en la década de los 70 con la family y bocatas en el bolso. Lo dicho, amigo. Un lujo de post. Abrazos
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