lunes, 14 de mayo de 2012

GOYA: CAPRICHOS XIII Y XIV

ESTÁN CALIENTES

María Luisa Arnaiz Sánchez

Están calientes, Goya. Capricho nº 13

1.    Los frailes estúpidos se atracan, allá a sus horas, en los refectorios, riéndose del mundo; ¡qué han de hacer sino estar alientes!
2.    Tal prisa tienen de engullir que se las tragan hirviendo. Hasta en el uso de los placeres son necesarias la templanza y la moderación.

   Los comentarios parecen de tono anticlerical, pero es posible que solo sean costumbristas. Los comensales, representados con brutal fisonomía, tragan la pitanza sin esperar a que se enfríe mientras el fraile gordo se ríe de sus gestos. Recuerdo que críticas a la Iglesia católica sobre la gula aparecían, por ejemplo, en “El lazarillo. “Cinco blancas de carne era su ordinario para comer y cenar…y dábame todos los huesos roídos…diciendo: Toma, come, triunfa, que para ti es el mundo. Mejor vida tienes que el Papa” decía a Lázaro el avaro e hipócrita clérigo de Maqueda.

¡Qué sacrificio!, Goya. Capricho nº 14

1.    ¡Cómo ha de ser! El novio no es de los más apetecibles pero es rico y, a costa de la libertad de una niña infeliz, compra a veces su socorro una familia hambrienta. Así va el mundo.
2.     ¡Cómo ha de ser! El novio no es de los más apetecibles pero es rico y, a costa de la libertad de una niña infeliz, se compra el socorro de una familia hambrienta. Así va el mundo.

   El tema de los casamientos desiguales es tocado en más de una ocasión por Goya. En este aguafuerte el pintor traza una caricatura del novio, un tarado físico repugnante que contrasta con la belleza de la resignada jovencita. La expresión libidinosa del rico deforme sirve de contrapunto a la de la afligida madre que, avergonzada, se tapa los ojos.


PUBLICACIÓN PROGRAMADA.

5 comentarios:



  1. Es toda una motivación pasar a saludarte aunque no nos veamos. Solamente se encuentran y dialogan fluidamente los textos de nuestros sentimientos.

    Lo que nos une día a día sin tener en cuenta el tiempo ni la distancia que nos puedan separar, sin causarnos alejamiento alguno. Siendo una inmensa satisfacción saber que tú estas ahí y que escuchas el susurro de las palabras haciendo que sea aun más bello y poético el aliento de nuestra amistad.

    Un beso hecho suspiro

    Y un abrazo hecho zafiro

    Con mi afecto para ti

    María del Carmen


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  2. A los españoles nos ha salido un novio así de libidinoso en sus aspiraciones a vaciarnos los bolsillos y la dignidad como ese viejo jorobado que grabó Goya. No sé si hay madre que se tape los ojos. Así va el mundo... Besos.

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