NINGÚN PUEBLO ES
MEJOR QUE OTRO
Antonio
Campillo Ruiz
Makuxis con vestimentas tradicionales paisharas
© 1996 Fiona Watson/Survival
Los pueblos makuxí, wapixana, ingarikó,
taurepang y patamona viven en una tierra llamada Raposa-Serra do Sol (Tierra
del Zorro y la Montaña del Sol) al norte de Brasil, en la frontera con
Venezuela y Guyana. Es una región espectacularmente bella de montañas, selvas
tropicales, sabana, ríos y cascadas. Ocupa un territorio de cerca de 1,7
millones de hectáreas y es el hogar de entre 18.000 y 20.000 indígenas. Los
indígenas conservan sus lenguajes y costumbres , a pesar de haber mantenido contacto con foráneos desde hace más de
dos siglos. Muchas comunidades dirigen sus propios programas educativos y
sanitarios, y han creado varias organizaciones para defender sus derechos y
ayudarles a desarrollar sus proyectos.
Niños makuxi en Uiramuã, Raposa-Serra do Sol, Brasil
© 1996 Fiona Watson/Survival
Techando con ramas de buriti,
Serra do Sol, Brasil
© 1994 William Milliken/Survival
En respuesta al reconocimiento oficial de
Raposa-Serra do Sol por parte del Gobierno Federal, el gobierno del estado de
Roraima interpuso una demanda ante el Supremo Tribunal Federal de Brasil en la
que solicitaba la reducción de su tamaño. A pesar de ello, los 6 terratenientes
agrícolas y políticos locales sostienen que son un obstáculo para el desarrollo
del estado de Roraima. Finalmente, el 19 de marzo de 2009, en una sentencia histórica,
la mayoría de los jueces del Tribunal Supremo defendió el derecho de los
indígenas a su tierra, y dijeron que había sido demarcada según la constitución
y que su tamaño y límites deben mantenerse. Los jueces también confirmaron la
importancia de que los territorios indígenas se mantengan como áreas continuas
y únicas y expresaron que estos territorios en la frontera de Brasil no suponen
un riesgo para la soberanía nacional. El líder makuxi Jacir José de Souza del
Consejo Indígena de Roraima (CIR) declaró: “La Tierra es nuestra Madre. Estamos
contentos de haberla recuperado y de que el Supremo Tribunal haya defendido a
los pueblos indígenas. Ahora volvemos a
tener el derecho de pescar en nuestros ríos sin miedo a ser disparados por los
pistoleros de los arroceros”, declaró otro líder makuxi.
Makuxi con máscara rittual tradicional paishara
© 1996 Fiona Watson/Survival
A pesar de todo, los ganaderos ocuparon su
tierra en el siglo XX. Establecieron grandes haciendas vigiladas por hombres
armados que sometían a los indígenas a mucha violencia: al menos 20 indígenas
fueron asesinados en los años 80 y 90. Los buscadores furtivos de oro y
diamantes también invadieron su territorio, contaminando los ríos y generando
tensiones con las comunidades. Más recientemente, a pesar de las protestas de
los indígenas, los colonos han establecido varios asentamientos en la zona y
los militares han construido barracones al lado de la comunidad indígena de
Uiramutã.
Es importante visionar el reportaje a plena
pantalla.