USOS DE FOTOGRAFÍAS
Antonio Campillo Ruiz
Día de la victoria en Berlin, G. Melichov
LAS GUERRAS MIENTEN
Ninguna guerra tiene la honestidad de confesar: Yo mato para robar.
Las guerras siempre invocan nobles motivos, matan en nombre de la paz, en nombre de Dios, en nombre de la civilización, en nombre del progreso, en nombre de la democracia y si por las dudas, si tanta mentira no alcanzara, ahí están los grandes medios de comunicación dispuestos a inventar enemigos imaginarios para justificar la conversión del mundo en un gran manicomio y un inmenso matadero.
En Rey Lear, Shakespeare había escrito que en este mundo los locos conducen a los ciegos y cuatro siglos después, los amos del mundo son locos enamorados de la muerte que han convertido al mundo en un lugar donde cada minuto mueren de hambre o de enfermedad curable diez niños y cada minuto se gastan tres millones de dólares, tres millones de dólares por minuto en la industria militar que es una fábrica de muerte.
Las armas exigen guerras y las guerras exigen armas y los cinco países que manejan las naciones unidas, los que tienen derecho de veto en las Naciones Unidas resultan ser también los cinco principales productores de armas.
Uno se pregunta: ¿hasta cuándo?, ¿hasta cuándo la paz del mundo estará en manos de los que hacen el negocio de la guerra?, ¿hasta cuándo seguiremos creyendo que hemos nacido para el exterminio mutuo y que el exterminio mutuo es nuestro destino?, ¿hasta cuándo?
Eduardo Galeano
Antonio nunca terminarà este negocio de las armas, mientras el capital deshonesto estè encaminado a enriquecer a unos cuantos.Pero la implicaciòn llega hasta las altas esfera del poder...es una verguenza.
ResponderEliminarun fuerte abrazo
fus
pd.Feliz Navidad
Jamás le he encontrado una justificación a las guerras, jamás.
ResponderEliminarUn abrazo, querido Antonio.
Has tocado con gran acierto un tema que levanta ampollas para los Gobiernos: la industria armamentística. La hipocresía e intereses que pululan alrededor de ella es vergonzosa y lamentable.
ResponderEliminarMe sumo a tu última interrogación retórica del texto y me vas a permitir que añada otra resumida en una hermosa cita de "El Señor de los Anillos", novela tremendamente bélica, por eso, cuando leí esta frase fue como encontrar un oasis en un desierto:
"¿Puedes devolver la vida? Entonces no te apresures a dispensar la muerte, pues ni el más sabio conoce el fin de todos los caminos".
(Gandalf a Frodo)
Paz y amor, Antonio.
Un fuerte abrazo.
Amigo, Antonio, una vez ya mi vida a la normalidad, voy regresando poco a poco a los blogs.
ResponderEliminarLas guerras no tienen razón de ser, ni arreglan el mundo, además, los más perjudicados siempre son los más débiles.
Un beso.
Antonio,
ResponderEliminarGracias por traer este magnifico escrito de GAleano y ese cuadro maravilloso, que no conocía. Sabes, me ha recordado "El pianista"...
El texto es magnifico por los días a los que estamos abocados, por la insensibilidad de de los gobernantes, y por tantas cosas más...
Mientras que tiramos alimentos por aquí, otros por allí mueren por su falta(la peor guerra) las otras también..
Gracias Antonio, por pasarte por mi ventana, tus comentarios me parecen sinceros y suben mi "ego". Eso nunca viene mal.
Y gracias por colocarme en un sitio tan preferente y lleno de estupenda gente.
Besicos para ti y para Marisa.
P.D.
A veces nos ponemos trascendentes, pero mi ventana sigue siendo "un divertimento"
Más besicos.
Estamos de acuerdo, Fus. Como tú, creo que jamás va a terminar un negocio que cada día es más sofisticado. Incluso, se atreven a decir que produce grandes adelantos técnicos. Son las miserias de los poderosos las que generan muerte y desolación.
ResponderEliminar¡MIS MEJORES DESEOS DE FELICIDAD Y AÑO NUEVO!
Un fuerte abrazo, Fus.
