NEBULOSAS
Antonio
Campillo Ruiz
The Horsehead Nebula
© Nigel Sharp (NOAO), KPNO, AURA, NSF
Conocida como Barnard 33, la Nebulosa Cabeza de Caballo en la Constelacnce ión de Orión, es parte de una gran nube negra
molecular. Su descubrimiento, a finales de 1800 supuso un avance en el estudio
de la luz roja que se origina detrás de la nebulosa por hidrógeno ionizado
perteneciente a la estrella más cercana, Orionis
Sigma. En general, la definición más concreta de nebulosa considera que es una
materia cósmica celeste, luminosa, compuesta de polvo y gas,
que ofrece diversas formas, en general de contorno impreciso. Sin embargo
debería añadirse que están compuestas por hidrógeno, helio y elementos químicos
pesados en forma de polvo cósmico. De ahí, su importancia crucial por ser el lugar
del cosmos en donde nacen las estrellas jóvenes por fenómenos de condensación y
agregación o donde mueren, porque su materia puede pertenecer a restos de estrellas extinguidas. La Nebulosa Cabeza de Caballo
que vemos en este momento es la que existió hace 1.500 años ya que su luz
tarda estos años en llegar a nosotros.
Filamentos
trenzados y serpentinas de gas resplandeciente sugieren el popular nombre de Nebulosa Medusa a esta enorme masa, conocida
también por Abell 21, de
más de 4 años luz de diámetro. Se encuentra a unos 1.500 años luz de distancia
de la constelación de Géminis y, como su homónima mitológica, se asocia a una
transformación dramática. Esta nebulosa pertenece a la fase final de evolución
de gigantes rojas que, en su proceso de destrucción, emitieron la luz
ultravioleta de la nebulosa.
NGC 7293: The Helix Nebula
En la constelación
de Acuario,
a sólo 700 años luz de la Tierra (unos 6.623 billones de kilómetros), una
estrella, muy similar al Sol, murió hace miles de años. Nosotros percibimos en
este momento la fase final que se produjo: la Nebulosa de la Helice, también llamada NGC 7293. Esta fotografía ha sido tomada por
medio de 58 horas de exposición para poder visionar la fase profunda de la
nebulosa. Los datos de este estudio indican que el tiempo de vida de la fase
más brillante, se encuentra en torno a los 3 años luz (unos 950 años). Esta
nebulosa puede observarse con facilidad y su geometría es asombrosamente
compleja.
The Red Spider Planetary Nebula
© Carlos Milovic, Hubble Legacy Archive, NASA
© Carlos Milovic, Hubble Legacy Archive, NASA
Cuando una estrella
normal expulsa sus gases exteriores se convierte en una enana blanca. La
preciosa estructura enmarañada y entretejida de la Nebulosa Planetaria Araña Roja, también denominada NGC 6537, se
encuentra formada por dos lóbulos simétricos, uno de los cuales contiene una de
las enanas blancas más calientes jamás observadas. En las estrellas centrales
se han medido vientos de más de 1.000 kilómetros por segundo. Se encuentra en
la constelación de Sagitario y su distancia a la tierra es de unos 4000 años luz
(para su comprensión no numérica, esta distancia es la que tendríamos que
recorrer a 300.000 kilómetros por segundo durante 4000 años para llegar a la
nebulosa).
Music Credit: Our Story
Un solo minuto. Un
minuto para explicar el Big Bang y la formación de un
planeta y su satélite que se condensaron y agregaron, posiblemente, como resultado de una de
estas nubes cósmicas. Como no conocemos otro lugar tan minuciosa y profundamente
como nuestra Tierra, vamos a observar con atención su evolución, a lo largo de
millones de años, desde su estructura y estabilización hasta la evolución química. Los
treinta y siete segundos de exceso del minuto, empiezan exactamente con la
aparición de los primates y, sin acabar, se describe la evolución de una sociedad
cada día más compleja y problemática.
Es importante visionar
el cortometraje a plena pantalla
Mira que son bonitas las nebulosas!
ResponderEliminarGran trabajo el tuyo con tus siempre didácticas entradas en las que da gusto aprender.
Un fuerte abrazo, querido Antonio.
El Cosmos, Ohma, encierra tanta belleza que es indescriptible. Por otro lado, sólo podemos apreciar parte de aquellos documentos que nos facilitan los astrónomos, que son bellos pero no son los únicos que existen. Me alegro de que te hayan gustados estas preciosas nebulosas.
EliminarUn fuerte abrazo, querida Ohma.
Al lado de esta inmensidad de infinito, nuestros problemas cotidianos, nuestras preocupaciones desaparecen. Que importancia podemos tener en ese contexto. Y nos preocupa si nos pica un mosquito, es de risa.
ResponderEliminarEl vídeo de la historia humana es precioso.
La inmensidad del Universo escapa a nuestro entendimiento, como dices, Marcos. Vivimos en un punto infinitesimal de un infinito que todavía no se ha demostrado que sea finito. La mente humana no puede entender las paradojas que presenta el Cosmos.
EliminarLa cuestión es que tenemos que convivir con pequeños, y a veces absurdos, hechos que nos preocupan y son particularmente mínimos. Es una cuestión de relatividad. En función de nuestro tamaño y consecuencias de los sucesos acaecidos así nos comportamos porque, comparativamente, somos insignificantes con respecto al Todo.
Un gran abrazo, amigo Marcos.
Antnio, que preciosidad de entrada, de imágenes y ¡el vídeo espectacular! Hace unos años salí impresionadísma del Rose Center al tener la oportunidad de "llegar" al Big Bang. Después, en otra sala, experimentar en menor medida de espectacularidad la visión de un universo que deja de expandirse y comienza la implosión.
