martes, 17 de agosto de 2010

PUNTO PELOTO


¿AHHGGG?, PICHULA, ¡VAYA MOJÓN!

Antonio Campillo Ruiz
                                                                   A Catherine con cariño
 


    Con maroilles, unas potsch’vleech y cerveza, unido al placer de sentarse en una de las muchas terrazas que existen en la Grand Place mientras oímos el Beffroi, el Carrillón, con sus cincuenta campañas, en Bergues encontramos un rincón de Francia tan agradable como pintoresco.


   “Bienvenue chez les Ch’tis”, “Bienvenidos al Norte” de Dany Boon, 2008, es una de las películas más entrañables que el espectador puede disfrutar. Antoine Bailleul, el propio Dany BoonPhilippe Abrams, Kad Merad; Julie Abrams, Zoé Félix; Yan Vandemoout, Guy Lecuyse; Annabelle Deconninck, Anne Marivin;  Fabrice Canoli, Philippe Duquesne y la impertinente Sra. Bailleul, Line Renaud; son los personajes principales que interpretan este retrato costumbrista que rompe los convencionalismos predeterminados sobre una región y sus gentes.


   La universal calidez emocional y la sencillez cinematográfica de la película son idénticas a las que poseen sus habitantes. Sin embargo, las diferencias norte-sur, existentes en todos los países, se exageran hasta la creación de un conflicto para quienes deben viajar o trasladarse verticalmente de una región a otra sin conocerla.


   Las diferencias locales se limitan, como en este caso, a un enredo lingüístico que, sin llegar a ser el eje central de la narración, es importante para que el espectador comprenda otros aspectos íntimos, ¡muy diferentes!, de los estereotipos predeterminados: las gentes son buenas, poseen tranquilidad, su humanismo es tan grande que viven con la serenidad de una pequeña ciudad, en donde todos se conocen y todos son amigos.


   Dialectos, desencuentros lingüísticos y trabalenguas, son los motivos de gags que el espectador saborea como auténticos disparates comunicativos. A pesar de ser inteligibles, qué duda cabe que el gran acierto de los diálogos está en el vocabulario y la pronunciación originales. Es una película para disfrutarla en idioma original, sin subtítulos, sin doblajes. Claro que, para personas sin unos conocimientos muy avanzados del idioma francés, es muy oneroso comprender el sentido de determinadas giros y vocablos “peculiares”. A pesar de ello, cuando se visiona la película doblada, el espectador se deleita con las singulares expresiones orales que se gozan con más intensidad al visionar la película una segunda o tercera vez.  
    

   El amor es el foco principal que, poco a poco, va revelando la narración. Los sentimientos de Antoine hacia Annabelle se ven entorpecidos por la bondad de Antoine y, los pequeños problemas de comunicación entre Philippe y Julie tienen su origen en las expectativas de un cambio en su vida, anodina y rutinaria.


   “Cuando un forastero llega al norte berrea dos veces, al llegar y al partir”, dice Antoine a Philippe, y así se cumple a pesar de la incredulidad inicial de Philippe: ya no podrá olvidar Nort Pas-de-Calais, un lugar diferente, con gente diferente, costumbres diferentes, pero tan cálidas, tan afectivas y sencillas que Antoine vuelve a sentenciar: “Bueno, el sur no es tan bonito pero a pesar de ello iremos a visitaros a Cannes en vacaciones…”








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