CONVERSACIONES
CON MI HIJA LAURA XV
Antonio Campillo Ruiz
Hace
pocos días me comentaba Laura que mientras el lector crea sus personajes y posee un
mundo de fantasía que nace de la lectura, el cambio de formato de una novela u obra
escrita a un medio audiovisual limita la capacidad imaginativa del espectador. Bien, esto puede suceder
si la obra cinematográfica coincide exactamente con un guión que, basado en la
obra escrita, se limita a presentar unos personajes, seleccionados por el
director del filme y nos los muestra únicamente en un cambio de formato, como
exponía Laura. Algunas obras cinematográficas pueden ser tan coincidentes con
descripciones o aspectos generales de la obra escrita que puede dar motivo a
expresiones como: “…me gusta más la novela…” , o, “…me gusta más la película…”
Estas
expresiones son motivo de una obra fallida en ambos casos. Si, además, guionista
y director coinciden en el trabajo, puede suceder que cuide con poco esmero su
propia interpretación argumental, siendo, que su labor como director nunca debe
ajustarse a mostrar lo ya conocido sino a potenciar en el espectador un mundo
novedoso que sugiera motivaciones subjetivas propias del mismo. Es decir, debe
procurar en todo momento que los aspectos emotivos se potencien y de esta forma
crear, mediante el lenguaje cinematográfico una innovación fílmica muy
diferente del imaginado lenguaje escrito. Es lógico que se tengan en cuenta
estos aspectos, dado que en la película se nos muestra todo, desde personajes a
casi inaudibles sonidos del entorno. El espectador, para imaginar, para soñar
con verosimilitud la historia que le narran en la pantalla, debe tener en
cuenta más aspectos que los meramente argumentales. No de otra forma se
conseguiría una simbiosis entre autor y receptor. Entre ambos construyen los aspectos
fundamentales de la película.

Edgar G. Ulmer, decorador de sets de
F.W.
Murnau, aprendió de este el mundo que el genial realizador alemán creó,
realizando como director algunas películas excelentes aunque, en general, su
obra es irregular.

Es importante visionar la película a plena
pantalla.
Una gran sugerencia para esta tarde gris.
ResponderEliminarAbrazos, Antonio.
Me encantará verla.
ResponderEliminarSiempre es agradable recordar este cine, con unos inolvidables intérpretes.
Muchas gracias por compartirla.
Un fuerte abrazo.
Amigo Antonio ya tenemos peli para la tarde del domingo, esta tuya, veo que el panfleto es en color en cambio la peli es en negro, cosa que me gustaría saber hasta que punto impacta menos en el espectador, porque el espectador tiende a imaginárselo todo a su manera, incluido el color,no? me imagino que ese "negro duro" al que haces referencia está mas ligado al drama
ResponderEliminarUn abrazo tocayo
Otra película, maestro Campillo, para el saco de mis viejas emociones. No obstante hay algo que tienes razón, aunque no lo hayas escrito: ... si lees una novela ... no veas la película, imaginarla, siempre, fue mejor.
ResponderEliminarPinta muy bien, has hecho una fantástica introducción y dan muchas ganas de verla, así que la dejo en pendiente para cuando saque ese rato.
ResponderEliminarFantásticas tus conversaciones con Laura... ¡Un abrazo enorme, mi siempre sorprendente amigo!
En la vieja diatriba entre el poder de la pluma y el poder de la imagen, siempre acabo quedándome con los libros. Y me explico: en un libro el lector puede crear la imagen de sus persoanjes y la escena a su gusto y cada uno de ellos, a pesar de las directrices que le ofrece el escritor, lo hará a su manera, sin coincidir en una imagen cien por cien exacta ni a la de otro lector ni a la de su creador. En una película todo se da hecho: personajes, escenas, ritmo. Y tiene la particularidad de que, si como es el caso se basa en una novela, el espactador-lector nunca estará conforme con el resultado obtenido porque es casi imposible que los fotogramas coincidan con el modo en que lo imaginó.
ResponderEliminarUn saludo
Hace tiempo que no voy al cine, pero intentaré ver la pelicula de la que nos informas tan bien.
ResponderEliminarUn abrazo.
Echaba de menos tus peliculas del pasado. Ya tengo tarde de cine. Gracias.
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