martes, 19 de noviembre de 2013

VIAJE INICIÁTICO

NO CONOCÍA LA MAR

Antonio Campillo Ruiz

Benito Rebolledo Correa 

   Diego no conocía la mar. El padre, Santiago Kovadloff, lo llevó a descubrirla.
   Viajaron al sur.
   Ella, la mar, estaba más allá de los altos médanos, esperando.
   Cuando el niño y su padre alcanzaron por fin aquellas cumbres de arena, después de mucho caminar, la mar estalló ante sus ojos. Y fue tanta la inmensidad de la mar, y tanto su fulgor, que el niño quedó mudo de hermosura.
   Y cuando por fin consiguió hablar, temblando, tartamudeando, pidió a su padre: ¡Ayúdame a mirar!

Eduardo Galeano, “El Libro de los abrazos”

9 comentarios:

  1. Deliciosa la solicitud de Diego ante algo que le desborda. Ver y descubrir el mundo de la mano de un padre es lo ideal.

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  2. Precioso, precioso, Antonio. Me has enternecido. Yo nací frente al mar, pero todo aquello que era desconocido, también me lo explicaba y mostraba mi padre...son recuerdos tan bonitos... descubrir el mundo con los ojos de tu padre...

    un beso.

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  3. Precioso de verdad y conmovedor.

    Te mando un beso.

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  4. Como comprendo a Diego. Y es que la mar impacta, la anhelas, la sueñas...la amas.
    Besitos

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  5. Si hiciéramos memoria todos, recordaríamos la gran impresión que nos produjo el mar la primera vez que lo contemplamos. Un espectáculo tan grandioso sacude tanto a chicos como a mayores, porque nunca deja de admirarnos. Además, fíjate, querido Antonio, que todo el que contempla el mar se abstrae y deja su mente en blanco. El mejor desestresante que existe, sin duda.
    Hermosa narración de Galeano.
    Un beso.

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  6. A mí me impacta cada vez... Galeano es un autor que me gusta muchísimo.
    Un beso Antonio

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  7. Una maravilla que conmueve, la mar, una ayuda inestimable, la del padre. ¡Precioso!

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  8. La mar es algo que hay que aprender a mirar ... y entonces es maravilloso. Como la echo de menos. Un fuerte abrazo amigo

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  9. Magnífico, Antonio. Bien escogido tú y tu arte.

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