miércoles, 30 de marzo de 2011

FATALISMO

EL PÁJARO AZUL

María Luisa Arnaiz Sánchez
Antonio Campillo Ruiz

Adrian Borda

   Maurice Maeterlinck publicó en 1901 “La vida de las abejas”, obra que recuerda la “Teoría de los colores” de Goethe y en la que reflexionó sobre los absurdos esfuerzos del hombre y su empeño en perpetuarse. A este respecto dice que las abejas solo se dejan manipular cuando los apicultores les echan humo porque “creen” que en ese momento se produce un desastre natural. Es decir, justo lo contrario de lo que le ocurre a tantas personas que, ignorando las evidencias científicas y alimentándose de “historias míticas” creadas ad hoc, se dejan arrastrar por clichés diseñados para dirigirlas hacia fines determinados. Constantin Stanislavsky escenificó en el Teatro del Arte de Moscú en 1908 una obra del antedicho escritor belga: “El pájaro azul”. Su éxito fue rotundo.

Sulamith Wulfing

   En el cuento un hada entrega un diamante a dos humildes niños, Tyltyl y Mytyl, para que hagan un viaje espacio-temporal, como se acostumbraba en los viajes alegóricos medievales, en busca del pájaro azul, símbolo de la felicidad. Durante ese viaje iniciático, además de descubrir que lo que buscaban estaba muy cerca y les había pasado desapercibido, el amor de su madre, conocieron las ideas que modelan el universo: la naturaleza, la muerte, la memoria, el pasado, el futuro, el misterio, el placer, etc. El escritor simbolista quiso transmitir su convencimiento acerca de que bastaba cambiar la percepción para llegar al bienestar, a la plenitud. Tiene razón sin duda pero, aun dejándonos llevar por la fantasía, rechazamos la complicidad en las medias verdades, en el silencio interesado, pues la Literatura no es solo imaginación sino un medio para expresar la actividad intelectiva. “The Grand Design” de Stephen Hawking es una prueba.

Marie Laurencin

   “El pájaro azul” se aproxima ya al modernismo y es antisimbolista debido a que contiene un mensaje moral que se pretende cristiano, aunque en verdad habla de una moral clasista al servicio de los valores e intereses que necesitan las clases dominantes para que nada cambie. Así, el bien y el mal son presentados como inevitables fuerzas de la naturaleza que el hombre podría controlar para erigirse en todopoderoso, pero dice LA NOCHEya no comprendo al Hombre…¿A dónde vamos a llegar?...¿Acaso es preciso que lo sepa todo?”. Es decir, se da como una matización que indica que el hombre no se define en relación al medio social sino en relación a un ser numinoso, misterioso, y de ahí a mantener las injusticias y las desigualdades sociales sin crítica alguna solo hay un paso.

Homenaje a Paul Klee, Nancy Almazán

   Ese parece ser el sentido que Maeterlinck dio a su alegoría que ni siquiera disimula el tradicional personaje-símbolo de la luz, ya que encarna la inexorable guía de los humanos como tantas veces se ha visto. El final del cuento prevé con gran fatalismo que, tras un instante de felicidad, se vuelve a la mediocridad porque, pese a que el ave haya salvado a la niña y que el hombre haya evolucionado, el pájaro azul vuelve a escapar. ¿Resignación? Destacamos lo que en nuestra opinión es más interesante en la obra: LA IMAGINACIÓN. Dice el Hada Beryluna: “Son curiosos los hombres. Desde la muerte de las hadas, ya no ven nada y ya no tienen imaginación. Afortunadamente, siempre llevo conmigo todo lo necesario para encender de nuevo los ojos apagados”.

El bello pájaro revelando lo desconocido a una pareja 
Joan Miró

   A tenor de esa desilusión proponemos el siguiente recorrido entre:

1.    SUGESTIÓN. Anatole France en “El libro de mi amigo”, 1885, escribió: “La imaginación, tal como la definimos, no es una facultad humana. El hombre es incapaz de imaginar lo que no ha visto, ni oído, ni sentido, ni probado…Todas las ideas proceden de los sentidos y la imaginación consiste, no en crear, sino en asociar ideas…Los griegos veían centauros, sirenas, arpías, porque habían visto anteriormente hombres, caballos, mujeres, peces y pájaros… Homero, o mejor dicho, el rapsoda desconocido, hace surgir de la espuma del mar una mujer bella “como una nube”. Es Thetis, una diosa. La naturaleza nos dio la mujer, el mar, la nube, y el poeta los asocia. Toda poesía, toda fantasía, proviene de asociaciones felices. No hay en el mundo sobrenatural ni un átomo que no exista en el mundo terrenal”.

Alexia Sinclair

2.    EMPATÍA. Stanislavski, antes de empezar a ensayar “El Pájaro Azul”, explicó a los actores: “Hay tres dificultades principales que tenemos que superar. Primero…debemos expresar lo inexpresable en el escenario; los pensamientos y sensibilidad de Maeterlinck son tan elusivos y sutiles, que sólo pueden ser transmitidos bajo las candilejas si nosotros…penetramos tan profundamente como sea posible en el misticismo del autor y creamos en el escenario una atmósfera…irresistible para el público. Segundo, la sensibilidad del público no está dispuesta para recibir y comprender pensamientos y sentimientos abstractos. Tercero, tenemos que personificar un sueño, un pensamiento, un cuento de hadas…y es más fácil vivir a través de sentimientos definidos e inteligibles, que a través de las sutiles vibraciones del alma de una naturaleza poética”.

