miércoles, 27 de diciembre de 2017

EL NEGOCIO DEL GENOCIDIO: NAVIDAD

LOS AYOREOS

Antonio Campillo Ruiz

Familia ayoreo-totobiegosodes
© Survival

   Hoy, en mitad de una celebración que debería ser de amor y ayuda entre todos los hombres de buena voluntad, nos encontramos con personas humanas que están sometidas a la barbarie del fundamentalismo interesado, a los poderosos, a los ladrones, a los políticos sin vergüenza, a desalmados, violadores y oportunistas que se amparan en la estructura de una sociedad putrefacta para destruir a sus semejantes con el afán del enriquecimiento y el poder. No debemos consentirlo. Hagamos que la sociedad actual sea verdaderamente la unión de seres humanos que se ayudan y colaboran en el bienestar común. Veamos un ejemplo sangrante de la irracionalidad humana avanzada.

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   Los indígenas ayoreo-totobiegosodes viven en el Chaco, una enorme extensión de monte que se extiende desde Paraguay hasta Bolivia y Argentina. Su territorio ha sido adquirido por especuladores y terratenientes, y está siendo talado con rapidez. Hay varios subgrupos diferentes de ayoreos. Los más aislados son los totobiegosodes, cuyo nombre significa “gentes del lugar de los cerdos salvajes”. Desde 1969 muchos de ellos han sido expulsados de la selva pero algunos todavía evitan cualquier contacto con foráneos. Su primer contacto duradero con los blancos tuvo lugar durante los años 40 y 50, cuando los granjeros menonitas establecieron colonias en sus tierras. Los ayoreos se resistieron a esta invasión, y hubo muertes en ambos bandos. En 1979 y 1986 el grupo fundamentalista estadounidense “Misión Nuevas Tribus” (MNT), ayudó a organizar “cacerías humanas” en las que por la fuerza se sacó del bosque a un gran número de totobiegosodes. Muchos ayoreos murieron en estos encuentros y otros sucumbieron más tarde a causa de enfermedades. Otros grupos de totobiegosodes salieron del bosque en 1998 y 2004, ya que las invasiones continuas en su tierra les hacían abandonar constantemente sus hogares y vivir en condiciones muy duras. Un número desconocido lleva todavía una vida nómada en la selva.

Miembros del grupo ayoreo-totobiegosode en 
Paraguay el día de su primer contacto en 2004.
© Survival

   Un reportaje especial desde el Chaco paraguayo. Indígenas ayoreo recientemente contactados están preocupados por el futuro de sus familiares no contactados. La mayor amenaza actual a la que se enfrentan los totobiegosodes viene encarnada por la firma brasileña Yaguareté Porã, que posee 78.000 hectáreas en el corazón de su territorio. Muy cerca de allí han sido avistados indígenas ayoreos aislados recientemente. Yaguareté planea talar la mayor parte de esta zona para crear pastos de ganado, lo que sin duda tendrá consecuencias devastadoras para estos indígenas y para su capacidad de poder seguir viviendo allí.

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   En 2013 un informe de la Universidad de Maryland (EE.UU.) reveló que el Chaco paraguayo tiene la tasa más rápida de deforestación en el mundo. Las tierras habitadas por los ayoreos son algunas de las últimas zonas boscosas que quedan en pie en la región del Chaco, un gran testimonio de las habilidades conservacionistas de la tribu. Sin embargo, la presión para alterar el bosque es inmensa. En la actualidad, casi toda la tierra de los ayoreos está en manos de terratenientes que contratan a equipos de trabajadores para talar el bosque de madera valiosa y así poder introducir ganado. Muchos de estos terratenientes son menonitas, pero la mayor parte de la tierra de los ayoreos ha sido comprada por paraguayos ricos y, especialmente, por empresas ganaderas brasileñas.

Una casa abandonada en el Chaco paraguayo 
perteneciente a indígenas aislados ayoreo-totobiegosodes.
© Survival

   Los indígenas piden la titularidad territorial sólo sobre una porción de su territorio. Sin su bosque no pueden alimentarse ni subsistir, y están muy preocupados por sus familiares no contactados que aún viven allí. En virtud de la legislación paraguaya, el área reclamada debería haber quedado bajo titularidad indígena hace años, ya que tanto ésta, como la Constitución del país, reconocen el derecho de los indígenas a la titularidad sobre sus tierras tradicionales. Pero los poderosos terratenientes han bloqueado la legislación en repetidas ocasiones y ya han excavado ilegalmente parte del bosque.

Jóvenes ayoreo-totobiegosodes
© Survival

   “Debemos proteger el bosque que todavía tenemos”. Mientras las topadoras y los terratenientes ganaderos invaden cada vez más su territorio, los ayoreos de Paraguay están preocupados por la seguridad de sus parientes no contactados. En el corazón del territorio indígena, la firma ganadera Yaguareté Porã ya ha talado una extensa área boscosa que es el hogar de los ayoreos no contactados. En 1994 el conductor de una excavadora que estaba removiendo tierras en la selva fue atacado en la oscuridad de la noche. Estaba destruyendo los huertos y los campos de caza de un grupo de familias ayoreo-totobiegosodes. Uno de los indígenas, Esol, se vio obligado a salir de la selva en 2004.  En respuesta a la indignación desatada por este hecho, la empresa anunció un plan de crear una “reserva natural” en su territorio, pero lo que en realidad intenta es destruir unos dos tercios del bosque de la zona. Con la tala de esta enorme área boscosa, los indígenas totobiegosode aislados no tendrán lugar donde esconderse. Sus familiares ya asentados intentan protegerlos desesperadamente.

