viernes, 5 de diciembre de 2014

OLVÍDAME

ME TEMO QUE QUERRÁS

Antonio Campillo Ruiz

 Alex Levin

   Nunca te he querido. Mi repulsa hacia ti es justificada pero no puedo alejarte de mi lado. No puedo decirte con placer que desaparezcas, que te vayas para siempre. Al contrario. Cada día me acerco más sumisamente a ti, te sigo los pasos mansamente y alguna vez hasta te deseo con pasión. En otras ocasiones, como esta en la que me encuentro aquí, en las alturas de este acantilado soportando las fuertes rachas de viento con minúsculas gotas de agua salada, te siento envolverme y acariciarme, y adularme, y enamorarme. No, no voy a caer en tus brazos a pesar de haber estado muy cerca de ellos desde mi juventud. Tu constancia y tu cercanía me han permitido conocerte, mirarte directamente a esos ojos fríos desde que te conocí casualmente. No recuerdo cómo fue. Creo que alguien avispado me habló de ti y desde aquel momento nos rondamos. Sí, tú a mí y yo a ti. Sin embargo, para mí era disparatado rondarte por la diferencia de edad, por la forma de conocerte, por lo poco que nos veíamos y los extraños sentimientos contradictorios que ambos creíamos tener.

Alex Levin

   Sé que no pocas veces te negabas a mirarme a pesar de haber estado casi a tu lado. Eso me alegraba. Me alegraba porque creía librarme de ti y dejar mi cabeza y mi corazón libres de sentimientos que casi me ahogaban. Soportaba tu presencia y te escrutaba con una mezcla de dignidad y de humildad. Te sabía, empezaba a conocerte muy bien. Cuando caí en la cuenta de que se te buscaba, de que casi se te alababa por ser como un cambio de guardagujas, me enfadaba tanto que, al volver a verte, te lo decía sin ningún remilgo. Te chillaba que marchar por tu vía de duros raíles de acero nunca sería mejor que viajar por las débiles y destartaladas curvas de las sendas que confluían con tu poder.

Alex Levin

   Sí, tu poder era tan estrafalario como pernicioso porque, cuando lo utilizabas, no te planteabas si las pobres sendas eran cortas o largas, duras o blandas. Nuestro amor se fue convirtiendo en odio hasta que poco a poco no tuve más remedio que empezar a añorarte, no a amarte, que quede claro, ni a desearte para hacer el amor, que quede claro también; te deseaba maldiciéndote y solo encontraba paz si te veía desde una lejana distancia. Estabas continuamente demostrando tu poder y siempre te he sentido implacable. Alguna vez me hacían pensar que me equivocaba, que tu existencia era necesaria, que sin ti no podríamos sentirnos seres racionales y humanos. Hoy, que me he planteado que me convienes, que debería ir hacia ti, fundirme contigo, dejarme mecer en tus brazos y poder acariciarte…, he vislumbrado, después de sentir esta brisa salada, una realidad: soy libre para poder dejarte pero esperaré a que tú decidas dar el primer paso. He sentido un escalofrío que, como en una mala pesadilla, me ha despertado con el cuerpo empapado de sudor frío. Mi anhelo es no verte jamás. Olvídame y, cuando quieras, que me temo que querrás, hablamos.

Antonio Campillo Ruiz

Alex Levin      

22 comentarios:

  1. Coño, Antonio, te veo rebotao! Con lo a gusto que estaba yo con los japoneses...Un abrazo.

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    1. Son apariencias, Mariano, solo apariencias. Los japoneses son más suaves, menos disparatados y muy tranquilos para eso de las relaciones personales. Tranquilo, no llega la sangre al río.

      Un abrazo, Mariano.

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  2. Puede entenderse metafóricamente un largo idilio entre el poder y la fortuna, pero ese poder elige los caminos tramposos según su conveniencia. Cómo late en todo ello una realidad bien conocida por todos.
    Abrazo Antonio

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    1. Pues sí, María Pilar, posee una gran carga metafórica y me alegro de tu perspicacia para apreciar los miles de caminos que debemos sortear ante quien creemos poderoso, y lo es. Como muy bien expresas, todos conocemos estas facetas pero algunos se esconden de ellas con terror.

