sábado, 31 de diciembre de 2011

VOLTAIRE, LEER PRODUCE...

EL HORRIBLE PELIGRO DE LA LECTURA

María Luisa Arnaiz Sánchez
Antonio Campillo Ruiz

Oleg Zhivetin

   Nos, Yusuf Cheribi, muftí del Santo Imperio otomano por la gracia de Dios, luz de las luces, elegido entre los elegidos, a todos los fieles aquí presentes: majadería y bendición. Como sea que Said Effendi, actual embajador de la Sublime Puerta ante un pequeño Estado llamado Franquelia, situado entre España e Italia, ha traído entre nosotros el pernicioso uso de la imprenta, y después de haber consultado acerca de esta novedad con nuestros venerables hermanos los cadíes e imanes de la ciudad imperial de Estambul, y sobre todo con los faquires conocidos por su celo contra la inteligencia, ha parecido bien a Mahoma y a nos el condenar, proscribir y anatematizar, la antedicha infernal invención de la imprenta por las causas que a continuación serán enunciadas:

Blue clown, Oleg Zhivetin

   1. Esta facilidad de comunicar los pensamientos tiende evidentemente a disipar la ignorancia, la cual es guardiana y salvaguardia de los Estados bien organizados.

   2. Hay que temer que, entre los libros traídos de Occidente, se encuentren algunos sobre la agricultura y sobre los medios de perfeccionar las artes mecánicas, obras que podrían a la larga -¡Dios no lo quiera!- espabilar el ingenio de nuestros agricultores y nuestros fabricantes, excitar su industria, aumentar sus riquezas e inspirarles algún día cierta elevación de alma y cierto amor del bien público, sentimientos absolutamente opuestos a la sana doctrina.

   3. Pudiera suceder finalmente que llegásemos a tener libros de historia despojados de esas fábulas que mantienen a la nación en una beata imbecilidad. Se cometería en tales libros la imprudencia de hacer justicia a las buenas y a las malas acciones, y de recomendar la equidad y el verdadero amor a la patria, lo que es manifiestamente contrario a los derechos de nuestra elevada autoridad.

Masking Ball, Oleg Zhivetin

   4. Es muy posible que, dentro de algún tiempo, miserables filósofos -con el pretexto especioso pero punible de ilustrar a los hombres y de hacerles mejores- viniesen a enseñamos virtudes peligrosas de las que el pueblo nunca debe tener conocimiento.

   5. Incluso podrían, aumentando el respeto que tienen por Dios e imprimiendo escandalosamente que lo llena todo con su presencia, disminuir el número de peregrinos a La Meca, con gran detrimento de la salud de las almas.

   6. Sucedería también sin duda que, a fuerza de leer a los autores occidentales que han tratado las enfermedades contagiosas y la manera de prevenirlas, llegásemos a ser tan desdichados como para cuidamos de la peste, lo que constituiría un atentado enorme contra las órdenes de la Providencia.

Dreaming Joker, Oleg Zhivetin

   Atendiendo a estas y otras causas, para edificación de los fieles y en pro del bien de sus almas, les prohibimos por siempre jamás leer ningún libro, bajo pena de condenación eterna. Y, temiendo que la tentación diabólica les induzca a instruirse, prohibimos a los padres y a las madres que enseñen a leer a sus hijos. Y, para prevenir cualquier infracción de nuestra ordenanza, les prohibimos expresamente pensar, bajo las mismas penas; exhortamos a todos los verdaderos creyentes para que denuncien ante nuestra oficialidad a cualquiera que haya pronunciado cuatro frases bien coordinadas de las que pudiera inferirse un sentido claro y neto. Ordenamos que en todas las conversaciones haya que servirse de términos que no signifiquen nada, según el antiguo uso de la Sublime Puerta.

Colorful Circus, Oleg Zhivetin

   Y para impedir que vaya a entrar algún pensamiento de contrabando en la sagrada ciudad imperial, hacemos especial encargo al primer médico de su alteza, nacido en algún remoto pantano del cansado Occidente septentrional; pues dicho médico, como ya ha matado a cuatro augustas personas de la familia otomana, está más interesado que nadie en evitar la menor introducción de conocimientos en el país; por la presente, le conferimos el poder de capturar toda idea que se presente por escrito o de palabra ante las puertas de la ciudad y le ordenamos que traiga dicha idea atada de pies y manos ante nuestra presencia para que le inflijamos el castigo que nos parezca más conveniente.
  Dado en nuestro palacio de la estupidez, el día 7 de la luna de Muharem, en el año 1143 de la hégira.
Voltaire en “Nouveaux Mélanges”, vol III, 1765

