sábado, 23 de julio de 2011

POESÍA ANDALUSÍ V

PASIÓN

María Luisa Arnaiz Sánchez

Rodríguez-Acosta

HAFSA BINT AL-HAYY AR-RAKUNIYYA DE GRANADA
SIGLO XII

   Es la más importante de las poetas de al-Ándalus. La mayor parte de sus poemas los dedicó a Abu Ya’far ibn Said, poeta de Alcalá la Real, con quien vivió un apasionado idilio.

Preguntad al palpitante relámpago en noche serena,
si me ha hecho recordar mis amores a medianoche,
pues ha vuelto a hacer palpitar mi corazón
y me ha dado la lluvia que cae por mis mejillas.

                                        A Abu Ya’far

Siento celos de mis ojos y de mí misma,
de ti, de tu tiempo;
aunque te encerrase en mis ojos hasta el día del juicio,
no estaría satisfecha.

                                       A Abu Ya’far

¿Vienes tú a mí o voy yo a tu lado?,
mi corazón se inclina a lo que tú deseas;
mis labios son aguada dulce y transparente
y mis bucles ramas que dan sombra;
espero que estés sediento y ardiente
cuando llegue junto a mí la hora de la siesta.
Contéstame rápidamente
pues no está bien que rechaces a Butayna, oh Yamil.

*(La pareja de amantes Butayna y Yamil es famosa en Oriente.)

Hafsa y Abu Ya’far se encontraron en un jardín de Granada. Al despedirse, él compuso un poema bajo el tópico de que el jardín se alegraba con su amor y ella le replicó:

¡Por tu vida!, el jardín no se alegraba con nuestro amor,
antes bien parecía lleno de celos y envidia;
el río no batía palmas alborozado por nuestra presencia
y la tórtola no gritaba sino sus penas;
y no creo que el cielo mostrase sus estrellas
si no era para espiarnos.

HAMDA BANAT ZIYAD DE GUADIX
SIGLO XII

   Es posible que se educara en un entorno refinado a pesar de no ser noble. Pertenece a la etapa preciosista andalusí e imita el punto de vista masculino para cantar a otras mujeres.

Poema que compuso Hamda cuando fue al río con una joven y, cuando esta se desnudó completamente, dijo:

Las lágrimas revelan mis secretos en un río
en el que hay muchos signos de belleza:
es un río que rodea jardines,
y jardines que bordean al río;
entre las gacelas hay una humana
que posee mi alma y tiene mi corazón;
cuando entorna los ojos por alguna razón,
esa razón me impide dormir;
cuando suelta sus bucles sobre el rostro,
parece la luna en las tinieblas de la noche;
es como si a la aurora se le hubiera muerto un hermano
y de tristeza se hubiera vestido de luto.

4 comentarios:

  1. Me gustan mucho las imágenes que compartes.

    Y en este caso me parecen unos poemas muy sensuales, cálidos, envueltos en amor porque es el que hace latir y acariciar el alma.

    Besos.

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  2. Si la pasión surge, el arrobamiento es delicioso.

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  3. Estos poemas amorosos son muy sugestivos. Y me encanta el giro que da al poema del jardín al señalar que el universo estaba envidioso... Un abrazo, mª Luisa.

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  4. Qué invención la de esos jardines donde se da el amor, ¿no te parece? Y siempre con la imprescindible agua. ¡Qué acaloro!

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