Ni la vas a encontrar,Isabel.
ResponderEliminarEl hombre puede morir todos los días por una idea pero jamás debe matar por ella.
Aunque sé que te horrorizan las imágenes que he seleccionado para esta miniserie, creo que si tuviésemos memoria acabaríamos con los desastres que provoca la guerra. Por ello, ¡hay que recordar hechos inadmisibles! ¡Hay que decirlo!
¡MIS MEJORES DESEOS DE FELICIDAD Y AÑO NUEVO!
Un fuerte abrazo, querida Isabel.
Querida Marisa, todos sabemos que la industria armamentística es inmensa y, a pesar de ello, se admite... ¿porque nunca llega "la crisis" a ellas? Probablemente. La vergüenza alcanza a los poderosos pero salta por encima y sigue su camino.
ResponderEliminarDecía John F. Kennedy, asesinado vilmente, "El hombre ha de fijar un final para la guerra. Si no, la guerra fijará un final para el hombre."
Claro que, años atrás, Voltaire era un entusiasta de los avances de la raza humana: "La civilización no suprime la barbarie, la perfecciona." Y definía perfectamente a los poderosos que provocan la guerra: "Lo maravilloso de la guerra es que cada jefe de asesinos hace bendecir sus banderas e invocar solemnemente a Dios antes de lanzarse a exterminar a su prójimo."
Y esta es la cuestión, querida Marisa, gentes que no se conocen se masacran con sadismo extremo, para que se aprovechen de esta locura otras gentes que, sí son conocidos y socios pero que no se masacran entre ellos.
¡MIS MEJORES DESEOS DE FELICIDAD Y AÑO NUEVO!
Un fuerte abrazo, Marisa.
¡Querida María, no sabes la alegría de encontrarte de vuelta! Esto significa que todo está correctamente.
ResponderEliminarSí, María, la guerra es el sinsentido de hechos provocados por la violencia y el miedo a las ideas de los demás. La poca fe en las ideas propias es la cobarde razón para iniciarla.
Decía Erasmo de Rotterdam: "La paz más desventajosa es mejor que la guerra más justa."
¡MIS MEJORES DESEOS DE FELICIDAD Y AÑO NUEVO!
Un enorme abrazo, María.
Estamos diseñados, como los animales, para luchar por la supervivencia. Si despues de un par de millones de años no hemos logrado que lo supere el sentido etico, mal asunto. No se lo que nos esperará.
ResponderEliminarCierto, Cabopá, tiene una gran similitud con "El pianista". Polanski vivió un 2002 de grandes éxitos mostrando lo que significa vivir una guerra. Un horror para todos los contendientes.
ResponderEliminarA mi también me lo parece. Hasta el punto de elegirlo para acabar la miniserie de recuerdos, a través de imágenes, de la tragedia de la guerra. ¡Ay, si la sensibilidad de los gobernantes removiese su soberbia en días como los venideros...!
Sé que tu ventana está abierta a la amistad y, además, de ella sale un divertimento tan fresco como perfumado. Tu sinceridad es loable, Cabopá. Resueltos los problemas con Blogger (ya sabes), te "localizo" siempre cerca de tu querido mar.
¡MIS MEJORES DESEOS DE FELICIDAD Y AÑO NUEVO!
Un fuerte abrazo, Maricarmen.
Desde luego Mariano, a eso se le suele llamar competitividad, es decir la lucha a muerte por conseguir eliminar al vecino para poder llegar tú el primero. Pero..., parece ser que somos unos animales llamados humanos con una peculiaridad, parece ser que también somos racionales.
ResponderEliminarCreo que no somos ninguna de las dos cosas. Nos faltan alrededor de unos cuatro millones de años de evolución.
¿Evolución? ¿Eso qué es? Pero, ¿no nos crearon perfectos, a imagen y semejanza de quien lo hizo? Claro, pues por eso, porque la evolución no existe, según los bendecidos para ir a las guerras, y cada vez son más sus detractores, el creacionismo tiene como resultado esta chapuza.
¡MIS MEJORES DESEOS DE FELICIDAD Y AÑO NUEVO!
Un enorme abrazo, Mariano.