miércoles, 14 de diciembre de 2011

PARA BELLUM V

USOS DE FOTOGRAFÍAS

Antonio Campillo Ruiz

Autorretrato como soldado, Ernst Ludwig Kirchner, 1915

   El tormento fue un tema clásico para los pintores durante muchos  siglos. Estos, en su mayoría al servicio de la Iglesia católica y en menor grado al de particulares y gremios, que contribuían con sus donaciones al enriquecimiento de la misma, trasladaron a sus telas en numerosos casos los suplicios de personajes reales o imaginarios con un fin ejemplarizador. Los sufrimientos de los civiles a manos del ejército triunfador fue el tema adoptado por Jacques Callot en 1633 en una serie de dieciocho grabados titulada Les misères et les malheurs de la guerre; después vendría Goya con Los desastres de la guerra. Tanto el ojo del pintor como el del fotógrafo seleccionan la realidad y, si no es lo suficientemente dramática, pocos son los que evitan la composición artificiosa para conmover. La primera película rodada con la finalidad de convencer se efectuó en 1898 en Cuba durante el conflicto entre EEUU y España y mostró una carga del coronel Theodore Roosvelt y los Rough Riders. Los operadores de Vitagraph escenificaron la carga de los norteamericanos después de la Batalla de San Juan porque la que habían rodado en directo no había sido bastante trágica.

Les misères et les malheurs de la guerre, Jacques Callot

Les misères et les malheurs de la guerre, Jacques Callot

Los desastres de la guerra, Goya, 1810-1815

Los desastres de la guerra, Goya, 1810-1815

El martirio, foto tomada de "El País" 

El horror, foto tomada "gruponeva"





4 comentarios:

  1. Aunque no te falta razón en lo que dices, Antonio, que fotógrafos, pintores y directores de cine ahondan en el mayor dramatismo de las guerras, creo que ningún cuadro, ninguna fotografía ni ninguna película, podrá mostrar todo el horror que conlleva una Guerra con mayúsculas (y posguerra, que no es más amable que la guerra).
    La última fotografía que incluyes, la de "gruponeva" es el ejemplo de un segundo de ese horror. Terrible no el hecho en sí que se traen entre manos, sino las caras de satisfacción y divertimento de los involucrados. Durísima.

    Excelente documento, Antonio.
    Un fuerte abrazo.

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  2. Es cierto, Marisa, que guerra y banquete de vencedores no han sido expresados con el horror que han supuesto en el momento de producirse. Se han sugerido críticas, se ha mentido, se ha censurado. Pero la oportunidad de un momento no representa todas las barbaridades de una guerra.
    Ahondar en el dramatismo de la guerra creo que no es posible porque se tendría que pintar, fotografiar o rodar, los sentimientos. La inmaterialidad no posee imágenes.
    Se puede sugerir lo sentido, como en el caso de la fotografía a que te refieres, pero nunca sabremos si ha sido una puesta en escena, si les han obligado o si lo hicieron por divertimento y con intención de provocar un sufrimiento extremo.

    <un fuerte abrazo, Marisa.

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  3. Imortalizar as barbáries também faz parte da história.
    Um grande bj querido amigo.
    Desculpa minha ausência, mas fim de ano é muito corrido.Obrigada por tua constância em minha casa. Teus comentários muito me agradam, envaidecem e me fazem refletir várias outros enfoques possíveis de mesu textos.
    Mais um bj

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  4. Nunca estás ausente, Gisa. Sé que estás paseando por entre las palabras.
    Cuando se cruza un año nuevo no tenemos más remedio que escondernos un poco: ¡sólo sucede una vez al año!
    Inmortalizar la barbarie puede conducir a su total conocimiento. Creo que forma parte de la historia escamoteada, entre otros muchos sucesos. Estos horrores son tan peculiares que los diferencian de los cuentacuentos que redactan la historia a conveniencia. Es el aspecto depredador del animal llamado genéricamente hombre.
    Encantado de leerte siempre. Te agradezco tu comentario.

    Un fuerte abrazo, Gisa.

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