Rudolf Nureyev en el ballet "El pájaro azul"

3.    QUÍMICA. Lavoisier dijo en su “Tratado elemental de Química”, 1789: “Pero comprendí mejor al ocuparme de este trabajo, que hasta entonces no había evidenciado los principios establecidos por el abate Condillac en su Lógica…Él estableció que no pensamos más que con el auxilio de las palabras, que las lenguas son verdaderos métodos analíticos, que el álgebra más sencilla, más exacta y más adecuada, en la forma de expresar su objeto, es a la vez una lengua y un método analítico; en fin que el arte de razonar no es más que una lengua bien hecha. Y, en efecto, mientras que sólo creía ocuparme de la nomenclatura, mientras que mi único objeto era perfeccionar la lengua química, el trabajo se transformó insensiblemente en mis manos, y sin poderlo evitar, en un tratado elemental de química”.

Catherine Alexandre

4.    FÁBULA. Rubén Darío comenzó “El pájaro azul”, 1888: “París es teatro divertido y terrible. Entre los concurrentes al café Plombier…ninguno más querido que aquel pobre Garcín, triste casi siempre, buen bebedor de ajenjo, soñador que nunca se emborrachaba, y, como bohemio intachable, bravo improvisador. En el cuartucho destartalado de nuestras alegres reuniones, guardaba el yeso de las paredes…estrofas…de nuestro pájaro azul. El pájaro azul era el pobre Garcín. ¿No sabéis por qué se llamaba así? Nosotros le bautizamos con ese nombre…Camaradas, habéis de saber que tengo un pájaro azul en el cerebro”.

 El suicidio, Édouard Manet

   5. VULNERABILIDAD.  Charles Bukowski compuso:

                              Hay un pájaro azul en mi corazón que
                              quiere salir
                              pero soy duro con él,
                              le digo quédate ahí dentro, no voy
                              a permitir que nadie
                              te vea. […]

                              hay un pájaro azul en mi corazón
                              que quiere salir
                              pero soy demasiado listo, sólo le dejo salir
                              a veces por la noche
                              cuando todo el mundo duerme.
                              Le digo ya sé que estás ahí,
                              no te pongas
                              triste.

                              luego lo vuelvo a introducir,
                              y él canta un poquito
                              ahí dentro, no le he dejado
                              morir del todo
                              y dormimos juntos
                              así
                              con nuestro
                              pacto secreto
                              y es tan tierno como
                              para hacer llorar
                              a un hombre, pero yo no
                              lloro,
                             ¿lloras tú?
 
El niño con la paloma, Picasso, 1901 
 National Gallery






4 comentarios:

  1. Interesante tema, y muy bueno los vídeos;
    Un abrazo

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  2. Delicioso recorrido literario y pictórico por el camino que conduce a Oz, a la felicidad, al pensamiento y a la imaginación.

    Vuestro espléndido análisis me parece muy acertado. El tema de que el hombre solo es capaz de pensar a través de palabras e imaginar a través de conceptos tangibles y experimentados, es una cuestión que ha dado lugar a muchos ríos de tinta. Comparto que la imaginación se base en la asociación de ideas, pero no tengo tan claro que el origen de esas ideas provengan única y exclusivamente del mundo conocido y vivido. Creo que nuestro cerebro es un vasto territorio aún casi virgen e inexplorado a pesar de los grandes avances de la Neurología. Quiero pensar entonces, que hay un vasto dominio ignoto que todavía hay que descubrir.

    En cuanto a la felicidad, creo que Ítaca no es la meta, es la muerte de la vida. Creo que la felicidad solo se puede conjugar con el verbo "estar" no "ser"; se halla en los diferentes momentos de ese camino, de ese trayecto, de ese viaje y encuentro con cíclopes, lestrigones y Calíopes. Nos empeñamos en que se convierta en un estado sedentario mientras que es una emoción nómada que hay que saber encontrarla y disfrutar cuando alternativamente aparece. Gozar de ese trayecto es estar feliz, llegar a Ítaca es aniquilar sueños, ilusiones e imaginación (que, para mí, es la base de la felicidad).

    No quiero abusar de la extensión de este comentario, así que os reitero mi enhorabuena por una entrada de tanta calidad, interés y solidez. Gracias por transmitir tanta cultura y, arte y belleza. Sinceramente, es espléndido el trabajo que realizáis en este blog. Un placer leeros.

    Un abrazo a los dos.

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  3. Mª Luisa y Antonio2 de abril de 2011, 19:47

    Pilar, es muy agradable que te hayan gustado tanto el tema como los vídeos.

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  4. Mª Luisa y Antonio2 de abril de 2011, 19:49

    Marisa, te agradecemos sinceramente que el artículo te dé la posibilidad de imaginar. El hada lleva “todo lo necesario” para activar la imaginación, que ocupa una tarea demasiado pequeña en el cerebro e incluso a veces está desactivada.

    Nos ha sido muy grato tu comentario.

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