      Un cariñoso abrazo, querida María Pilar.

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  3. Fantástico Antonio... la complejidad de los sentimientos en el ser humano, la espiral de juegos mentales, espirituales y físicos que nos llevan a una derrota sostenida sin límites. Qué mágico es el amor que se niega a ser por pura exaltación de "unomismo" por el hecho de ser y no someterse.
    Me encanta esta forma que has elegido de contar este "vete pero más te vale que vuelvas", es intenso y emocional e incluso divertido.
    Un abrazo de inmensa admiración y cariño amigo mio.

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    1. Muchas gracias, Raquel. Tu comentario, que interpreto apasionado y sentido, reafirma lo material y lo inmaterial de los seres humanos. Cuando nos enfrentamos a quien conocemos poco pero nos produce temor, es frecuente que un impulso, una sensación, algo irracional se apodere de nuestra mente y cuerpo. Es posible que mentalmente podamos evadirnos de nuestras neuras pero físicamente siempre nos alcanzará un maleficio inoportuno y jamás querido. La seguridad de que volverá y nos alcanzará, nos hace un poco fuertes pero no podemos cantar una victoria que siempre será pírrica.

      Un cariñoso abrazo, querida Raquel.

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  4. Ese momento en que escuchas el clic en tu cerebro, liberándote de quien te hace infeliz. La Gloria, querido amigo. A partir de ahí tú dictarás las reglas, podrá pasar tiempo y tiempo hasta tomar una decisión, lo hablarás o no. Pero ya no hay prisa. Has ganado y tú eres la Ley.

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    1. Así es, Ana María, el sonido del clic es siempre maravilloso pero antes de que suene se debe tener tanta sensatez, tanto desprecio hacia quien te produce la infelicidad, tanta sutileza, que solo se posee una vía de escape: ser más ladino que el propio pensamiento personal, engañar hasta a nuestros propios sentidos porque no de otra forma se podrá vencer el poder que se nos echa encima aplastándonos con la furia de un huracán. Ganar esta carrera agotadora es, precisamente, el estímulo para conseguir una paz interior más potente que la perenne lucha contra nuestra propia debilidad. Una interpretación excelente.

      Un cariñoso abrazo, querida Anamaría.

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  5. Mira que es complicado el amor, además de ser hermoso.

    Lo has contado de una manera fabulosa.

    Enhorabuena.

    Un fuerte abrazo. Feliz fin de semana largo.

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    1. El amor, Amalia, cuando juega con su sentimiento contrario es bastante complejo, como bien dices. La pregunta que tendríamos que realizarnos es si existe este amor que se pude vislumbrar en el texto o su contrario. Cuando sepamos desliar el complejo mundo del que hablas, posiblemente, acariciemos en vez de huir.

      Un cariñoso abrazo, querida Amalia.

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  6. Entre el CIELO y el INFIERNO... (conozco esa lucha) Muy bueno Antonio! Abrazo.

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    1. Pues sí, Mabel, entre el cielo y el infierno se desarrolla este monólogo tan ambiguo entre un/a ser que se autodenomina racional. De igual forma el/la receptor/a posee la potencia que le suministra la propia debilidad de quien le habla.

      Un cariñoso abrazo, querida Mabel.

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  7. Amigo Antonio, en este embrollo de amorío, creo que es el caso de muchas parejas pero es que es imposible aceptar al 100%a una pareja, porque todos tenemos defectos, ese debe ser el motivo de toda discusión, cuando oímos al cerebro, hay discusiones, pero cuando oímos al corazón, quizás no, entonces,,,,
    Un abrazo

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    1. Es posible, Toni, que debamos tener un carácter menos blando, más sereno e infinitamente más racional y sensible. Ambas partes, mente y corazón, algunas veces prevalece sobre la otra y su desesperación ante lo irresoluble del problema se debilita y cae en manos de quien, con su poder, cada día les separa indefinidamente.