Traducción de F. Savater en “EL PAÍS”, 23 de abril de 1993

Oleg Zhivetin

15 comentarios:

  1. Magistral entrada, el texto, los cuadros...¡Cuánto me alegro de conoceros ! Visitar esta ventana siempre es recibir una lección de temas bien recogidos, bien tratados y mejor ilustrados...Gracias por compartir vuestro conocimiento y sabiduría...
    Felices todos, todos los días del año,con o sin tijeras.
    Besicos para los dos

    ResponderEliminar


  2. Deseo que la paz secuestre tú vida
    el amor inunde tú alma
    la felicidad se refleje en tú cara.

    Y que tú corazón me recuerde
    como la estrella fugaz
    que abraza en armonía
    todo lo bueno que te mereces.

    Cuando hoy brinde mirando al infinito
    le rogaré que siga arropando
    la semilla de bienestar
    que lleva tú nombre inscrito.

    Te quiere!!

    María del Carmen


    ResponderEliminar
  3. ¡¡que miedo da esta entrada!!,
    menos mal que la imprenta prospero
    y el conocimiento se adueño del mundo
    Bueno... de casi todo el mundo.
    Me ha encantado, y las pinturas, mas.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  4. Está claro que cada vez será más difícil meter pensamientos, sean de producción propia, nacionales o de contrabando... Ay, se me encoje el corazón. ¿Habrá que hablar en el futuro de una generación perdida? Besos, queridos amigos, y que el año nuevo nos sea propicio.

    ResponderEliminar
  5. Genial ML. Savater tendra sus defectos, mas propios de su incordura aparente que de su forma de escribir, pero eso, lo de escribir ...., aquí has dejado una prueba. MB

    ResponderEliminar
  6. Una cita de Michel Houellebecq, cuyo libro "Las partículas elementales" recomiendo:

    Vivir sin leer es peligroso, obliga a conformarse con la vida.

    ResponderEliminar
  7. Actualmente, a muchos les gustaría prohibir la lectura y el pensamiento, porque siempre se gobierna mejor sobre los asnos que sobre las personas. Las últimas tienen la maldita manía de cuestionarlo todo.
    Un entrañable abrazo volteriano en este primer día del 2012.

    ResponderEliminar
  8. Tu parabién no ha esperado el “Es gracia que desea alcanzar” pero me alegro de que te haya gustado la página, Cabopá.
    Besos.

    ResponderEliminar
  9. Querida Gata Coquetuela, no tengo más remedio que quererte un poco más.
    Tu amabilidad y gratificantes deseos son encantadores. Te prometo que voy a dejarme secuestrar por quienes me dices y ayer, a las doce de la noche brindé por ti y por tu FELICIDAD.

    Un fuerte abrazo, María del Carmen.

    ResponderEliminar
  10. Hola, Jorge: el texto de Voltaire lo leían mis alumnos todos los años y Antonio se hacía eco de él con los suyos, de ahí que aparezcamos en comandita.
    Un cordial saludo.

    ResponderEliminar
  11. Creo, Isabel, que “ya” es difícil que los pensamientos sean traducidos a letras y que éstas no se mutilen. Muchas no serán comprendidas jamás.
    Posiblemente se llegue a ese futuro al que aludes. Falsas razones para esas habladurías están poniendo los que acostumbran a adocenar y adoctrinar desde los medios.
    Esperemos que este recién nacido nos ayude a que no nos suceda nada en los idus de marzo.

    Un fuerte abrazo, Isabel.

    ResponderEliminar
  12. ¿Qué tal, Enrique? Amo a Voltaire, Savater me defraudó.
    Un fuerte abrazo.

    ResponderEliminar
  13. ¡Cuánto me alegra tu visita, Ramón!
    A pesar de ello, siento que me guste más lo que has seleccionado. Es un pensamiento genial.
    El conformismo es la sinrazón de quienes viven sin leer.

    Un fuerte abrazo, Ramón.

    ResponderEliminar
  14. Yo creo que, si se prohibiera la lectura, habría más lectores, pero no se trata de cantidad sino de “cuestionar” como bien dices, Isabel. Sea recíproco el abrazo volteriano.

    ResponderEliminar
  15. Me pasa lo mismo, ML, que con la mayoría de los Párrocos de mi vida, prefiero creer en lo que dicen mas que en lo que hacen. Savater es y fue, como uno de mis Párrocos.

    ResponderEliminar