ResponderEliminarMe encanta la Araña Roja y la cabeza de caballo ¡cuánta belleza! y tu siempre al pie del cañón para mostrarlas.
Un abrazo grande y buen finde
Me agrada enormemente que seas una “forofa” del Cosmos, Pilar. Es muy importante tu visita al Rose Center en donde la Tierra y el Cosmos poseen una representación espectacular. Además de poder pasear por Central Park y la calle 79 se puede admirar el Museo de Historia Natural, un verdadero museo. También en Futuroscope, en Poitiers, diferente en su concepción, existe una sala en la que, por medio de proyección polarizada tridimensional, se genera la ilusión de la cercanía en la formación del sistema solar.
EliminarLa Araña es una preciosidad.
Un fuerte abrazo, querida Pilar.
Eres increíble y admirable, amigo Antonio. Esta bloguería y, especialmente, el vídeo, debiera proyectarse en las escuelas. Feliz domingo, amigo.
ResponderEliminar¡Prometido, Enrique! El día que recoja el guante de tus caricias, sin gayrías, ¿eh?, me voy a contratar de besucón colorado.
EliminarEstamos de acuerdo, querido amigo, existen tantas posibilidades con las nuevas tecnologías de aportar un conocimiento útil y bello que parece mentira que los alumnos no visionen estas pequeñas maravillas. Se lo diremos al gallego iluminado y sobre todo a su primo que…, como es químico lo sabe todo…
Un gran abrazo, amigo Enrique.
Hola, Sr. Ruiz, todos los buenos pensamientos. Espero cada vez, sus artículos. He dicho y otras ocasiones, están bien documentado y bien escrito. Tienen una historia detrás, ciencia, belleza, objetividad y seriedad. Una delicia. Su trabajo es maravilloso. Con respeto.
ResponderEliminarAmigo Cristian, no sabes cuánto me alegro de que personas con tu sensibilidad aprecien estas pequeñas locuras de los científicos que nos enseñan la belleza del Cosmos. A veces pienso que puede ser demasiado complicado para quienes desean leer y entretenerse con la belleza que generamos los humanos. Después, creo que esta otra belleza, la natural, la que nos ha dado la posibilidad de poder admirarla se merece que la amemos.
EliminarDeseo que te encuentres muy bien con tu familia y pases una semana deliciosa.
Un gran abrazo, amigo Cristian.
Mil gracias por estas maravillosas imagenes antonio. Me fascina este tema. El video es increible, lo que era el mundo y como es ahora. Un abrazo inmenso querido amigo
ResponderEliminarTu fascinación es compartida, Alicia. La realización cinematográfica es, como dices, increíble. Su espectacularidad es tan grande como debió ser el Big Bang y la formación de todo el Cosmos. La desgracia es, Alicia, que en las ciudades seamos incapaces de visionar siquiera la bóveda celeste debido a las luces parásitas que, además, generan contaminación para poder tenerlas encendidas toda la noche. Sólo admirando esta inmensa bóveda, a simple vista, se creería en la inmensidad del Cosmos.
EliminarUn fuerte abrazo, querida Alicia.
¿Sabes que a mí las cosas del espacio me dan escalofríos? Me da por pensar y pensar y acabo concluyendo en pensamientos metafísicos muy raros. Prefiero, al ver tus fotografías, que se trata de obras de Arte salidas de un genio humano.
ResponderEliminarUn saludo
Pues, Carmen, tus sensaciones las poseemos muchas personas. Pensar en el infinito es alejarte de una realidad que es tan simple, tan común, tan previsible, que cuando uno se interna en las zonas inmensas del Cosmos no tiene más remedio que soñar y elucubrar sobre una pregunta fundamental: ¿Qué encontraríamos? ¿Qué puede existir en la nebulosa de la Araña, por ejemplo, si pudiésemos llegar a ella y recorrerla completamente?
EliminarUn fuerte abrazo, querida Carmen.
Aqui se aprende e se maravilha em um minuto!
ResponderEliminarEstupenda entrada e espetacular o vídeo que nos deixa.
Feliz semana.
Beijos, flores e estrelas.
Sí Teca es espectacular y posee todo lo que ha sucedido en miles de millones de años. Los humanos necesitamos tan poco tiempo para maravillarnos que es una pena no realizar más “pequeños minutos” acerca de todo lo que nos parece bello y socialmente útil.
EliminarLa Naturaleza siempre nos enseña cómo hacerlo.
Un fuerte abrazo, querida Teca.
Andar entre nebulosas, así marchamos algunos.
ResponderEliminarAunque no sea de ver tan bello.
Alicia
Pero las nebulosas, Alicia, poseen el polvo cósmico que es capaz de agregarse y formar estrellas. Y uno de esas estrellas tenemos asignada a nosotros y nuestros sentimientos cuando admiramos su belleza y creamos un entorno de paz y felicidad a nuestro alrededor.
EliminarUn fuerte abrazo, querida Alicia.
Buen artículo. Recuerdo cuando salias al patio del Politécnico a contemplar las estrellas.
ResponderEliminarGracias, Ramón. Sí, mi curiosidad y obsesión por hacer antes que memorizar, ver antes que oír y dejar hacer antes que llevar de la mano, sabes que siempre ha sido una pauta importante en mi pequeño rincón. Siempre he preferido tener los pies helados que salir del lugar donde la experiencia podía facilitar la imaginación.
EliminarPues, ¿sabes qué? El telescopio, el telescopio de Félix, nuestro telescopio, está el pobre muy triste porque desde esos días que mencionas no ha disfrutado viendo la belleza de los cráteres lunares ni a Venus…
Es un inmenso placer encontrarte por aquí, Ramón. Como en muchas otras cosas, esta es tu casa.
Un gran abrazo, Ramón.