      Un abrazo, Tocayo.

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  8. Caro Antonio,
    Esta prosa poética traz-nos a intempérie dos sentimentos humanos, nas suas contradições.
    Belo mas triste.

    abraço amigo de terras lusas.

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    1. Pues sí, Carmem, dejar a la intemperie a los sentimientos siempre produce un fruto: la tristeza. El problema es si nos podemos desnudar interiormente ante quien nos conduce, casi con dulzura, a una decadencia física irremediable. Nuestra pereza por establecer, como humanos, una íntima relación entre lo fisiológico y lo inmaterial nos conduce a una destrucción anunciada desde que nacemos. No, no soy pesimista, muy al contrario, soy un empedernido optimista, a pesar de rozar siempre muy cerca el racionalismo. Encantado de tu comentario. Nos leeremos más frecuentemente.

      Un gran abraço, amiga lusitana.

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  9. La he leído varias veces. Parece como un desahogo. Un genial desahogo que hace de tubo de escape. Pero no creo que sea nada personal. Es el escritor que expone una situación conflictiva. Querer, odiar, romper, unir..., polos opuestos que se atraen fatalmente.
    Un fuerte abrazo querido amigo.

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    1. Y no lo es. Ohma, eres una lince. La sinrazón del ser, del existir, de la impotencia ante el cielo que se desploma sobre nuestras cabezas. Multitud de sentimientos y sensaciones físicas que olvidamos por largos períodos pero que jamás podemos desprender de nuestra piel. Seguro que su retorno se produzca, para bien del monologuista, lo más tarde posible. Su desarrollo como ser humano será más fructífero. Vas a tener un mail.

      Un cariñoso abrazo, querida Ohma.

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  10. Podría decir cualquier cosa y salir del compromiso, pero tu no lo mereces así que, jajaja, ¡A mojarse se ha dicho, aunque hagasel ridículo!

    Ay Antonio! La diversidad de opiniones, deducciones o pensamientos, que hay sobre un mismo tema-o simplemente mi estupidez- es sorprendente.
    Yo hubiera jurado que estaba debatiendo el hombre con el hombre (del ser y del no ser)
    La vida y la muerte jugando a ‘las cuatro esquinas’ coquetean deshojando los días...Y el simple placer de sentir unas gotas de mar sobre la piel, fue suficiente para oler la alegría de vivir y,,de momento, zanjar la lucha eterna con nuestro yo dándole un respiro, necesario, para poder seguir caminando, y otra vez volver a empezar, ¡Te odio…Te amo… Ven..No quiero volver a verte! Aunque sabes que, irremediablemente, antes o después vendrá y que ni siquiera la veras, porque cuando ella venga …¡tú ya no estarás!
    Un fuerte abrazo amigo

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    1. Querida amiga María, querida India, no te has mojado, te has bañado completamente y has nadado por una interpretación precisa y tan acertada que supone un gran descubrimiento.Supongamos que hubieses dicho, al final de tu comentario: "...porque cuando ella venga se´irá con ella, sin querer, desapareciendo para siempre". Se hubiese completado perfectamente la perfecta y honda lectura de un pequeño trabalenguas plagado de pequeñas trampas para eludir una realidad universal. María, eres una lectora perspicaz y de una visión horizontal mucho mayor de los 180º que solemos alcanzar. Mi sincera enhorabuena.

      Un cariñoso abrazo, querida María.

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  12. Bueno Antonio, es que en realidad, eso es lo que pretendía decir, ¡más o MENOS! jajaja...
    Porque yo pienso que, propiamente la muerte no existe, en el sentido que le damos, y si existiera no la veríamos, porque “cuando ella fuera” “nosotros ya no ‘seriamos”.
    En una milésima de segundo, en un chasquido, en un soplo, en un no ver y no ver ¡de ser, pasaríamos a no ser!
    Besos

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