Antonio
Campillo Ruiz
“Un grupo de gente que tira en la misma
dirección”, esta es una de las posible definiciones de The Corporation, más comúnmente denominada Empresa Multinacional. Los artificiales negocios, con intereses en
diferentes secciones, de unos recursos potenciados por quienes pueden
adquirirlos y dilapidarlos están basados, con demasiada frecuencia, en la extracción
e incluso robo a sus legales propietarios, de reservas de productos
aparentemente innecesarias para ellos. Esta forma de actuación completa la
definición inicial de esas iniciativas que operan gracias a las transacciones
comerciales que, en la actualidad, sostienen a la sociedad occidental.
Esta desconocida estructura,
poseedora de múltiples cabezas, unas sonrientes y otras que arrojan fuego
destructor, es siempre jerárquica pero existen en ella muchos componentes que
no realizan trabajo alguno, son grandes y se alimentan bien, son como los
zánganos de una colmena de obreras trabajadoras y jamás elevadas de categoría. Favorecidas
por el nacimiento de la potente y trasformadora revolución industrial y tras un
estado de shock, la guerra civil norteamericana, se originó una nueva forma de obtener
beneficios mediante la explotación/compra/fabricación/venta sin establecimientos.
La empresa multinacional poseía dos elementos esenciales en su origen: personas
con un mismo objetivo final, obtener beneficios y un inmenso establecimiento,
el mundo.
Los primeros
obtenían mediante dividendos, permutas o comisiones, cantidades de dinero en
función de su participación en la empresa que ocupaba, invadía y se adueñaba,
de recursos y necesidades fundamentales para el resto de personas. A la vez, cada una de ellas estaba día a día más
sometida a las exigencias que, de forma continua, se les ofrecía como
imprescindibles. Había nacido la revolución de la revolución industrial
moderna.
NOTA: A pesar del metraje del documento audiovisual
que se adjunta, se recomienda que se visione en su totalidad.
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Me lo estoy descargando desde la Huerta y eso tiene tela, amigo. 02:45 H es para verlo en el sofá.
ResponderEliminarPor cierto, el cuadro de BCG es preocupante.
Siento, Enrique, el metraje del documental. En cualquier caso, interesante.
ResponderEliminarEl quesito de BCS es muy preocupante, de acuerdo.
No acentos, no mails, no seguro nada en estas redes "prestadas", hasta llegar a Espagna.
Un fuerte abrazo, Enrique.