miércoles, 4 de diciembre de 2013

CAMBIO DE REGALO

El espejo

Antonio Campillo Ruiz

 Francine van Hove

   Un campesino chino se fue a la ciudad para vender su arroz. Su joven mujer le dijo:
— Por favor, tráeme un peine.
   En la ciudad, el campesino vendió el arroz y bebió con unos compañeros. En el momento de regresar se acordó de su mujer. Le había pedido algo, pero ¿qué era? No podía recordarlo. Así que compró un espejo en una tienda para mujeres y regresó al pueblo.
   Entregó el espejo a su mujer y marchó a trabajar sus campos. Ella se miró en el espejo y se echó a llorar. Su madre, que la vio llorando, le preguntó la razón de aquellas lágrimas. La joven mujer le dio el espejo diciéndole:
— Mi marido ha traído a otra mujer.
   La madre cogió el espejo, lo miró y le dijo a su hija:
— No tienes de qué preocuparte, es muy vieja.

Cuento anónimo chino

PUBLICACIÓN PROGRAMADA.

9 comentarios:

  1. Jajjaja, ¡qué bueno Antonio! No lo conocía a este cuento.
    ¡Hombres! Debería haber escuchado (y haber atendido) al pedido de su mujer en vez de llevarle lo que quiso.
    Un besito, espero que estés muy bien

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  2. Hacía tiempo que no entraba a leer. Que buenas lecciones se saca de este pequeño texto.
    (He estado disfrutando de tus anteriores entradas. Siento que en estos momentos no tengo tiempo para estar más activa) Un abrazo.

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  3. Simplemente ..,delicioso!!!
    Gracias.
    Besos.

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  4. Jajaja! Genial! A partir de leer este cuento, cuando quiera verme en el espejo, se lo entregaré a alguien mayor que yo para que me diga cómo me veo! Buena táctica. Abrazo, Antonio.

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  5. Excelente cuento.

    Una buena lección.

    Un fuerte abrazo.

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  6. Si es que los hombres cuando nos vamos de copas...

    Un abrazo, Antonio. Sigues escribiendo -o seleccionando- historias interesantes.

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  7. Muy bueno Antonio. Toda una lección para reflexionar.

    Un abrazo.

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  8. Comprar sin pedido es un riesgo inútil. No, mejor escuchar bien, a ver si aprendo. Curioso cuento. Feliz tarde, amigo Antonio

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