Chamán ayoreo-totobiegosodes
© Survival

    Los totobiegosodes viven en pequeñas comunidades. Cultivan calabazas, habas y melones en la tierra arenosa y cazan en el bosque. Las grandes tortugas, los cerdos salvajes y la abundante miel silvestre son comidas muy preciadas por los totobiegosode. Cuatro o cinco familias viven juntas en una casa comunal en el bosque. Un pilar central de madera da soporte a una estructura abovedada formada por ramas más pequeñas, y coronada por barro seco. Cada familia dispone de un fuego propio en el exterior. Sólo duermen dentro cuando llueve. El ritual ayoreo más importante recibe su nombre de asojna, el chotacabras. El primer canto de este ave anunciaba la llegada de la estación lluviosa y un mes de celebraciones y festejos. Los ayoreos que actualmente viven en comunidades sedentarias viven en cabañas individuales familiares. A quienes han perdido su tierra no les queda más elección que convertirse en explotados trabajadores de las haciendas ganaderas que han ocupado buena parte de su territorio. Los evangelizadores de Misión Nuevas Tribus tienen un puesto cerca de las comunidades, y ejercen una gran influencia sobre sus vidas diarias. Bajo el influjo de estos misioneros fundamentalistas, el ritual del asojna y muchos otros fueron suprimidos.

Antonio Campillo Ruiz

Es mportante visionar el vídeo a plena pantalla.


10 comentarios:

  1. Tus artículos son una maravilla, querido amigo, para enmarcar.
    Un abrazo

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    1. Enrique, tus adulaciones me atan a un cohete Saturno y me elevan hasta la Luna. No seas exagerado, aunque sé que me quieres en demasía y eso me agrada más que cualquier adulación. Un inmenso abrazo, querido amigo Enrique.

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  2. Me gustaría saber dónde han visto pornografía los censores de la red, para tomar la decisión de prohibir tu texto.
    No he podido verlas, pero supongo que las imágenes tendrían la naturalidad de unos pueblos que viven desnudos.
    Seguramente, el tipo del lápiz rojo será el mismo que se compra un Playboy y lo esconde entre las páginas del Financial Times. Por si te lo encuentras cara a cara, aquí te envío una buena protección ad hoc.

    Te deseo un Feliz y Próspero 2018.

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    1. Anamaría, han eliminado de la “red social” la fotografía, de Survival, que posee en la publicación el texto “Miembros del grupo ayoreo-totobiegosode en Paraguay el día de su primer contacto en 2004.
      © Survival”. Como verás, estos pazguatos “fundamentalistas del sexo” pero no de la desvergüenza, amparándose en no sé qué “leyes europeas”, se dedican a tener ordenadores con la orden de eliminar lo que les parece “perversamente pornográfico” cuando es la pura y natural normalidad de “trajes” rituales de los pueblos primitivos. Además de todo lo mencionado, son unos incultos formados en la podredumbre de la ignorancia. Efectivamente, es normal que ser ladino y censor sean “cualidades” que fomentan la perversión de tratar de esconder sus miserias. En cualquier caso, en el blog no tocan nada porque, al menos, sus responsables son personas normales y racionales.
      ¡MUY FELIZ Y VENTUROSO AÑO 2018!
      Un gran abrazo, querida amiga Anamaría.

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  3. Ahora veo lo que te ha censurado feisbu.

    ¡Qué triste, Antonio! ¿En qué manos estamos? ¿A merced de quién?

    Un abrazo.

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    1. Pues, Pepe, a merced e unos ignorantes, como le digo a Anamaría. Sí, es triste que suframos los desaguisados de estos personajes que, por cierto, según dicen en su “ventana censora”: “… siguiendo el cumplimiento de las normas sobre desnudos de la Unión Europea…” INCREÍBLE que tengamos políticos en Europa que dicten estas leyes represoras contra los pueblos primitivos y quienes denuncian su cobarde actitud para con ellos. Un abrazo, querido amigo Pepe.

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  4. Excelente denuncia. ¡Qué poco sabemos de estas tribus en peligro
    de extinción! ¡qué poco se habla en los medios!

    Gracias por traerlo a la luz.

    Un abrazo y no te enojes con FB y su ignorancia robótica
    que en realidad es culpa de aquellos que sí mal usan la plataforma.

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    1. Sí, Myriam, sabemos tan poco de estas tribus que esta, los Ayoreos, fue descubierta hace “una nada”. Me parece indecente que no se preserven estas tribus y su forma de vida frente a la destrucción del medio y el saqueo a que se ven sometidos por fundamentalistas salvaalmas en “peligro de condena eterna”. Por ello deben “morir en paz”, según sus “salvadores”, y dejar las tierras para pasto de gentuza sin escrúpulos que se basan en leyes retorcidas e injustas, como los censores de estas, mal llamadas “redes sociales” que no son, en muchos casos sin investigar, sino escondite de perversos seres que cometen tropelías y costumbres sociales modernas impropias de una mente humana normal. Un gran abrazo, Myriam.

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  5. Muy felices fiestas y que tu 2018 sea maravilloso.

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