sábado, 6 de febrero de 2010

EDILES Y DEBERES.



EDILES Y DEBERES.

Antonio Campillo Ruiz, “El Bamboso”

UN EDIL.

Me encontraba el pasado día dos de febrero, festividad de La Candelaria, en la murcianísima Plaza de Santa Eulalia, porque soy un entusiasta de las tradiciones aunque sean de origen pagano cuando observé algo poco común: una dotación de siete policías locales ¡Qué raro! ¿Ocurría algún evento anormal? A la salida de los fieles del templo, varios “guardianes de San Esteban” (se autodenominan así los ciudadanos que se turnan para evitar el pillaje de los restos arqueológicos) se dirigieron hacia el alcalde que, en un arrebato de populismo, asistió a la misa mayor. Entendí el despliegue policial: había tres “guardianes” tratando de entregar, en mano, al alcalde sus reivindicaciones y siete agentes de la policía local para impedirlo. Inmediatamente “realicé una operación matemática”, descifré la proporción y el gasto generado para que no se pudiese entregar un papel. Un folio. Perfecto. Francamente perfecto. Es un gasto imprescindible y esencial: siete agentes de servicio para frenar a tres incómodos vecinos.  

La simpatía arrolladora de este mandatario y su gran don para intercambiar opiniones con “sus súbditos”, así como la dedicación de agentes pagados con nuestros impuestos me cautivaron. Fue una proeza la asistencia del alcalde al acto y un enfado como ciudadano ante su altivez, incomprensión y falta de diálogo.

LOS DEBERES… Y VARIOS EDILES.

No, Sr. Presidente de nuestra querida Comunidad, no los hace. Iluso de mí, creía que iba usted a dar un ejemplo a la denominada “clase política de su partido” y me ha desilusionado. Bueno, esto no es extraño ¡Somos tantas las personas desilusionadas de su gobierno durante los años que usted lo ocupa!

Vamos a ver, ¿no habíamos quedado en que su opinión profesional ayudaría a resolver un problema que, aunque puntual, es de vital importancia para el arte y la cultura en Murcia? ¡Ah!, ¿que usted solo lo dijo para constatar su supuesta competencia profesional? Entonces está claro. Ya entiendo que no realice un trabajo importante, eficaz y profesional relacionado con sus estudios. Es más fácil, por ejemplo, criticar furibundamente al Gobierno de la nación en un lugar inadecuado para ello y con inequívoca intención electoralista.

Si, Sr. Presidente, me estoy refiriendo al día que se desplazó a Caravaca para ganar el jubileo (por supuesto con fotógrafos y cámaras) cuando este acto debería formar parte de su intimidad personal, con el respeto que le debe merecer su significado siendo, como creo que es, creyente católico. Y como tal dijo, entre otras cosas: "…constituya la etapa más provechosa en el firme caminar por el sendero de la fe, haciendo crecer el espíritu de la solidaridad y acercándonos a quienes padecen el dolor y la pobreza". Como nombró usted la fe, añadiré las que creo que faltan para los trabajadores honrados y en paro, del que es usted responsable: la esperanza y la caridad. Así se completan las tres virtudes teologales de un buen gobierno mundano.

El alcalde de nuestra casi ya ciudad, también “ha ganado” el jubileo conjuntamente con los ediles de su partido (los interesados pueden visionar la fotografía nº 35 de la edición digital de La Opinión en la noticia “Los alcaldes del PP ganan el jubileo”). Tuvo que ser un día de intenso recogimiento e incluso de ideas teologales contra el paro y los problemas más acuciantes de nuestra pequeña ciudad. 

No seré yo quien menosprecie jamás cualquier tipo de pensamiento o creencia particular, pero, Sr. Presidente, ¿no cree que es inadecuado el lugar y las referencias?, ¿no cree que sigue oyendo a las dos “amistades peligrosas” más oscuras y dañinas para este País? ¿Sabía usted los siguientes datos?: en la Región, de los 126.313 parados, 68.743 son hombres y 57.570 mujeres, y 16.893 son menores de 25 años. Además, el número de contratos se elevó en enero a 34.107, de los que 3.059 fueron indefinidos, 71 menos que el mes anterior, y 31.048 temporales, 4.174 menos que en diciembre. Reitero y me repito por su importancia, ¿saben muchos trabajadores que la culpa de este paro es de su gobierno ya que tiene transferidas las competencias para tratar estos problemas? ¿Se es consciente de este dato antes de criticar al Gobierno de la nación? ¿No cree usted que este problema es más importante que la crítica fácil a quien, por los motivos que usted adujo, no la merece? ¿Ha contabilizado usted la magnitud de la economía sumergida que existe en la Región de Murcia? Si no lo ha hecho, ¿cuándo y a qué espera para hacerlo?

Estoy aguardando impaciente, desde hace unas semanas, “las ideas” que vergonzosamente solicitó a los ciudadanos para llevar a la Región hasta el año dos mil veinte. Y digo vergonzosamente porque ¿qué hacen los consejeros, directores generales, asesores y el resto de acólitos que pululan sin cesar por todas las Consejerías? ¿Qué pretendía usted con tal solicitud? ¿Allanar el trabajo a quien no sabe hacerlo o facilitar la llamada gobernabilidad? Mire, Sr Presidente, si no es capaz de gobernar, ni usted ni su partido, correctamente, con trabajo eficaz, ideas y renovación continuas una comunidad uniprovincial, ¿cómo quiere que me crea que ese partido va a poder gobernar con eficacia nuestro país (de todos, no de ustedes), España?

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